Ejército Nacional rescató a dos menores reclutadas por disidencias de las Farc, tenían armas en su poder

Las autoridades lograron la captura de uno de los integrantes de un Grupo Armado Organizado Residual (GAO) de las Farc, en Tibú, Norte de Santander

Guardar
Los menores fueron entregados a
Los menores fueron entregados a las autoridades para el restablecimiento de sus derechos. Y fueron llevados al cantón Militar San Jorge de Cúcuta - crédito Ejército Nacional

En medio de las acciones para hacer frente la fuerte crisis de violencia que se despliega en la región del Catatumbo, en el Norte de Santander, por parte de las Fuerzas Armadas del país en contra de grupos armados ilegales, y a través de la Operación Catatumbo, el Ejército Nacional logró la recuperación de dos menores de edad y la captura de un presunto integrante de un Grupo Armado Organizado Residual (GAO-r) en el municipio de Tibú, Norte de Santander.

De acuerdo con el comunicado oficial que compartieron voceros de las fuerzas del orden, con esta acción, ya son 26 los menores rescatados de estos grupos ilegales en la región del Catatumbo. El operativo, llevado a cabo por tropas del Batallón de Operaciones Terrestres N.° 47, permitió localizar a dos niños reclutados ilegalmente, entre ellos uno de apenas 11 años de edad, en la vereda 20 de Julio, en Tibú.

Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.

Durante la intervención, también se incautó una importante cantidad de material de guerra que incluye tres armas cortas, municiones de distintos calibres, proveedores, explosivos improvisados adaptados a drones, equipos de comunicación y un vehículo que fue inmovilizado.

Por medio del brigadier general Mario Contreras, comandante de la Brigada 30 del Ejército Nacional se conoció que los menores tenían en su poder armas que les habían sido asignadas en contra de su voluntad.

Video del armamento que portaban a los menores en contra de su voluntad - crédito Ejército Nacional

“Se pudo efectuar la operación, donde resultan capturadas tres personas. En el momento de verificar sus edades, nos damos cuenta de que, de los tres, hay dos que son menores de edad; pero lo que no se puede permitir, y que nos parece una atrocidad, es que una de estas personas era un niño de 11 años de edad. Los tres portaban armas cortas”, comentó el uniformado.

Los menores fueron puestos de inmediato bajo el cuidado de la Policía de Infancia y Adolescencia, así como del Centro de Servicios Judiciales para Adolescentes, entidades encargadas de garantizar su protección y restablecimiento de derechos. Por su parte, el capturado fue entregado a las autoridades judiciales competentes.

Este operativo evidencia la persistencia de los grupos armados en el reclutamiento forzado de niños, niñas y adolescentes, una práctica que infringe el Derecho Internacional Humanitario y genera temor entre la población civil. Ante esta situación, el Ejército Nacional reafirmó su compromiso en la lucha contra este flagelo, a través de la puesta en marcha de estrategias de prevención para garantizar la seguridad de los menores y debilitar las acciones delictivas de estos grupos ilegales en el nororiente del país.

Video de la llegada de los menores al Cantón Militar San Jorge de Cúcuta para el restablecimiento de sus derechos - crédito Ejército Nacional

Grupos armados ilegales en Buenaventura acuerdan cesar el reclutamiento de menores

Los grupos armados ilegales de Buenaventura, Shottas y Espartanos firmaron un acuerdo el 13 de marzo de 2024 para poner fin al reclutamiento y uso de menores en sus actividades delictivas.

El compromiso fue alcanzado como parte del Espacio de Conversación Socio-Jurídico, un escenario de diálogo que busca mitigar los impactos del conflicto urbano en esta región del Pacífico colombiano.

Este fue el acuerdo que
Este fue el acuerdo que firmaron las dos estructuras armadas - crédito X

El documento firmado por ambas estructuras criminales establece que los menores de edad no serán utilizados en tareas relacionadas con la violencia, como el transporte de armas, la recolección de información o el espionaje. Además, se prohíbe su participación en actividades que los expongan a riesgos, como ser usados como escudos humanos. Este acuerdo también incluye el respeto a los espacios físicos destinados a la infancia, un aspecto clave para garantizar la seguridad de los niños y niñas en una zona históricamente golpeada por la violencia.

El pacto firmado por los Shottas y los Espartanos se fundamentó en principios establecidos tanto en la Constitución de Colombia como en tratados internacionales. De hecho, el acuerdo reconoce la especial protección que debe garantizarse a los menores de edad, en línea con la Convención sobre los Derechos del Niño de 1989 y su Protocolo Facultativo de 2000. Estos instrumentos internacionales prohíben el reclutamiento y uso de niños en conflictos armados, así como su participación en cualquier forma de violencia organizada.