Esta es la impresionante fortuna que habría amasado Jesús Hernando Sánchez, el esmeraldero asesinado en Bogotá por un francotirador

Hernando Sánchez, reconocido esmeraldero y considerado el heredero de Víctor Carranza, fue asesinado la tarde del domingo 6 de abril de 2025 en la localidad de Usaquén, en el norte de Bogotá.

Sánchez se encontraba en compañía de familiares y amigos cuando se escuchó el disparo de un francotirador que lo hizo caer al suelo. Posteriormente, las autoridades confirmaron el deceso del influyente empresario del sector de las esmeraldas.

Sánchez se destacó no solo por su influencia, sino también por amasar una fortuna vinculada al control de minas de esmeraldas en Colombia, particularmente en la en el departamento de Boyacá, al occidente del país.

Su destreza en la gestión del mercado de esmeraldas, conocido como “oro verde”, le permitió consolidar una notable riqueza. No obstante, esta prosperidad le generó conflictos dentro del sector minero, convirtiéndolo en un objetivo frecuente de enfrentamientos.

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Con respecto a su fortuna, en una entrevista con el medio Kienyke Jonatan Sánchez, ahijado y amigo de la víctima, recordó a su conocido como un hombre generoso y emprendedor. Según Sánchez, su amigo era productor, comercializador y exportador de esmeraldas, destacándose por generar empleo a través de sus dos grandes compañías. Estaba asociado con la empresa extranjera Fura Gems, que operaba la mina Coscuez S.A. en el municipio de San Pablo de Borbur, y también dirigía la Empresa Esmeraldas Santa Rosa S.A., que explotaba la mina Cunás en Maripí, Boyacá. Además, Sánchez tenía ganaderías y cultivos de arroz.

“Sánchez era un productor, comercializador y exportador de esmeraldas. Un hombre generoso en su trato con las personas, generador de empleo pues tenia dos grandes compañías, asociado con una compañía extranjera llamada Fura Gems mina Coscuez S.A., ubicada en el municipio de San Pablo de Borbur y por otro lado, la Empresa Esmeraldas Santa Rosa S.A., mina cunas Ubicada en el Municipio de Maripi Boyacá. Asimismo, tenía sus ganaderías y cultivos de arroz”, dijo Sánchez en entrevista con Kienyke.

Sin embargo, con respecto a las declaraciones de Jonatan Sánchez en el medio Kienyke, la empresa Fura Gems se pronunció aclarando que Jesús Hernando Sánchez no tenía, ningún tipo de vínculo societario ni contractual con la compañía.

Según indicaron a a este medio, la relación entre Sánchez y Fura Gems finalizó en 2017, cuando la empresa adquirió legalmente el título minero de la mina Coscuez, ubicada en el municipio de San Pablo de Borbur (Boyacá). Desde entonces, precisan, no ha existido ningún tipo de vínculo entre las partes.

“FURA GEMS aclara que el señor Jesús Hernando Sánchez no tiene ni ha tenido ningún vínculo societario ni contractual con la empresa ni sus filiales desde el año 2017, fecha en que se adquirió el título minero de la mina Coscuez. Por tanto, es incorrecto afirmar que existía una asociación entre ambas partes”, explicaron.

Tras la muerte de Víctor Carranza, conocido como el “Zar de las Esmeraldas”, en 2013, el sector esmeraldero experimentó una fragmentación que desató una feroz lucha de poder entre diversos clanes. En medio de este panorama, Jesús Hernando Sánchez emergió como una figura clave, logrando consolidarse como uno de los principales actores en el negocio de la extracción de esmeraldas y liderando uno de los gremios más influyentes del sector.

El ascenso de Jesús Hernando Sánchez al poder en el sector esmeraldero no estuvo libre de conflictos y controversias. A lo largo de su carrera, Sánchez estuvo involucrado en disputas comerciales y alianzas cuestionables, además de enfrentar numerosas amenazas a su vida. Un episodio clave ocurrió en 2012, cuando sobrevivió a un atentado en el centro comercial Andino de Bogotá. Aunque no fue fatal, este ataque significó un punto de inflexión en su vida, colocándolo en la mira de los actores más poderosos del conflicto esmeraldero.

El crimen de Hernando Sánchez ocurrió en el conjunto residencial Bosques del Marqués, ubicado al norte de la capital colombiana, cuando Sánchez Sierra recibió un disparo de largo alcance, lo que encendió las alarmas de las autoridades locales y nacionales sobre este modus operandi, al recordar que en menos de un año se registró otro ataque en esta misma zona.