Colombiana terminó con quemaduras por comerse una empanada que explotó: “Era diferente a las demás”

La paisa comentó que, aunque llevaba 15 a 20 minutos enfriándose, este alimento terminó causándole quemaduras en boca y mentón

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El típico de la cocina
El típico de la cocina colombiana le causó quemaduras en boca y mentón - crédito @natalyrubiio / TikTok

Comerse una empanada se convirtió en una actividad riesgosa o, al menos, es lo que la colombiana Nataly Rubio concluyó tras sufrir quemaduras visibles en boca y mentón al darle un mordisco al típico de la cocina colombiana.

Según recordó en un video compartido a través de su perfil en la plataforma TikTok, el día del accidente, junto a su pareja, decidieron “hacer empanadas, pero fritarlas. Normalmente, las hacemos en la freidora (de aire), pero ese día, como íbamos a invitar a más personas, decidimos hacerlo frito, que es lo que gusta a la gran mayoría”.

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Tuvo quemaduras visibles en su rostro durante al menos una semana - crédito @natalyrubiio / TikTok

Y, aunque esperaron para repartirlas, terminó dejándole una cicatriz cuando le dio el primer bocado: “Las empanadas no estaba recién salidas (del aceite), llevaban como 10 o 15 minutos por fuera cuando mi esposo fue a repartirlas. Les entregó a mi cuñada y a su esposo y la mordieron sin problemas, porque estaban más frías. Cuando cojo la mía pensé: ¿si salió hace rato por qué está tan caliente todavía? Entonces la mordí en la esquinita y botó un vapor. Pensé que ya había salido todo; así que mordí con más confianza para que siguiera enfriándose y seguí con la otra esquina”.

Tuvo quemaduras visibles en su rostro durante al menos una semana - crédito @natalyrubiio / TikTok

Analizando lo ocurrido, comentó que la empanada “estaba muy dura, el caparazón estaba muy duro y por eso hice fuerza. Parecía una piedra (...) pero la empanada explotó. Yo lo que noté antes es que, en vez de irse enfriando, mantuvo la temperatura y, a grandes trasgos, era una empanada diferente a las demás”.

Concluyó que terminó explotándole en la boca debido a que “se selló la empanada y el aceite no tuvo como salir”, hasta cuando le dio el mordisco y se derramó sobre ella.

La empanada habría tenido aceite
La empanada habría tenido aceite dentro - crédito Ipes

Temperatura de los alimentos podría modificar la sensación de saciedad:

La temperatura de los alimentos que consumimos puede tener un impacto significativo en nuestra salud digestiva, especialmente en personas con condiciones como gastritis o síndrome de intestino irritable. Según un informe médico, ingerir alimentos extremadamente calientes o fríos puede afectar la mucosa del estómago y dificultar el proceso digestivo, lo que podría derivar en inflamación abdominal y otros malestares.

De acuerdo con la licenciada en nutrición Araceli Vallone, especializada en nutrición y obesidad, la mucosa gástrica es particularmente sensible a las temperaturas extremas. Vallone explicó al medio que, en casos de gastritis, donde ya existe un proceso inflamatorio, consumir alimentos muy calientes o picantes puede agravar el daño en la mucosa, lo que a su vez puede retrasar el vaciamiento gástrico. Este fenómeno no solo intensifica la inflamación, sino que también prolonga la sensación de malestar en el sistema digestivo.

El consumo de alimentos a una temperatura moderada, cercana a la del cuerpo humano, puede ser una solución efectiva para prevenir la inflamación abdominal. Esta práctica permite que el organismo procese los alimentos de manera más eficiente, ya que no requiere un esfuerzo adicional para equilibrar la temperatura de lo ingerido con la del cuerpo y resulta especialmente beneficioso para quienes padecen trastornos digestivos.

Por su parte, la licenciada en nutrición Mariana Patrón Farias, directora de Nutrim y consultora en programas de alimentación saludable, señaló que la inflamación abdominal en personas con problemas digestivos no siempre está relacionada con la temperatura de los alimentos, sino con dificultades para digerirlos completamente. Sin embargo, mantener una temperatura adecuada en las comidas puede contribuir a una digestión más cómoda y eficiente.

Y es que, la temperatura de los alimentos no solo influye en la salud digestiva, sino también en la percepción de hambre y saciedad. Aunque no se trata de una estrategia para perder peso, comer de manera consciente y equilibrada puede ayudar a regular el apetito y, a largo plazo, contribuir al control del peso corporal. Este enfoque promueve una relación más saludable con la comida, basada en la selección de alimentos nutritivos y en la atención a factores como la temperatura.

La frase “todo en su justo equilibrio” cobra especial relevancia en este contexto, ya que tanto los extremos de calor como de frío pueden ser perjudiciales. Adoptar hábitos alimenticios que respeten este principio puede marcar una diferencia significativa en la calidad de vida de las personas, especialmente aquellas con condiciones digestivas preexistentes.