Ladrones secuestraron y robaron a madre e hijo en cerros Bogotá: “Dijeron que estaban haciendo eso por sus hijos”

María Mercedes Azuero y su hijo fueron abordados por dos hombres armados mientras caminaban por la zona conocida como quebrada La Vieja. Exigieron $3 millones, pero las víctimas solo lograron conseguir $900.000

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Las víctimas fueron amenazadas con
Las víctimas fueron amenazadas con armas de fuego y armas blancas - crédito Acueducto y Colprensa

La inseguridad en Bogotá no cesa y los ciudadanos siguen denunciando en medios de comunicación y redes sociales casos de hurto de los que han sido víctimas y las agresiones que han sufrido por cuenta de los delincuentes. Uno de los casos más recientes se registró el 20 de marzo de 2025 en los Cerros Orientales de Bogotá, en la zona conocida como quebrada La Vieja, en la localidad de Chapinero.

Una ciudadana, identificada como María Mercedes Azuero llegó hasta el lugar para hacer yoga, senderismo y otras actividades en compañía de su hijo. En cierto punto de la caminata que estaban haciendo, se detuvieron y, en ese momento, fueron abordados por sujetos que los intimidaron y amenazaron con sus armas. “Aparecieron dos hombres jóvenes armados con armas de fuego, con armas blancas, y en el momento que nos vieron nos dijeron: ‘Quédense quietos, no se vayan a mover. Si se mueven, les disparamos. Entréguennos todo lo que tienen’”, detalló la ciudadana, en conversación con Noticias Caracol.

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Según detalló, ya había escuchado sobre casos de robo que se han presentado en los Cerros Orientales, por lo que prefirió ir sin ningún objeto de valor. No obstante, la estrategia que utilizó para evitar un hurto, terminó empeorando la situación de riesgo en la que se encontraban. Pues, cuando los criminales notaron que había pertenencias para hurtar, aseguraron que si no daban cierta cantidad de dinero, no los dejarían ir.

Los ladrones exigieron una transferencia
Los ladrones exigieron una transferencia millonaria por Nequi - crédito Pixabay

Exigieron entonces una transacción por Nequi, por lo que su hijo abrió la aplicación, pero el saldo que tenía disponible no era suficiente para los ladrones, que los tuvieron secuestrados por dos horas. En consecuencia, exigieron que consiguieran más dinero como pudieran. “Ellos pedían que nosotros escribiéramos y pidiéramos dinero a las personas conocidas”, relató la mujer al informativo citado.

La ciudadana aseguró que solo podían conseguir $1 millón, porque su hija, la persona que tenía el dinero, no manejaba más recursos. Sin embargo, exigieron $3 millones. Luego, descubrieron que Azuero tenía consigo las llaves de su carro.

“Dijeron: ‘No, pero si usted tiene carro. Nos vamos a llevar el carro y su reloj’”, explicó la mujer. Pero, a pesar de que amenazaron con hurtar el vehículo, siguieron pidiendo a las víctimas que consiguieran lo $3 millones que habían exigido desde un inicio. De lo contrario, seguirían secuestrados por más tiempo.

Los delincuentes se llevaron el
Los delincuentes se llevaron el celular del hijo de María Mercedes Azuero - crédito Pixabay

Finalmente, la mujer se puso en contacto con su hija para que le enviara el dinero que tuviera ($900.000), no sin antes intentar convencerla de que la situación era real de que era necesario que hiciera la transferencia. “Ella no iba a hacer la transferencia, hasta que ya nos identificó y en ese momento la hizo, pero de aquí a que pasara de los bancos y todo, pues estábamos allí. Decían que nos dijeron que nos iban a llevar a otro lado, nos comenzaron a mover de lado para que hubiera señal. Estaban muy angustiados de que no llegara el dinero”, detalló.

Solo hasta que verificaron que los recursos habían llegado y de que pudieron enviarlos a una cuenta de Nequi, los liberaron. Se llevaron el celular del hijo de Azuero, y devolvieron a la mujer el reloj de correr que tenía, porque se veía “buena gente”.

La hija de la víctima
La hija de la víctima pudo transferir $900.000 para conseguir la liberación de sus familiares - crédito Luisa González/Reuters

Ellos me dijeron que estaban haciendo eso por sus hijos. Yo les dije: ‘Yo también soy mamá y estoy aquí con mi hijo′. Hablaban mucho de que el Gobierno no les estaba dando muchas oportunidades, que estaban aguantando mucha hambre, que lo que les habían prometido no se los estaban dando, que ellos habían estado privados de la libertad y que cuando salen no se les da trabajo”, contó. Tras ser liberados, denunciaron lo ocurrido ante las autoridades.