Bebé de 2 años fue atacada por un vecino con una piedra en Barranquilla

La comunidad en el suroccidente de Barranquilla se encuentra conmocionada, tras conocer la agresión física a una niña de 2 años de edad.

La menor de edad permanece bajo observación médica tras haber sido golpeada en el rostro con una piedra, un ataque que, según denuncias de sus familiares, fue perpetrado por un vecino en estado de embriaguez.

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El incidente ocurrido en el barrio Ciudadela 20 de Julio, donde el agresor habría actuado en represalia por una disputa previa con el expadrastro de la niña.

De acuerdo con lo informado por los familiares de la víctima, el hombre conocido en la comunidad por su comportamiento violento cuando consume alcohol, lanzó la piedra directamente al rostro de la niña, causándole una herida cerca del ojo.

La menor fue trasladada al hospital Camino Ciudadela 20 de Julio, donde los médicos le han realizado varios estudios para evaluar la gravedad de la lesión.

Mirleydys Maldonado, abuela de la niña, relató que el agresor es un vecino que ya había protagonizado conflictos en el pasado. Según explicó a la emisora Blu Radio, el hombre no solo atacó a la menor, sino que también ha amenazado repetidamente a su hija y a sus nietas. Maldonado aseguró que presentará una denuncia formal ante la Fiscalía para que el responsable enfrente las consecuencias legales de sus actos.

“El señor iba subiendo y cogió a mi nieta y le estampó una piedra en la cara. Entonces, la niña quedó sangrando y mi hija le preguntó que por qué le había pegado y él contestó, ‘Le pegué ¿y qué?’ Ahora la niña tiene el ojo un poquito hinchado, así casi le saca el ojo”, declaró Maldonado.

La abuela también señaló que el hombre ha amenazado con atacar nuevamente a su familia. “Le dijo a mi hija que como la vea por ahí, la coge de espalda. Eso es un peligro para nosotras, porque yo tengo una niña de 9 años, mi hija tiene 17 y la nieta, que va para 2 añitos”, agregó.

El agresor, según los testimonios de los vecinos, tiene un historial de comportamientos agresivos, especialmente cuando se encuentra bajo los efectos del alcohol. Maldonado indicó que otras familias que vivían en la misma zona decidieron mudarse debido a las constantes amenazas y problemas generados por este hombre.

“Ya este señor ha tenido bastantes problemas ahí donde nosotros vivimos. Los que antes vivían ahí se mudaron por ese mismo comportamiento del señor, que cada vez que está borracho se mete con todo el mundo”, afirmó la abuela de la menor.

La pequeña está próxima a cumplir 2 años, el 4 de abril, continúa recibiendo atención médica en el hospital. Los especialistas han realizado varias placas y estudios para determinar el alcance de la lesión en su rostro, especialmente cerca del ojo.

El caso de Jordan Alexander Cerón, un niño de dos años que perdió la vida en circunstancias violentas en Neiva, capital del departamento de Huila, generó conmoción e indignación en la comunidad local.

Según informó la Policía Metropolitana de Neiva, la madre del menor, Karol Méndez, y su pareja sentimental, Wilson Guerrero, fueron detenidos en el barrio San Vicente de Paúl, en la comuna 3 de la ciudad, bajo acusaciones de homicidio agravado y tortura. Ambos se encuentran ahora bajo medida de aseguramiento en centros carcelarios, mientras las autoridades avanzan en la investigación.

De acuerdo con el reporte inicial, el 13 de marzo, el menor fue trasladado sin vida al centro médico Caimi por una vecina que lo encontró envuelto en una sábana. El niño presentaba múltiples signos de violencia en su cuerpo, lo que despertó sospechas inmediatas sobre las circunstancias de su fallecimiento.

Aunque en un principio la madre aseguró que el niño había muerto por problemas de salud, el dictamen de Medicina Legal desmintió esta versión, confirmando que la causa de la muerte fue un homicidio derivado de golpes y tortura.

El informe forense reveló que el menor sufrió fracturas en varias costillas, lesiones en el abdomen y otras marcas de maltrato físico severo. Según la Fiscalía General de la Nación, las investigaciones apuntan a que el niño habría sido víctima de un ciclo de violencia que se remontaba a diciembre de 2024. Testimonios de vecinos indican que, antes de su muerte, se escucharon gritos provenientes de la vivienda donde residía el menor.

Una vecina, al percatarse de la gravedad de la situación, decidió intervenir y trasladar al niño al centro médico, aunque ya era demasiado tarde para salvarle la vida.