En la Comisión Séptima del Senado, donde se hundió la reforma laboral del Gobierno nacional, que convocó a una consulta popular para que la ciudadanía decida sobre el futuro de la iniciativa, la senadora Paloma Valencia se refirió a las problemáticas que podrían empeorar si se aprobara el proyecto. De acuerdo con la congresista y precandidata a la Presidencia, la reforma implica una destrucción de los empleos en Colombia.
La senadora puso como ejemplo el caso de una empresa productora de chocolate que se ha visto afectada por el incremento de los costos laborales, pese a que todavía no se ha implementado la reforma. Según detalló, el impuesto saludable y el incremento en el salario mínimo legal mensual vigente han afectado a la compañía, que ha tenido que reducir el talento humano en más del 50% en dos años.
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“Hace dos años tenían 100 empleos, hoy tienen 20. Porque, qué pasa con los famosos impuestos saludables, las subidas del salario mínimo, la gente ya no está tomando chocolate al desayuno. No les alcanza la plata. Y cuando la gente deja de comprar el producto porque se pone más caro, los empresarios reducen el empleo”, detalló la congresista en medio de la discusión de la reforma laboral.
El debate sobre la reforma laboral en el Congreso de la República de Colombia culminó en un tenso y acalorado enfrentamiento entre el representante a la Cámara Alfredo Mondragón, del Pacto Histórico, y el senador Alirio Barrera, del Centro Democrático. La discusión, que inicialmente giraba en torno a la decisión de archivar la reforma, escaló a un intercambio de gritos y acusaciones en el recinto legislativo.
El proyecto de reforma laboral ya estaba virtualmente hundido, debido a que ocho senadores presentaron una ponencia negativa en su tercer debate. Finalmente, la iniciativa fue archivada con una votación de ocho votos a favor y seis en contra, lo que desató la furia de algunos sectores políticos, en particular del Pacto Histórico, que había impulsado la reforma como una de sus apuestas más importantes en el Congreso.
Uno de los momentos más tensos de la sesión se produjo cuando Mondragón, visiblemente molesto por la decisión, comenzó a gritar en la plenaria. Según videos que circularon en redes sociales, el representante se acercó al senador Barrera en un tono desafiante, lo tocó hombro a hombro y lanzó duras críticas a él y a su partido político.
En las imágenes se puede escuchar a Mondragón reclamando: “¿Fuera los tiradores laborales del país? Es el Senado, hombre. ¿Y por qué mirás con cara de matón? ¿Qué mirás con esa cara de matón? ¿O creés que te van a seguir comiendo, pues, como que vos el Centro Democrático? Los van a derrotar en la clase obrera en la calle”.
Apenas minutos después de declararse el archivo y, por ende, el hundimiento del consabido proyecto de ley, tras el ejercicio del bloque opositor, que no dio cabida a una reacción del oficialismo en una votación que terminó 8 a 6, Petro compartió una imagen en su perfil de X: originalmente publicada por la cuenta @notiparaco, en la que muestran a los senadores que no aprobaron la reforma como presidiarios, junto con sus nombres y sus partidos políticos.
Junto a ellos fue incluido Efraín Cepeda, presidente del Congreso, y con el que el primer mandatario ha tenido fuertes desencuentros, tanto en las redes sociales como en los medios de comunicación, y al que de hecho ha acusado de querer asumir el poder en su condición de titular del legislativo. Con ello, Petro se unió a los diferentes carteles con los que, según los mismos senadores, se ha criminalizado su ejercicio político y puesto en riesgo su vida, pues las repercusiones de lo dicho por el presidente son fuertes.
Con ocho votos por el “Sí” y seis por el “No”, y en medio de tensiones, la Comisión Séptima del Senado de la República aprobó la ponencia de archivo del proyecto de reforma laboral del gobierno de Gustavo Petro. Con esto, tal y como se esperaba desde la semana pasada, la iniciativa se hundió en la corporación y el mandatario sufrió un nuevo revés.
No obstante, Petro ya anunció hace varios días que tramitaría una consulta popular en caso de que esto sucediera.
La Comisión Séptima del Senado de la República definió, el 18 de marzo, el futuro del proyecto de reforma laboral del Gobierno de Gustavo Petro. Esto, debido a que se debate la ponencia de archivo de la iniciativa, que fue firmada por ocho congresistas y por lo que está virtualmente hundida. Dicha discusión se registra en medio de las marchas establecidas por el Gobierno Petro para defender esta reforma, así como la de la salud.
Entre los argumentos de los senadores para hundirla está que no genera empleo, sino que lo destruye (el Banco de la República dice que se destruirían hasta 450.000 empleos formales), así como impulsa la informalidad en vez de buscar la reducción de esta.
En medio del debate, el ministro del Trabajo, Antonino Sanguino, afirmó que el Gobierno nacional no cederá ante presiones ni permanecerá inactivo frente a los obstáculos que enfrenta la reforma laboral en la Comisión Séptima del Congreso de la República. Enfatizó en el propósito de esta iniciativa de cerrar brechas, garantizar derechos laborales y adaptarse a los cambios tecnológicos.
“Nosotros estamos listos para desmontar una por una las falacias que se han esgrimido contra una reforma tan necesaria para profundizar la democracia en Colombia y para garantizar los derechos de los trabajadores y trabajadoras”, dijo el funcionario.
De igual forma, recordó que “una reforma que disminuye brechas, que restituye derechos adquiridos que fueron desmontados en el pasado, que nos pone a tono con las nuevas circunstancias tecnológicas del mundo de hoy que impactan en el mundo del trabajo”. Del mismo modo, afirmó que parte de los objetivos es reducir la informalidad en sectores específicos como el rural, el arte y la cultura.
En opinión de Sanguino, el desarrollo democrático y los derechos laborales no deben desviarse por intereses contrarios a la reforma. Por eso, expresó su descontento hacia los ocho senadores que presuntamente buscan frenar la discusión. “Esperemos que le quede algo de sensatez a los ocho senadores que pretenden sepultar la discusión en el Congreso de la República. Nosotros vamos a insistir hasta el final”, resaltó el ministro, al puntualizar que el Gobierno no se limitará a la gestión institucional, sino que llevará su respaldo a las calles.
En lo que va del debate se han presentado fuertes intervenciones. Por ejemplo, el senador Honorio Henríquez, del Centro Democrático, y uno de los que firmó la ponencia de archivo, presentó su posición al decir que “la reforma laboral es un golpe letal al empleo, a las empresas y a la familia colombiana. No crea trabajo, no ayuda a los informales, no beneficia a los desempleados y mucho menos a los jóvenes”.
Insistió en que “una reforma laboral coherente requiere ampliar el acceso al empleo formal, reducir barreras para la contratación, generar nuevos puestos de trabajo y crear condiciones reales para el emprendimiento y la competitividad”.
Por su parte, la senadora Esperanza Andrade, del Partido Conservador, dijo que “estudiado el proyecto de ley, encontramos que este no se ajusta a lo que se denomina trabajo decente y digno”.
Agregó: “Esta reforma, lo dice el Banco de la República en un informe serio, destruye casi 500.000 empleos, aumentando costos laborales que impactarían en principal medida la generación de empleo formal”.