Alerta económica: déficit fiscal de Colombia se dispara y expertos advierten un posible colapso

Las crecientes presiones económicas revelan contradicciones fiscales que generan un dilema. Los datos preliminares del déficit del país no auguran una estabilidad presupuestaria en el corto plazo

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En enero de 2025, el
En enero de 2025, el déficit primario alcanzó un -0,5 % del PIB, superando el límite permitido - crédito Luisa González/REUTERS

Las finanzas públicas de Colombia enfrentan un panorama cada vez más desafiante, con un déficit fiscal que amenaza con desbordarse antes de lo previsto. Aunque en 2024 el Gobierno insistió en que se había respetado la regla fiscal, el debate sobre la sostenibilidad de las cuentas nacionales no se disipa. Ahora, con la mirada puesta en 2025, las señales de alerta se multiplican, y los expertos advierten que el país podría incumplir esta normativa clave para la estabilidad económica.

El economista Camilo Pérez, líder de investigaciones económicas en el Banco de Bogotá, puso en evidencia la magnitud del problema. Según su análisis, la regla fiscal establece que el déficit primario no debería superar el -0,2% del PIB en 2025. Sin embargo, las cifras de enero ya mostraron un desajuste preocupante, alcanzando el -0,5 % del PIB. “La Nación ya está incumpliendo la regla fiscal”, concluyó el experto en su informe.

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En dos meses, el endeudamiento
En dos meses, el endeudamiento por TES pasó de 5,3 a 18 billones de pesos frente al 2024 - crédito @IEBancodeBogota/X

Más allá del incumplimiento técnico, Pérez advierte que los problemas fiscales para 2025 tienen una raíz más compleja que la observada en 2024. Mientras que el año anterior el foco estuvo en la debilidad del recaudo tributario, el desafío actual radica en un gasto elevado y poco flexible. De hecho, las presiones de gasto ya comenzaron a materializarse debido al alto nivel de reservas presupuestales acumuladas, lo que complica aún más la administración de los recursos.

El ritmo de ejecución de los presupuestos también experimentó un cambio significativo en los últimos meses. Según el informe, las entidades estatales aceleraron la utilización de los fondos asignados, lo que podría traducirse en un incremento de la presión sobre el gasto público. “Las cifras de ejecución a febrero mostraron que las entidades del Estado han acelerado el ritmo con el que comprometen recursos que les asignaron en el Presupuesto General de la Nación, siendo una presión de gasto adicional”, destacó el documento.

El dilema es evidente: si el Gobierno ejecuta con mayor rapidez, aumenta la presión sobre el déficit; si no lo hace, persisten los problemas de ineficiencia y subejecución que han caracterizado a la administración pública en los últimos años. En este contexto, cualquier camino parece traer consigo complicaciones económicas y políticas.

El gasto público de Colombia
El gasto público de Colombia se enfrenta a restricciones por reservas acumuladas difíciles de flexibilizar - crédito iStock

Para cubrir las crecientes necesidades de financiamiento, el Gobierno optó por una estrategia de endeudamiento que llamó la atención de los analistas. En los dos primeros meses de 2025, se emitieron títulos de deuda TES por un total de 18 billones de pesos, una cifra considerablemente superior a los 5,3 billones de pesos emitidos en el mismo período de 2024. “El Gobierno afrontó las altas presiones de gasto mediante mayor emisión de TES por 18 billones de pesos”, señaló el informe.

Este ritmo acelerado de endeudamiento es interpretado por los expertos como un reflejo de la creciente escasez de liquidez en las arcas del Estado. Camilo Pérez calificó la situación como “sin precedentes”, resaltando la necesidad de adoptar medidas urgentes para evitar que el país se adentre en una crisis fiscal más profunda.

Aceleración en la ejecución presupuestal
Aceleración en la ejecución presupuestal genera mayor presión fiscal para manejar recursos limitados - crédito Leonardo Muñoz/EFE

A medida que avanza el año, la incertidumbre sobre el futuro de la política fiscal en Colombia se intensifica. Las decisiones que tome el Gobierno en los próximos meses serán cruciales para determinar si logra retomar el control de las finanzas públicas o si, por el contrario, se encamina hacia un escenario de mayor fragilidad económica. En este contexto, los inversionistas y analistas siguen de cerca cada movimiento de la administración para evaluar la sostenibilidad de las cuentas nacionales y su impacto en la estabilidad macroeconómica. Lo que es seguro es que el margen de maniobra es cada vez más reducido y los riesgos, más evidentes, lo que genera preocupación tanto en el ámbito local como internacional.