Familiares del confeso parricida Juan David Perdomo hablaron sobre el joven: “Lo llevaban a todos lados, no salía solo”

Continúa el impacto del duro crimen del asesinato de una pareja de padres, en Villavicencio, a manos su propio hijo, Juan David Perdomo Wehdeking, que confesó a las autoridades haber quitado la vida de la pareja de esposos en su propia vivienda, en el barrio Kirpas.

Mientras avanza la investigación para esclarecer los motivos del brutal ataque, y minutos después de que en audiencia con la Fiscalía General de la Nación el joven confesara su delito, familiares de las víctimas se han pronunciado y han dado detalles sobre la dinámica familiar y la relación que los fallecidos padres mantenían con el joven.

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Las víctimas, identificadas como José Luis Perdomo Hernández y Sonia Wehdeking Baños, fueron encontrados sin vida dentro de su vivienda durante la madrugada del 22 de marzo de 2025. Vecinos alertaron a las autoridades tras escuchar gritos y golpes, pero cuando los uniformados llegaron, Juan David ya había huido en el vehículo familiar con rumbo a Bogotá, donde posteriormente fue capturado en la localidad de Tunjuelito.

Sin embargo, en entrevista con medios nacionales, Gisell Wehdeking, hermana de Sonia, describió a su sobrino como un estudiante ejemplar y una persona sin antecedentes de comportamientos extraños. “Era un excelente estudiante, siempre sobresalía y ya estaba a punto de graduarse”, aseguró en declaraciones a Citytv.

De acuerdo con lo reportado por las autoridades, la pareja, originaria de Santander, había decidido mudarse a Villavicencio aproximadamente ocho meses atrás para acompañar a Juan David en sus estudios y brindarle apoyo.

Incluso, la joven Gisell también se refirió a la relación entre los padres y su hijo, y descartó la existencia de conflictos previos, salvo que, al parecer, al joven no lo dejaban salir solo.

“Nada de problemas, antes lo sobreprotegían, no lo dejaban salir, lo llevaban y lo traían de la universidad”, relató.

De acuerdo con un artículo que publicó Semana, un testimonio paralelo coincide con el de un vecino de la familia, que afirmó que la dinámica entre los tres siempre pareció normal. “Uno los veía salir en su carro, los papás del muchacho lo llevaban a todos lados, él no salía solo”, comentó el vecino al diario santandereano Vanguardia.

La captura de Juan David Perdomo Wehdeking en Bogotá fue el inicio de un proceso judicial que busca esclarecer los motivos del crimen y determinar su responsabilidad en los hechos.

Tras su detención, fue trasladado al Meta y quedó a disposición de la Fiscalía General de la Nación. Mientras tanto, la Policía continúa con la recolección de pruebas y testimonios que permitan esclarecer lo sucedido en la madrugada del sábado. La familia de las víctimas, entre el dolor y la incredulidad, pide que el caso no quede en la impunidad y que se haga justicia por la trágica pérdida de José Luis y Sonia.

Perdomo, en las horas de la mañana del 25 de marzo de 2025, confesó haber asesinado a sus padres en un acto de extrema violencia ocurrido en la madrugada del 22 de marzo. Como informó la Fiscalía, durante una audiencia judicial presentó detalles escalofriantes sobre el crimen. La Fiscalía lo calificó como un acto de “extrema sevicia”.

De acuerdo con lo expuesto por la Fiscalía, el ataque comenzó mientras José Luis Perdomo descansaba en una mecedora dentro de la vivienda familiar. En ese momento, el agresor utilizó un cuchillo como arma principal para perpetrar el crimen.

La madre del acusado, Sonia Wehdeking, también fue atacada con la misma brutalidad, y sufrió al menos tres heridas graves. Por su parte, el padre recibió múltiples lesiones adicionales. Según la Fiscalía, la violencia ejercida fue tal que el cuchillo empleado en el ataque terminó rompiéndose debido a la fuerza de las agresiones.

La Fiscalía imputó a Juan David Perdomo por el delito de homicidio agravado, una calificación que responde a la gravedad de los hechos y a la crueldad con la que se ejecutaron. Durante la audiencia, el fiscal encargado del caso explicó que el nivel de violencia utilizado contra las víctimas, sumado a la relación de parentesco entre el agresor y las víctimas, agrava aún más la situación legal del acusado. Según el artículo 103 del Código Penal colombiano, este tipo de crímenes puede conllevar penas severas, aunque la aceptación de los cargos por parte del acusado podría reducir su condena hasta en un 50%.