Estremecedor relato revela patrón de acoso en redes sociales: “Menos mal en Colombia es barato contratar sicarios”

Las víctimas narran cómo el acoso sistemático a través de redes sociales afectó profundamente su bienestar. Las denuncias tardías y el reto de acceder a la justicia agravan su situación

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Tres mujeres colombianas enfrentan años
Tres mujeres colombianas enfrentan años de hostigamiento, amenazas y acoso sistemático sin protección efectiva del sistema judicial - crédito Vamos pa eso

En un relato estremecedor, varias mujeres denunciaron al hombre identificado como Estefan Quiroga, que se volvió protagonista de un patrón de acoso, amenazas de muerte y hostigamiento sistemático a través de las redes sociales. Las víctimas, entre ellas figuras públicas y activistas, expresaron en el pódcast Vamos pa esa cómo este sujeto afectó profundamente su bienestar emocional y psicológico, mientras el sistema judicial parece reaccionar con lentitud frente a la gravedad de los hechos.

Desde el comienzo del acoso, Quiroga utilizó las redes sociales como su principal herramienta para atacar a las víctimas. “Él comenzó con el tema de los gatos, diciéndome que me iban a matar los gatos”, relata una de las mujeres afectadas. A lo largo del tiempo, las amenazas de muerte se hicieron cada vez más explícitas, y el acosador hizo comentarios como “menos mal en Colombia es barato contratar sicarios”, aludiendo a la posibilidad de enviar a alguien a “bajar” a las víctimas.

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El podcast 'Vamos pa eso'
El podcast 'Vamos pa eso' denuncia la persecución a mujeres y la inoperancia legal en Colombia para casos de violencia psicológica - crédito ilustración Infobae

Además de las amenazas, el acosador comenzó a realizar comentarios despectivos sobre su apariencia, sus actividades diarias y todo lo que hicieran. “Después de lo de los gatos, hay un montón de tuits, de los cuales tengo pantallazo de cada uno”, afirmó una de las mujeres. En uno de sus mensajes, Quiroga expresaba: “Ojalá la cósmica (gata de la víctima) vaya pronto a visitar a su cósmica. Igual, si no lo hace pronto, ya estamos gestionando para que eso suceda rápido”.

A medida que el acoso se intensificó, Quiroga no solo recurrió a las redes sociales, sino que comenzó a acosar a sus víctimas de manera más física y visible. Durante una de las audiencias en la fiscalía en las que las mujeres denunciaban el acoso, Quiroga no solo se burló publicando fotos de las víctimas, sino que se volvió más agresivo. “Él nos tomó fotos, las puso en su cuenta para burlarse”, comentan las afectadas.

El comportamiento de Quiroga escaló a tal punto que, al enterarse de la denuncia, se enloqueció aún más. “Cada que pasa algo en contra de él, él se enloquece más. O sea, literal, todo el tiempo tuitea cosas de las tres”, dicen las mujeres, quienes aseguran que la situación se volvió insostenible.

Las amenazas de Quiroga no se limitaron al ámbito virtual. En una de las publicaciones más perturbadoras, expresó su deseo de “dejar a esas perras en una maleta como a Valentina Tres Palacios”, una referencia que evidenció la naturaleza violenta de sus amenazas. “Lo que te he contado ahorita, que ayer yo no fui a la oficina, por X o Y motivo, y él puso, ‘¿por qué Mari no habrá ido a la oficina hoy?’”, relató una de las víctimas, mencionando cómo Quiroga parecía saber detalles de sus rutinas, lo cual aumentó el miedo y la sensación de estar constantemente vigiladas.

Diana, Catalina y Mapu son
Diana, Catalina y Mapu son víctimas de un agresor que utiliza redes sociales para controlarlas y mantenerlas en constante temor - crédito Imagen Ilustrativa Infobae

La ansiedad generada por estos ataques tuvo consecuencias devastadoras para las mujeres afectadas. “La ansiedad sí ha sido muy fuerte en nosotras tres, o sea, vivir como con temor o pánico todo el tiempo de saber si es verdad o es mentira que está en la esquina, o que está al frente, o que está al lado”, explican.

En medio de este torbellino, las víctimas acudieron a la fiscalía para buscar justicia, pero se encontraron con una situación frustrante. Mientras que sus denuncias por acoso llevaban años sin respuesta, Quiroga pudo presentar una denuncia propia que fue atendida de manera inmediata. “Él pone una denuncia y las denuncias se le mueven así”, comentaron. Esto puso en evidencia las falencias del sistema judicial, que parece no tomar con la misma seriedad los casos de las mujeres que enfrentan situaciones de acoso prolongado.

Las víctimas describen una lucha
Las víctimas describen una lucha interminable contra un acosador que manipula el sistema judicial en su favor - crédito Vamos pa eso

Las víctimas también tuvieron que enfrentar una serie de obstáculos fuera del ámbito judicial. En uno de los casos, el acosador acusó a una de las mujeres de robarse una donación para gatos, lo que generó un ataque en redes sociales que comprometió aún más la privacidad de las víctimas.

La mujer afectada decidió exponer públicamente el caso, revelando cómo Quiroga había obtenido información privada a través de una marca con la que ella había trabajado. “Yo comencé a seguir poniendo cosas en el hilo y al día siguiente me escribió la directora de la agencia que maneja las redes de esta marca”, comenta, narrando cómo la filtración de información personal por parte de una empresa fue un factor clave en el empeoramiento del acoso.

Las víctimas reiteraron la importancia de seguir luchando por justicia. “Lo que tenemos que encontrar es el camino de cómo llevarlo a las autoridades para que las autoridades lo entiendan”, concluyeron.