Colombiano en Japón denunció que fue víctima de racismo en por lo menos ocho bares: lo estafaron en el único al que logró entrar

A pesar de que el país Nipón es reconocido por la honra de sus habitantes, el joven cafetero lamentó lo sucedido y que algunos de sus compañeros también se vieran afectados

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El joven tuvo que amenazar
El joven tuvo que amenazar con llamar a la Policía para no pagar de más - crédito @jbotttt / TikTok

El intercambio del joven colombiano conocido como Jbot en Japón se vio manchado por una situación de xenofobia y estafa en la que algunos de sus compañeros extranjeros también cayeron.

Si bien la honestidad, el respeto y la amabilidad son los principios fundamentales de la sociedad japonesa, el colombiano encontró una cara diferente de la moneda y la compartió en redes para advertir a otros viajeros.

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“¿Ustedes creen que en Japón existe el racismo y la xenofobia? Pues, si no, déjenme decirles que fue la primera víctima de racismo y xenofobia en Japón y lo digo alegremente porque juré que esto nunca me iba a pasar”.

Jbot jamás pensó encontrarse en una situación así en el país Nipón - crédito @jbotttt / TikTok

Jbot explicó que, aunque vive en un pueblo, suele visitar la ciudad más cercana junto a su grupo de amigos para conocer a otras personas. Pero, en su última salida ocho bares llegaron a negarles la entrada, a pesar de que estaban desocupados:

“Nos miraban con cara horrible, la gente se volteaba a vernos, hasta que llegamos a un bar súper escondido y le preguntamos al dueño cuánto valía cada trago y nos dijo que 500 yenes. Entonces, nos sentamos y, al pagar, dijo que por persona eran 3.000 yenes”.

El Colombiano amenazó con llamar a la Policía y, solo entonces, el propietario mantuvo el precio que les había dado en un principio, pero, aun así, cuestionó: “¿Ustedes se imaginan a un japones intentando estafar a un latino? no cuento esta situación como víctima, ni como burla, pero me parece muy chistoso que esto me hubieras pasado”.

Otro colombiano tuvo una mejor experiencia y logró descubrir el valor de la honestidad en Japón al visitar un puesto de vegetales:

En Japón, un país reconocido por su seguridad y valores sociales, un simple puesto de venta de vegetales sin supervisión dejó asombrado a un migrante colombiano. Según informó el creador de contenido llamado Jheison, que se mudó al país asiático, este tipo de prácticas reflejan una profunda confianza entre los ciudadanos, algo que considera impensable en su tierra natal, Colombia.

De acuerdo con Jheison, durante un paseo por su nueva comunidad en Japón, se encontró con un pequeño puesto de venta de productos agrícolas. En este lugar, los agricultores colocan sus cosechas, como papas y zanahorias, junto con un letrero que indica el precio de cada artículo. Sin la presencia de un vendedor o alguien que vigile la mercancía, los compradores simplemente toman lo que necesitan y depositan el dinero en un buzón dispuesto para tal fin. “Cada bolsita tiene el precio y usted lo compra cogiendo su bolsita y echando las moneditas en el buzón”, explicó.

Sin necesidad de un vendedor, los artículos son adquiridos por los japoneses - crédito Jheison & Tomo / Facebook

El blog Descubriendo Japón detalla que esta práctica es un reflejo de los valores fundamentales que rigen la sociedad japonesa: la honestidad, el respeto y la amabilidad. Estos principios no solo son esenciales para la convivencia diaria, también contribuyen a que Japón sea considerado uno de los países más seguros del mundo, con índices de criminalidad extremadamente bajos. Según el blog, estas características son parte de lo que hace que Japón sea reconocido como “el país más seguro de la tierra”.

Para Jheison, que ha documentado su experiencia en redes sociales, este nivel de confianza y seguridad resulta difícil de imaginar en Colombia. “Estamos muy lejos de Japón. No puedo creerlo”, expresó, subrayando que un sistema como este sería prácticamente imposible de implementar en su país de origen debido a las diferencias en la percepción de seguridad y convivencia.

El puesto funciona solo, sin
El puesto funciona solo, sin necesidad de un vendedor - crédito Jheison & Tomo / Facebook

El caso del puesto de vegetales no es un hecho aislado, es un ejemplo más de cómo la seguridad y la confianza mutua están profundamente arraigadas en la vida cotidiana de Japón. Según lo observado por Jheison, esta confianza se extiende a otros aspectos de la sociedad, como los comercios que operan sin supervisión directa. Este tipo de prácticas, que podrían parecer inusuales o incluso riesgosas en otros contextos, son posibles gracias a la sólida estructura social y cultural del país asiático.