Estas son cinco actividades para “sacarle provecho” a su visita a El Rodadero, en Santa Marta

Ubicado a tan solo diez minutos de Santa Marta, en la bahía de Gaira, El Rodadero se ha consolidado como uno de los destinos turísticos más populares de la región.

Su atractivo se debe, en gran parte, a su excelente infraestructura hotelera, que ha ido creciendo con el paso de los años, y a la belleza natural de sus playas, donde la arena blanca, el mar tranquilo y el clima tropical crean un ambiente ideal para disfrutar de diversas actividades, especialmente los deportes náuticos.

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El nombre El Rodadero proviene de un fenómeno natural único: una montaña de arena ubicada en un cerro adyacente a la playa, que permitía a los bañistas deslizarse y caer en las aguas cristalinas. Aunque hoy en día este espectáculo natural ha desaparecido debido al viento habría dispersado la arena, el recuerdo de la experiencia persiste en la memoria colectiva.

La playa de El Rodadero, con sus aguas tranquilas y cristalinas, es el centro de atención para quienes buscan practicar deportes acuáticos.

Los turistas pueden alquilar equipos y recibir clases de actividades como el snorkel o el jet ski.

Cabe señalar que, el snorkel es una actividad acuática que permite explorar el fondo marino de manera fácil y segura, utilizando un tubo (snorkel) y una máscara para respirar mientras se nada en la superficie del agua. Es ideal para observar la vida marina cerca de la costa sin necesidad de sumergirse completamente.

De otro lado, el jet ski es una moto de agua motorizada que permite a los usuarios deslizarse rápidamente sobre la superficie del mar, convirtiéndose en una experiencia llena de adrenalina.

A pocos minutos de la playa se encuentra el Acuario y Museo del Mar, una parada obligatoria para quienes desean aprender sobre la biodiversidad marina del Caribe colombiano.

Este acuario alberga una impresionante colección de especies nativas de la región, como tiburones, rayas y tortugas. Además, ofrece espectáculos en vivo con delfines y leones marinos, que encantan tanto a niños como a adultos. El museo también proporciona información educativa sobre la vida marina y los esfuerzos de conservación en la región.

Para aquellos que buscan un ambiente más tranquilo, Playa Blanca es el destino ideal. Accesible en lancha desde El Rodadero, esta playa es conocida por su belleza natural y la serenidad de sus aguas.

Con su arena fina y blanca, es el lugar perfecto para practicar snorkel y explorar la vida marina en sus aguas cristalinas. Las lanchas que transportan a los turistas ofrecen vistas espectaculares de la costa y el mar Caribe, haciendo de la travesía una experiencia memorable.

La plaza de El Rodadero está rodeada de una amplia variedad de restaurantes y puestos de comida que permiten disfrutar de lo mejor de la gastronomía costeña colombiana.

Entre los platos más destacados se encuentran el ceviche de camarones, el pescado frito con patacones y el arroz con coco, que capturan los sabores frescos y tropicales de la región. Además, los puestos de comida callejera ofrecen bocados típicos como arepas de huevo, carimañolas y empanadas, ideales para disfrutar mientras se pasea por la zona.

El Rodadero también es conocido por su vibrante vida nocturna. Bares y discotecas se aglutinan en la plaza y sus alrededores, ofreciendo música en vivo, DJ internacionales y ritmos caribeños como la salsa, el merengue y el reguetón.

La fiesta en El Rodadero no termina al caer la noche, y durante la temporada alta, los eventos especiales y conciertos atraen a multitudes.

Las terrazas al aire libre permiten disfrutar de una bebida con la brisa marina, creando una experiencia única para quienes buscan disfrutar de la diversión nocturna en el Caribe colombiano.