Así es el ‘Tailandia colombiano’: un territorio cerca de Bogotá que conquista a turistas de todo el mundo

Ubicado en el departamento del Meta, a unas cinco horas de Bogotá, el cañón del río Güejar se consolidó como uno de los destinos más atractivos para el ecoturismo en Colombia. Este enclave natural, conocido como el ‘Tailandia colombiano’, destaca por sus paisajes exóticos, su biodiversidad y su oferta de actividades al aire libre.

De acuerdo con el blog Maravillas del Güejar, el lugar combina selvas densas, montañas imponentes y aguas cristalinas, lo que lo convierte en un escenario ideal para quienes buscan experiencias inmersivas en la naturaleza y para actividades extremas.

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El cañón, caracterizado por sus aguas de tonalidades verdes y azules que fluyen entre formaciones rocosas, ofrece un entorno único para actividades como el rafting, el senderismo y el avistamiento de fauna silvestre. Además, su similitud con los paisajes del sudeste asiático, particularmente con los de Tailandia, ha captado la atención de turistas nacionales e internacionales, consolidándolo como un destino competitivo en el ámbito del turismo internacional.

El cañón del río Güejar forma parte del piedemonte llanero, una región que conecta los Andes con la Orinoquía y que alberga una gran riqueza biológica. Según detalló el blog, este ecosistema es hogar de especies emblemáticas como pumas, osos hormigueros y una amplia variedad de aves. La conservación de este territorio es crucial, ya que los bosques de galería y los ríos que lo rodean desempeñan un papel fundamental en la regulación del clima y en la protección de las fuentes de agua.

Asimismo, la biodiversidad de esta región no solo es un atractivo turístico, sino un recurso vital para la preservación de los ecosistemas locales. Por ello, tanto las autoridades como las comunidades locales trabajan en la protección de este entorno natural, promoviendo prácticas sostenibles que permitan su conservación a largo plazo.

El atractivo del cañón del río Güejar no se limita a su riqueza natural. Este lugar ofrece una amplia gama de actividades para los visitantes, entre las que destacan el rafting y el senderismo. El rafting permite recorrer las aguas del río mientras se disfruta de los paisajes circundantes, mientras que el senderismo brinda la oportunidad de explorar la selva y descubrir su flora y fauna.

Otra actividad destacada es el avistamiento de fauna silvestre, que permite a los turistas observar especies como el puma y el oso hormiguero en su hábitat natural. Estas experiencias no solo fomentan el turismo sostenible, sino que también generan conciencia sobre la importancia de conservar los recursos naturales de la región.

El apodo de ‘Tailandia colombiano’ no es casualidad. Los paisajes del cañón del río Güejar recuerdan a los del sudeste asiático por su selva densa, sus cañones estrechos y sus montañas imponentes. Esta similitud generó un creciente interés entre los viajeros que buscan destinos exóticos sin salir de Colombia.

Visitar el cañón del río Güejar es una experiencia accesible desde diferentes puntos del país. Existen varias opciones de transporte para llegar a este destino. En bus, los viajeros pueden dirigirse primero a Villavicencio o Granada y luego tomar otro transporte hasta el municipio de Mesetas, desde donde se accede al cañón. Los precios de los pasajes son asequibles, lo que facilita el acceso a este paraíso natural.

Otra alternativa es viajar en avión hasta Villavicencio y, desde allí, tomar un bus hacia Mesetas, un trayecto que dura aproximadamente tres horas. Para quienes prefieren conducir, la carretera desde Bogotá está completamente pavimentada, y el viaje en vehículo particular tiene una duración aproximada de siete horas.

Entre las principales atracciones del Parque Güejar, ubicado cerca del municipio de Lejanías, conocido como la capital frutícola de Colombia, se encuentran las siguientes:

1. Caño Lajón: una cascada de casi 20 metros de altura que se origina en la vereda La Floresta y fluye hacia Miravalles del Güejar.
2. Toboganes del río Güejar: formaciones naturales que permiten deslizarse por las aguas cristalinas del río, bajo la supervisión de guías expertos.
3. Jacuzzi del Güejar: piscinas naturales de aguas termales rodeadas de cascadas y vegetación exuberante, ideales para una experiencia relajante.
4. Cascada de Caño Jordán: una caída de agua de 60 metros que forma una piscina natural perfecta para nadar y disfrutar del entorno.
5. Piscinas naturales del río: espacios formados por las cascadas del río, rodeados de una vegetación abundante que complementa la belleza del lugar.

Finalmente, el medio digital destacó que cualquier época del año es adecuada para visitar el cañón del río Güejar, aunque la experiencia varía según la temporada. Durante el verano, entre enero y marzo, el nivel del río es más bajo, lo que permite disfrutar de rápidos más emocionantes y paisajes más nítidos. Por otro lado, en la temporada de lluvias, las corrientes son más rápidas y se forman cascadas y toboganes naturales, ideales para quienes buscan una experiencia más extrema.

Para disfrutar plenamente de este destino de ecoturismo, es esencial ir bien preparado. Debido a las condiciones del terreno con senderos rocosos y naturales, llevar un calzado cómodo y antideslizante asegura una caminata más segura. También se sugieren prendas livianas y frescas, adecuadas para un clima que suele ser cálido y húmedo.

La hidratación juega un papel clave en este tipo de paseos. Dado que no hay fuentes de agua potable en la zona, es vital llevar suficiente agua para mantenerse hidratado a lo largo del trayecto. Asimismo, el uso de repelente de insectos es altamente recomendable, ya que este entorno selvático alberga numerosos insectos y mosquitos que podrían causar molestias.

El respeto por la biodiversidad es otro aspecto a tener en cuenta en este espacio rico en vida silvestre. Avanzar en silencio permite apreciar los sonidos de la naturaleza y observar a los animales de forma respetuosa, sin alterar el equilibrio ambiental. Además, cualquier residuo generado durante la caminata debe ser retirado del área, preferiblemente usando una bolsa para llevar los desechos fuera del cañón, evitando comprometer este delicado ecosistema.