Descubren una nueva especie de araña en el Caribe colombiano: así es la Actinopus embera

Actinopus embera destaca por su hábitat, comportamiento, morfología y un nombre que rinde tributo a una comunidad indígena local

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La nueva especie, encontrada en cuatro departamentos del Caribe colombiano, destaca por su morfología y hábitos adaptados al hábitat local - crédito @UninorteCO / X

En los relictos de bosque seco tropical de la región Caribe colombiana, un equipo de investigadores identificó una nueva especie de araña que lleva por nombre Actinopus embera. Según informó la revista científica Arachnology, esta especie fue descubierta en los departamentos de Córdoba, Bolívar, Sucre y Atlántico, y se distingue de otras especies de su género por la particular morfología de sus órganos genitales. El nombre de la araña rinde homenaje a la comunidad indígena Embera, que habita en la zona donde se encontró el primer espécimen.

El hallazgo representa un avance significativo en el estudio de las arañas del género Actinopus, del cual se tiene poca información debido a la dificultad de acceso a sus hábitats. Este descubrimiento amplía el conocimiento sobre la biodiversidad de la región, al tiempo que subraya la importancia de preservar los ecosistemas del Caribe colombiano.

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Características y comportamiento

De acuerdo con el profesor Robin Casalla, del Departamento de Química y Biología de la Universidad del Norte, que participó en el estudio, la identificación de esta nueva especie se basó en diferencias morfológicas claras, especialmente en las estructuras reproductivas. “En los machos observamos que el bulbo copulador tenía una forma y proporciones inconfundibles que no correspondían a ninguna especie conocida”, explicó Casalla. Entre las características distintivas, destacó que el émbolo, una parte alargada del bulbo, es más largo en relación con el proceso tegular apical (ATP) que en otras especies descritas.

Actinopus embera fue encontrada en
Actinopus embera fue encontrada en Córdoba, Sucre, Bolívar y Atlántico - crédito Departamento de Química y Biología de Uninorte

Estas diferencias anatómicas, sumadas a la distribución geográfica de la araña, llevaron a los investigadores a concluir que se trataba de una especie nueva. Casalla detalló que los registros de otras especies del género Actinopus se encuentran en lugares tan distantes como Norte de Santander y Brasil, lo que refuerza la idea de que aún quedan muchas especies por descubrir en esta familia de arácnidos.

El comportamiento de Actinopus embera es similar al de otras arañas trampa del género Actinopus. Estas arañas construyen madrigueras subterráneas revestidas de seda, con una tapa circular gruesa hecha de tierra y restos vegetales que camuflan la entrada. Esta “puerta trampa” está unida por una bisagra de seda que permite que se cierre automáticamente.

Aunque no se observaron pautas conductuales radicalmente diferentes en comparación con otras especies del género, los investigadores lograron recopilar datos ecológicos relevantes. Según informó Casalla, los machos adultos de esta especie se encontraron principalmente entre marzo y junio, lo que sugiere que el pico reproductivo ocurre al final de la temporada seca y al inicio de la temporada de lluvias. Además, se determinó que su hábitat se limita a áreas de colinas bajas y quebradas cercanas a cuerpos de agua en el bosque seco tropical de la costa Caribe.

Investigadores de Colombia y México
Investigadores de Colombia y México participaron en el hallazgo - crédito @UninorteCO / X

Durante el estudio, los investigadores observaron una interacción interesante entre Actinopus embera y ácaros de la familia Acaridae. Estos ácaros se adhieren a la cutícula de la araña en un fenómeno conocido como foresis, que consiste en el transporte pasivo de un organismo por otro. Casalla explicó que, este mecanismo permite a los ácaros dispersarse y sobrevivir en condiciones adversas. Aunque esta interacción no parece tener un impacto negativo en la araña, es solo el segundo caso conocido de foresis entre ácaros y arañas del género Actinopus.

Metodología detrás del descubrimiento

El proceso para identificar a Actinopus embera como una nueva especie incluyó varias etapas. De acuerdo con el equipo de investigación, primero se realizó un muestreo en campo para recolectar suficientes especímenes. Posteriormente, en el laboratorio, se analizaron las características morfológicas de los ejemplares utilizando microscopios electrónicos de barrido. Este análisis permitió identificar detalles anatómicos específicos que diferenciaron a la nueva especie de otras previamente descritas.

El trabajo fue parte de una colaboración internacional que incluyó a investigadores de la Universidad del Atlántico, la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam) y la Asociación de Investigación en Aracnología. Casalla, especialista en el análisis morfológico, también participó en la redacción del artículo científico que formalizó el descubrimiento.

Esta araña trampa habita en
Esta araña trampa habita en colinas cercanas a cuerpos de agua - crédito @UninorteCO / X

Llamado a la conservación

El descubrimiento de Actinopus embera pone de relieve la riqueza biológica de los ecosistemas colombianos y la necesidad de protegerlos. Según los investigadores, las arañas, aunque a menudo generan rechazo o miedo, desempeñan un papel crucial en los ecosistemas como reguladoras de poblaciones de insectos y como fuente de alimento para otras especies.

Al bautizar a la nueva especie con un nombre que honra a la comunidad indígena Embera, los científicos buscan resaltar la conexión entre la biodiversidad y las culturas locales. Este gesto también es un recordatorio de la importancia de preservar los recursos naturales y culturales del país. Con este hallazgo, los investigadores esperan que se fomente un mayor interés en el estudio de las arañas y otros organismos poco conocidos, así como en la conservación de los hábitats que albergan estas especies únicas.