Luciana, la bebé que Gustavo Petro ‘salvó’ de la muerte, según contó en el Consejo de ministros: “Ordené que actuara”

Luciana García sufre de una condición médica que le impide procesar con normalidad la leche materna y de vaca, además de los suplementos lácteos regulares. Según comentó su madre, fueron víctimas de presunta discriminación por su condición económica antes de la intervención de la Superintendencia de Salud

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El presidente Gustavo Petro lideró
El presidente Gustavo Petro lideró el que fue su cuarto Consejo de Ministros televisado, en el que habló de la crisis en el sistema de suministro de medicamentos - crédito Andrea Puentes/Presidencia

La crisis de medicamentos en Colombia ha alcanzado niveles alarmantes, con un aumento de más del 63% en las quejas por la falta de entrega de tratamientos esenciales.

Sin embargo, en el más reciente Consejo de Ministros televisado, el presidente sacó pecho por los logros que ha conseguido al “revelar” las fallas del sistema; además de hablar de un supuesto plan de acaparamiento de medicamentos por parte de los gestores farmacéuticos.

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De hecho, durante su alocución, el jefe de Estado se refirió al caso específico de un menor de dos meses de edad que, según Petro, logró salvarse gracias a su intervención directa.

Se trata de Luciana García, la bebé que estuvo en peligro por la falta de acceso a una fórmula láctea especial por trabas con su EPS y la gestora para que le fuera entregada.

Petro estalló contra las farmacéuticas - crédito Presidencia

Luciana fue diagnosticada con alergia a la proteína de la leche de vaca, una condición que afecta su capacidad para digerir tanto la leche materna como las fórmulas comunes.

Esta situación la llevó a un estado crítico de salud, con síntomas como vómitos, diarrea y decaimiento extremo. Tras la revelación del presidente sobre su intervención, la madre de la menor, Ángela García, dejó el anonimato y relató a la revista Cambio lo difícil que fue conseguir los medicamentos esenciales para la pequeña hasta que, presuntamente, apareció el presidente.

Ángela contó que su hija pasaba la mayor parte del día dormida, sin fuerzas para abrir los ojos ni pedir alimento. La familia, afiliada a la EPS Compensar, enfrentó múltiples obstáculos para obtener los tarros de leche prescritos por los médicos, cuyo costo individual asciende a 240.000 pesos.

Pero la odisea de la familia García comenzó cuando Luciana fue hospitalizada en la clínica Los Cobos Medical Center el 15 de marzo, tras semanas de síntomas graves.

Allí, los médicos confirmaron el diagnóstico de alergia a la proteína de la leche de vaca. Aunque este hallazgo trajo un alivio inicial, la experiencia en la clínica estuvo marcada por lo que la madre describió como un trato desigual.

La menor estuvo internada en
La menor estuvo internada en Bogotá y, según su madre, fue víctima de discriminación por su condición económica - crédito Colprensa

Según contó Ángela García a Cambio, la atención fue más lenta y menos prioritaria debido a que la familia no contaba con un plan complementario de salud, una situación que, según el director de la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (Adres), Félix León Martínez, es común en instituciones que priorizan a pacientes con beneficios adicionales.

Tras nueve días de hospitalización, Luciana fue dada de alta con la indicación de consumir una fórmula especial. Sin embargo, al salir de la clínica, la familia enfrentó un nuevo obstáculo: un cobro de 1.402.800 pesos por los servicios médicos, debido a la falta de un plan complementario.

Además, la EPS debía autorizar los nueve tarros de leche prescritos, pero el gestor farmacéutico Evedisa informó que no contaban con la autorización necesaria, lo que obligó a los padres a iniciar un nuevo trámite.

El puente festivo del 22 al 24 de marzo fue especialmente angustiante para la familia, ya que la fórmula que les habían entregado al salir de la clínica estaba a punto de agotarse.

Fue en ese momento que la madre de Luciana presentó una queja ante la Superintendencia Nacional de Salud, lo que, según relató, marcó un punto de inflexión.

Al día siguiente todo empezó a cambiar: ya nos pasaron a piso, nos hicieron más exámenes y nos atendieron como si tuviésemos plan complementario”, comentó García al medio nacional.

El Consejo de Ministros televisado
El Consejo de Ministros televisado dejó una controversia sobre las cifras del sistema de salud y el alcance real de la cobertura en Colombia - crédito Juan Diego Cano/Presidencia

El caso llegó a oídos del presidente Gustavo Petro, que lo mencionó durante el cuarto Consejo de ministros televisado, celebrado el 25 de marzo. Según el mandatario, su intervención fue crucial para garantizar que Luciana recibiera la fórmula que necesitaba.

La clínica no le quería dar los tratamientos para ahorrarse el billetico que nosotros sí giramos […] Entonces, estaba ya prácticamente muerta, con los ojos cerrados desde hace una semana. La estaban matando de hambre. Le ordené a Giovanny Rubiano, el superintendente de Salud, que actuara”, afirmó Petro.

Fuentes de la Superintendencia confirmaron a Cambio que la queja de la madre ya estaba en trámite, pero que la visibilidad del caso, gracias a la intervención presidencial, aceleró el proceso.

Según una persona cercana al flujo de trabajo de la entidad, “muchas solicitudes no son atendidas oportunamente y la gente intenta buscar todas las posibilidades para que les solucionen”.

Aunque el caso de Luciana tuvo un desenlace favorable, la madre reconoce que no todos los pacientes cuentan con la misma suerte. “Lo que sí sé es que tengo mucho por agradecer al presidente. Porque gracias a él, mi niña tuvo la atención que se merece ella y todos en el mundo. Además, porque yo no cuento con los recursos para comprar esa fórmula”, declaró Ángela García a Cambio.

Sin embargo, las cifras de la Superintendencia Nacional de Salud y los testimonios de otros pacientes evidencian que la crisis de medicamentos en Colombia es un problema estructural que afecta a miles de personas.

Según Pacientes Colombia, las 300.000 quejas no resueltas muestran que la visibilidad mediática y la intervención de altos funcionarios no son soluciones sostenibles para un sistema de salud en crisis.

Y es que el caso de Luciana no es un hecho aislado. Según datos de la Superintendencia Nacional de Salud, las quejas por la no entrega de medicamentos aumentaron un 63,5% entre 2023 y 2024, pasando de 194.415 a 318.000 casos.

Además, la organización Pacientes Colombia señaló que muchas de estas quejas permanecen sin resolver durante períodos de hasta 300 días. Esta situación ha dejado a miles de pacientes en el limbo, esperando tratamientos esenciales para su salud.