El 26 de marzo transcurrió en Colombia sin mayores novedades significativas en términos de actividad sísmica, según reportes oficiales. Aunque se registraron algunos movimientos menores, las autoridades informaron que no hubo eventos que generaran alerta.
A pesar de la tranquilidad, expertos recomiendan a la ciudadanía mantenerse informada a través de fuentes oficiales y estar preparados para cualquier eventualidad natural. Es fundamental conservar la calma, conocer los planes de emergencia y tener a la mano un kit de suministros básicos.
Las autoridades continuarán monitoreando de cerca la actividad geológica del país para garantizar la seguridad y tranquilidad de la población.
El SGC reportó un sismo de magnitud 6.2 en la región del Sándwich Sur de las Islas, registrado el 26 de marzo de 2025 a las 07:41 p. m.
Según la información preliminar, el evento telúrico fue superficial, sin reportes de afectaciones en municipios cercanos ni alertas de tsunami. Debido a su ubicación en una zona remota del Atlántico Sur, no se registraron impactos en poblaciones.
Las autoridades continúan monitoreando la actividad sísmica en la región.
Un sismo de magnitud 2.3 se registró en el municipio de Tona, Santander, según el reporte del Servicio Geológico Colombiano (SGC). El movimiento telúrico ocurrió el 26 de marzo de 2025 a las 06:53 p. m.
De acuerdo con la información suministrada, el sismo tuvo una profundidad de 148 kilómetros y su epicentro se localizó en las coordenadas 7,16° de latitud y -73,04° de longitud. Los municipios más cercanos al epicentro fueron Tona y Bucaramanga, ambos ubicados a 10 kilómetros, así como Charta, a 16 kilómetros.
Las autoridades no han reportado afectaciones o daños a raíz de este evento sísmico.
El SGC reportó un sismo superficial en el departamento del Huila este 26 de marzo de 2025 a las 13:34 p. m. El movimiento telúrico tuvo su epicentro en Yaguará, con una localización de 2,55° de latitud y -75,58° de longitud.
Según el informe oficial, el evento sísmico se registró a una profundidad superficial y afectó a municipios cercanos como Íquira (a 13 km), Yaguará (a 14 km) y Gigante (a 18 km). En el momento no se reportaron daños materiales ni víctimas, pero las autoridades continúan monitoreando la situación. Se recomienda a la población mantenerse atenta a la información oficial y seguir los protocolos de seguridad en caso de réplicas.
Colombia se encuentra en una de las zonas sísmicas más activas del mundo, debido a su ubicación en el Cinturón de Fuego del Pacífico. Las regiones más propensas a presentar sismos son principalmente aquellas cercanas a la cordillera de los Andes y la zona del océano Pacífico. Entre los departamentos más vulnerables se encuentran Nariño, Cauca, Valle del Cauca, Huila y Risaralda, donde se registran constantes movimientos telúricos debido a la subducción de las placas de Nazca y Caribe.
Las ciudades como Popayán, Pasto, Cali y Bogotá también han experimentado temblores en diferentes intensidades. Las autoridades en Colombia siempre están en alerta permanente para monitorear estos eventos y reforzar las medidas de prevención en las zonas de mayor riesgo sísmico.
A esta hora, las autoridades encargadas del monitoreo geológico en Colombia informan que en las últimas horas no se han registrado movimientos sísmicos significativos en el territorio nacional. Según el más reciente informe del SGC, los sistemas de monitoreo distribuidos en todo el país no han detectado eventos de relevancia que impliquen un riesgo para la población o las infraestructuras.
El más reciente informe del Servicio Geológico Colombiano (SGC) advierte que el volcán Nevado del Ruiz mantiene su actividad inestable, con un incremento en la sismicidad asociada al fracturamiento de rocas en su interior. Entre el 18 y el 24 de marzo, se registró un aumento en el número de sismos y en la energía liberada, especialmente en el cráter Arenas y sus alrededores, con una profundidad de hasta 7 km.
El sismo de mayor magnitud en la última semana fue de 1,5, ocurrido el 21 de marzo al noroccidente del cráter. Además, se detectó un leve incremento en las señales sísmicas de larga duración, relacionadas con la emisión de ceniza, con un pico de actividad registrado el 22 de marzo. Ese mismo día, la columna de gases y ceniza alcanzó hasta 2.000 metros de altura, causando caída de material en Manizales y Villamaría.
El SGC advirtió que, pese a que el estado de alerta se mantiene en Amarilla, el volcán sigue siendo el más activo de Colombia y su comportamiento podría cambiar rápidamente. Se recomienda a la población mantenerse informada a través de los canales oficiales y seguir las indicaciones de las autoridades de gestión del riesgo.
No es posible detectar un sismo o un temblor con antelación debido a la naturaleza impredecible de los movimientos sísmicos. Los terremotos ocurren cuando las placas tectónicas de la Tierra se deslizan o se rompen, liberando energía acumulada.
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Este proceso ocurre de manera subterránea y, aunque se pueden identificar ciertas señales previas, como pequeños temblores llamados réplicas, no se puede prever con exactitud cuándo ni dónde ocurrirá un evento sísmico mayor.
La falta de tecnología capaz de monitorear los movimientos de las placas en tiempo real y la complejidad de los factores involucrados hacen que la predicción de sismos sea aún un desafío.