‘Jardín del Valle’, esta es la joya cafetera que preserva memoria, tradición y biodiversidad natural

Trujillo, también conocido como el “Jardín del Valle”, es uno de los municipios más jóvenes del departamento del Valle del Cauca, se destaca no solo por su riqueza natural y cultural, sino también por su inclusión en el Paisaje Cultural Cafetero, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

De acuerdo con la Gobernación del Valle, este municipio, ubicado en la región norte del departamento, combina tradiciones de influencia caldense con la cultura valluna, lo que lo convierte en un destino único dentro de los 42 municipios que conforman el Valle.

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Según la cartera, Trujillo es conocido como el “Jardín del Valle” debido a sus paisajes biodiversos, adornados por ríos como el Culebras, el Cuancua, el Blanco y el Cáceres, así como por sus extensos cultivos de café. Este municipio basa su economía en la producción cafetera, la ganadería y los cultivos de plátano y banano, actividades que han moldeado su identidad y desarrollo. Además, el turismo ha ganado relevancia en los últimos años, especialmente durante las festividades locales.

Trujillo ofrece una amplia variedad de atractivos turísticos que destacan tanto por su belleza natural como por su valor histórico y cultural. Según la Gobernación del Valle, entre los sitios más emblemáticos se encuentran:

• Los cerros Azul y Monteloro: los visitantes pueden disfrutar de cultivos de mora y aguacate, lagos de truchas y una neblina que envuelve el paisaje en un aire de misterio. Estas características hacen de Trujillo un lugar ideal para los amantes de la naturaleza y el ecoturismo.
• Parque Monumento a las Víctimas de Trujillo: un espacio dedicado a honrar la memoria de quienes sufrieron la violencia en la región durante la década de 1980. Este monumento no solo es un recordatorio de los hechos del pasado, sino también un símbolo de resiliencia y reconstrucción social.
• La Iglesia de Nuestra Señora del Rosario: considerada parte del patrimonio arquitectónico de Colombia, es otro de los lugares destacados. Este templo, que alberga una imagen de la Virgen del Rosario traída de Europa en 1917, es un importante centro de devoción y un ejemplo del legado cultural y religioso del municipio.

El calendario de Trujillo está marcado por dos celebraciones principales que reflejan su identidad y tradiciones. Según la dependencia, en noviembre se llevan a cabo las fiestas agropecuarias y del café, un evento que atrae a visitantes de diferentes regiones. Durante estas festividades, los asistentes pueden disfrutar de platos típicos como el sancocho de gallina preparado en leña y los fríjoles, además de participar en actividades como bailes, conciertos y comparsas.

Por otro lado, en octubre se celebra el día de la familia o las fiestas del retorno, una conmemoración impulsada por la Unidad de Víctimas como parte del proceso de reparación colectiva del municipio. Este evento busca fortalecer los lazos familiares y comunitarios, en el que se promueve la reconciliación y el tejido social en una población que ha enfrentado desafíos históricos.

La historia de Trujillo está estrechamente ligada al proceso de colonización del norte del Valle del Cauca en la década de 1870. Según el sitio web del Paisaje Cultural Cafetero, durante este periodo, numerosos colonos llegaron a la región y se asentaron en las fértiles tierras que hoy conforman el municipio. En 1922, Trujillo fue reconocido como corregimiento bajo el nombre de Vernaza, y en 1930 adquirió su estatus actual como municipio, en honor al presidente liberal Julián Trujillo.

El municipio se consolidó como un bastión del liberalismo en una región tradicionalmente influenciada por la cultura conservadora antioqueña. Este perfil político, combinado con el auge de la producción cafetera, permitió que Trujillo se destacara entre los municipios del norte del Valle, tanto por su desarrollo económico como por su relevancia en la historia política del departamento.

A pesar de los desafíos históricos que ha enfrentado, Trujillo se ha posicionado como un ejemplo de resiliencia y esperanza. Según la Gobernación del Valle, su reconocimiento como sujeto de reparación colectiva por parte del Gobierno nacional es un paso importante en el proceso de reconciliación y fortalecimiento comunitario. Este municipio, que combina tradición, naturaleza y cultura, continúa trabajando para preservar su legado y construir un futuro prometedor para sus habitantes.

Con su riqueza natural, su historia única y sus tradiciones culturales, Trujillo se presenta como un destino que invita a descubrir la diversidad del Valle del Cauca y a reflexionar sobre la importancia de la memoria y la identidad en la construcción de comunidades más fuertes y unidas.