Estadounidense fue encontrado sin vida en hotel de sector turístico en Cartagena: autoridades investigan las causas

Preliminarmente, se conoció que el hombre de 51 años respondería al nombre de Samuel Gracia, que llegó a la Heroica el 26 de marzo para disfrutar de unas vacaciones

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El cuerpo permanece en Medicina
El cuerpo permanece en Medicina Legal donde se adelanta su autopsia para encontrar las causas de muerte - crédito Fernanda Pineda/the Washington Post

El hallazgo del cuerpo sin vida de un ciudadano estadounidense en el pasillo de un hotel ubicado en el barrio Getsemaní, en la ciudad de Cartagena, generó conmoción durante el fin de semana del 29 al 30 de marzo.

El hallazgo ocurrió el pasado domingo 30 de marzo en un establecimiento situado en la calle La Magdalena, por lo que las autoridades forenses trabajan en la identificación oficial del fallecido y en la determinación de las causas de su muerte.

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De acuerdo con la información conocida por El Heraldo, el hombre fue identificado en el hotel como Samuel Gracia, de 51 años.

Sin embargo, el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses aún no ha confirmado oficialmente su identidad.

Hasta el momento, no se han encontrado signos de violencia en el cuerpo, aunque esta información no ha sido corroborada de manera definitiva por los peritos forenses.

La principal hipótesis que manejan las autoridades apunta a una muerte natural, posiblemente un infarto, aunque se desconoce si algún factor externo pudo haber influido en el desenlace.

Según los reportes, Samuel Gracia había llegado a Cartagena el pasado 26 de marzo con el propósito de disfrutar de la ciudad y sus atractivos turísticos. Durante su estadía, recorrió diversos puntos de interés y se sumergió en la cultura local.

Su regreso a Estados Unidos estaba programado para el 1 de abril. No obstante, no se ha confirmado si el turista viajó solo o acompañado, ya que hasta el momento ningún familiar o allegado ha acudido a las instalaciones de Medicina Legal para realizar los trámites de identificación y reclamación del cuerpo.

Apenas el 11 de marzo se conoció sobre otro hallazgo de un de un cuerpo en avanzado estado de descomposición dentro de un apartamento del barrio San Antonio de Pereira, en el municipio de Rionegro, Antioquia.

Según informó el diario El Colombiano, el fallecido fue identificado como Jhon Ray Balwin, un ciudadano estadounidense de 78 años, originario del estado de Alaska, que vivía solo en una unidad residencial de la zona. Las autoridades indicaron que el hombre habría muerto hace aproximadamente dos meses debido a complicaciones de salud.

De acuerdo con El Colombiano, el descubrimiento ocurrió luego de que vecinos del conjunto residencial alertaran a los guardas de seguridad por un fuerte olor que provenía de uno de los apartamentos.

Al ingresar al lugar, las autoridades encontraron el cuerpo en un estado de momificación, lo que sugiere que el fallecimiento ocurrió semanas atrás. Este hecho ha generado inquietud entre los habitantes del sector, quienes no habían notado señales previas de lo sucedido.

Las inspecciones iniciales realizadas por las autoridades descartaron la presencia de signos de violencia en el cadáver, lo que refuerza la hipótesis de que la muerte de Jhon Ray Balwin se debió a causas naturales.

Según los testimonios recopilados, el hombre era conocido por ser tranquilo y reservado, y llevaba tiempo viviendo solo en el apartamento donde fue encontrado. Además, los reportes indican que padecía problemas de salud, entre ellos diabetes, una condición que podría estar relacionada con su fallecimiento. Sin embargo, será la necropsia la que determine con precisión la causa de la muerte.

El estado del cuerpo llamó la atención de los expertos forenses, quienes señalaron que el avanzado nivel de descomposición indicaba que el hombre llevaba cerca de dos meses fallecido. A pesar de esto, resulta llamativo que el olor característico de un cadáver no hubiera sido detectado por los vecinos hasta días recientes, lo que retrasó el descubrimiento del cuerpo.

El hombre mantenía un perfil bajo y tenía escaso contacto con sus vecinos, lo que dificultó que alguien notara su ausencia durante semanas. Este tipo de situaciones subraya la importancia de fortalecer los lazos comunitarios y prestar atención a las personas que podrían encontrarse en condiciones de vulnerabilidad.