Pese a las intensas lluvias, en Bogotá se sigue consumiendo más agua de la que llega al sistema Chingaza: esta es la razón

Las autoridades implementan medidas de ahorro y alternativas como pozos profundos mientras monitorean la respuesta de los principales reservorios que surten de agua a la capital de la República

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La extracción diaria en Bogotá
La extracción diaria en Bogotá dificulta la recuperación de los niveles de los embalses - crédito Eaab

A pesar de las lluvias registradas en Bogotá durante febrero y marzo, los niveles de los embalses que abastecen de agua a la ciudad y sus alrededores no han mostrado una recuperación significativa.

Esta situación ha llevado a las autoridades a mantener las medidas de racionamiento y a insistir en la importancia de las prácticas de ahorro de agua. La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) explicó que, aunque las precipitaciones han sido intensas, estas no han caído en las zonas críticas que alimentan los embalses del Sistema Chingaza, principal proveedor de agua para la capital.

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De acuerdo con Alfred Ignacio Ballesteros Alarcón, director general de la CAR, las lluvias en Bogotá no necesariamente benefician a los embalses.

“No siempre que llueve en Bogotá, llueve en las áreas de los embalses. Puede llover intensamente en la ciudad, pero si las precipitaciones no ocurren en las cuencas que los alimentan, no habrá una recuperación significativa en los niveles de agua”, explicó en entrevista con Noticias Caracol en Vivo.

Las lluvias intensas en áreas
Las lluvias intensas en áreas urbanas no benefician significativamente a los embalses - crédito Colprensa

Además, detalló que gran parte del agua de las lluvias en la ciudad termina en el río Bogotá, utilizado principalmente para la generación de energía, y no contribuye al llenado de los embalses.

El régimen de lluvias en la región andina, conocido como bimodal, incluye dos temporadas de lluvias al año. Sin embargo, para que los embalses del Sistema Chingaza se llenen, las precipitaciones deben provenir de la zona oriental y de la Orinoquía, áreas que no han recibido lluvias suficientes en los últimos meses.

Según la CAR, esta falta de lluvias en las zonas críticas ha mantenido los niveles de los embalses en una tendencia descendente, a pesar de las precipitaciones en Bogotá.

El reporte del 14 de marzo de 2025, emitido por la Alcaldía de Bogotá y la CAR, reveló que el nivel del embalse agregado norte se encuentra en un 48,15%, con una tendencia descendente.

El embalse del Neusa ya
El embalse del Neusa ya supera el 80% de su capacidad hídrica - crédito Colparques

Este agregado incluye los embalses de Neusa (80,25%, en ascenso), Sisga (56,60%, en descenso) y Tominé (42,02%, en descenso). Por su parte, el embalse agregado sur presenta un nivel del 91,00%, con una tendencia ascendente, destacando los embalses de Chisacá (83,23%, en ascenso) y Regadera (107,27%, en ascenso).

Sin embargo, el Sistema Chingaza, el más importante para el suministro de agua de Bogotá, se encuentra al 38,11%, con una tendencia descendente, lo que genera mayor preocupación.

Otro factor que complica la recuperación de los embalses es la alta demanda de agua en Bogotá y sus municipios aledaños. Según la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (Eaab), se están extrayendo aproximadamente 16 metros cúbicos de agua por segundo de los embalses, una cantidad que supera su capacidad de recuperación, incluso con las lluvias actuales.

La gerente de la Eaab, Natasha Avendaño García destacó la importancia de mantener los hábitos de ahorro aprendidos en los últimos meses para enfrentar esta situación.

El Sistema Chingaza, clave para
El Sistema Chingaza, clave para Bogotá, alcanza apenas un 38,11% de su capacidad - crédito @CAR_Cundi/X

La CAR también destacó que la extracción constante de agua contribuye a la disminución de los niveles de los embalses. “Cada segundo, extraemos 16 metros cúbicos. Si calculamos cuánto es en minutos, horas o días, entenderemos que, a pesar de las lluvias, no es suficiente para compensar esa extracción constante”, explicó Ballesteros.

Ante este panorama, la entidad está evaluando alternativas como la explotación de pozos profundos y la implementación de sistemas para recolectar y almacenar agua de lluvia, en colaboración con la Gobernación de Cundinamarca.

Por su parte, el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, señaló en una entrevista con Noticias Caracol que, si la tendencia de los niveles de los embalses mejora, el racionamiento podría terminar en abril.

Sin embargo, enfatizó la necesidad de continuar con las medidas de ahorro hasta que se haga un anuncio oficial. Galán recordó que en enero y febrero los niveles estuvieron por encima del promedio histórico, y si marzo sigue esta tendencia, es posible que la situación mejore en el próximo mes.