Los colombianos vivirán una de las peores crisis de dinero en 2025 por movimientos del Gobierno Petro y el salario mínimo

El panorama fiscal de Colombia sigue siendo objeto de análisis de expertos y entidades financieras, tanto nacionales como internacionales, debido al alto nivel de déficit que el país enfrenta y los retos que esto representa para el Gobierno de Gustavo Petro. Esto, teniendo en cuenta, entre otras cosas, el cumplimiento de la regla fiscal (norma que establece que el límite de deuda es igual a 71% del Producto Interno Bruto -PIB- y el ancla de deuda es igual a 55% del PIB) está en duda.

Y es que el déficit fiscal alcanzó un preocupante -6,8% del PIB en 2024, una cifra que no se veía desde los tiempos más críticos de la pandemia del covid-19. Ahora, aunque el Gobierno se propuso como meta cerrar 2025 con un saldo de -5,1% del PIB, los especialistas se muestran preocupados por el panorama y consideran que este objetivo resulta demasiado optimista y prevén que será mayor.

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De acuerdo con las proyecciones recientes, la posibilidad de cumplir esta meta genera escepticismo en el sector financiero. Bancolombia, en particular, ajustó al alza su pronóstico del déficit fiscal para 2024. “Estimamos que el déficit será equivalente al 5,9% del PIB al final de este año, lo que refleja un ajuste significativo frente a nuestro estimado anterior del -5,1 %”, precisó la directora de Investigación Económicas de la entidad, Laura Clavijo.

Otro factor que suma incertidumbre es la disparidad entre los cálculos del Ministerio de Hacienda y las estimaciones del Comité Autónomo de la Regla Fiscal (Carf). Mientras el ministerio anticipa ingresos por $323,9 billones de pesos colombianos, el Carf estima que estos ingresos no pasarán de $290 billones.

Las perspectivas para la política monetaria también reflejan las tensiones fiscales. Un informe del Banco de la República señala que la tasa de interés podría mantenerse contractiva durante buena parte de 2025. Aunque se estiman recortes graduales de 25 puntos básicos, podría haber un ajuste adicional de 50 puntos básicos hacia el final del año, con una tasa de cierre del 7,5%.

Esto contradice proyecciones anteriores que situaban la tasa en 6,5%. Sobre esto, Bancolombia afirmó que “los riesgos prevalentes en el panorama de la inflación y el aumento de la incertidumbre fiscal limitan el margen para normalizar la política monetaria”.

La inflación, por su parte, también sufrirá ajustes derivados del incremento del salario mínimo y la indexación de precios.

Bancolombia revisó su pronóstico para este indicador, por lo que sugirió que cerrará en diciembre con una variación del 4,4% del Índice de Precios al Consumidor (IPC), ligeramente por encima del 4% proyectado en un principio. Esto está relacionado con el “impacto del alza en el salario mínimo y los riesgos alcistas en los precios de bienes y servicios regulados”, aclaró la entidad. Como se recordará, este indicador ha hecho que la Junta Directiva del Banco de la República haya hecho ajustes moderados a la tasa de interés (9,5% actual).

En lo que respeta las expectativas de crecimiento económico, el banco se mostró más optimista. Según las estimaciones, el PIB del país crecerá un 2,6% para 2025, con lo que se mantendrá estable frente a proyecciones anteriores, mientras que para 2026 anticipa un repunte del 3%.

La entidad concluyó que “la economía colombiana inició una senda de recuperación desde el año pasado, una tendencia que podría extenderse de forma sostenida“.

Por otro lado, los cambios en el gabinete de Hacienda también generan expectativas.

Tras la salida de Diego Guevara, Clavijo espera que el nuevo titular adopte “un tono distinto”, pero advirtió que el cumplimiento de la regla fiscal y el control de la deuda requerirán una estrategia sólida. Este hecho añade complejidad al escenario ya anticipado por las cifras de este año.