“La coca no es cocaína”: esta es la otra cara del cultivo que divide al país, ¿erradicarla o darle otro uso?

La canciller Laura Sarabia presentó ante la comunidad internacional una propuesta que cuestiona la clasificación de la hoja de coca como sustancia peligrosa, abogando por su uso industrial y medicinal

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La hoja de coca no
La hoja de coca no solo es un cultivo, sino una planta sagrada para los pueblos indígenas colombianos, quienes defienden su uso cultural y rechazan la estigmatización asociada con el narcotráfico - crédito Montaje Johan Largo/Infobae/Unesco

“La coca no es cocaína, así como las uvas no son vino”. Esta frase, difundida en 2024 por la Unidad para las Víctimas, encapsula un mensaje que busca transformar la narrativa en torno a la hoja de coca, una planta que durante décadas ha sido estigmatizada como símbolo del narcotráfico.

En este contexto, el Gobierno nacional lanzó el jueves 6 de marzo de 2025 el Pacto Social Catatumbo, una ambiciosa estrategia de transformación territorial que incluye un enfoque renovado sobre el uso y significado de esta planta ancestral. Según informó la Presidencia de la República, el programa contará con una inversión de más de 10 billones de pesos, distribuidos en un plan de diez años que incluye vigencias futuras para garantizar su implementación.

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El Pacto Social Catatumbo, que busca transformar una de las regiones más afectadas por el conflicto armado y el narcotráfico, fue diseñado con la participación de más de 3.000 personas. Entre los involucrados se encuentran líderes comunales, mujeres, jóvenes, población Lgbt+, comunidades indígenas como el Pueblo barí, organizaciones campesinas y autoridades locales y departamentales.

Según detalló el Gobierno, este proceso participativo se desarrolló durante dos años, desde que el presidente Gustavo Petro anunció su compromiso con la región. Entre los seis ejes estratégicos del pacto, destaca la transformación económica y productiva de la región, con un enfoque en la sustitución de cultivos ilícitos, un tema que ha generado intensos debates dentro del gabinete presidencial.

Y es que durante el Consejo de Ministros del lunes 3 de marzo, liderado por el presidente Petro, el tema de la sustitución de cultivos ilícitos, particularmente la hoja de coca, fue objeto de discusión. El ministro de la Igualdad, Carlos Rosero, expresó su inconformidad con el enfoque planteado, cuestionando cómo el país debería abordar la transición de los usos ilícitos de la hoja de coca hacia aplicaciones legales.

"El ministro de la Igualdad,
"El ministro de la Igualdad, Carlos Rosero, cuestionó estrategias de sustitución de cultivos ilícitos y propuso explorar usos legales de la hoja de coca." - crédito Fundación de Paz y Reconciliación

Rosero señaló que, al igual que en el caso del cannabis, existe un potencial significativo para explorar usos industriales y medicinales de la planta. “¿Cuándo como país vamos a hacernos la pregunta de cómo vamos a sustituir los usos ilícitos de las matas de coca por usos que son lícitos? (...) Pienso, bueno, no pienso, pensamos desde muchos territorios que ahí hay un camino enorme que debemos transitar como país”.

En respuesta a estas inquietudes, el presidente Petro designó a la canciller Laura Sarabia como la encargada de llevar este mensaje al ámbito internacional. Desde Viena, Sarabia presentó una propuesta para excluir la hoja de coca de la lista de sustancias más dañinas, argumentando que esta clasificación no tiene sustento científico.

Según explicó, la hoja de coca en su estado natural no es perjudicial para la salud y podría ser utilizada en aplicaciones industriales como fertilizantes y bebidas. “Estamos utilizando los procedimientos contenidos en las convenciones internacionales para adelantar esta solicitud. Confiamos en que el estudio científico de la Organización Mundial de la Salud nos dará la razón”, afirmó Sarabia, que también subrayó que la medida no implica abandonar los esfuerzos de erradicación de cultivos ilícitos ni la lucha contra el narcotráfico.

Laura Sarabia propuso ante la comunidad internacional excluir la hoja de coca de la lista de sustancias más dañinas, destacando su potencial industrial y medicinal - crédito Cancillería

La hoja de coca: un símbolo cultural y espiritual para los pueblos indígenas

Más allá de los debates políticos, la hoja de coca tiene un profundo significado cultural y espiritual para las comunidades indígenas de Colombia. Según destacó la Unidad para las Víctimas en un pódcast especial de 2024, esta planta es considerada un regalo de la madre tierra, un elemento esencial en la cosmogonía de los pueblos originarios.

Para el pueblo nasa, por ejemplo, la hoja de coca es parte de su vida cotidiana y ritualidad durante milenios. Fabiola Piñacué Achicué, líder indígena y fundadora de Coca Nasa, relató cómo esta planta ha sido estigmatizada por campañas publicitarias y políticas que la asocian exclusivamente con el narcotráfico.

“Nosotros heredamos la hoja de coca de nuestros ancestros. Es parte de nuestra cultura, de nuestro trabajo, de nuestras ceremonias. No podemos permitir que se sacrifique nuestra identidad por el polvo blanco que otros producen”, afirmó Piñacué.

Fabiola Piñacué Achicué, líder nasa,
Fabiola Piñacué Achicué, líder nasa, destacó el significado cultural de la hoja de coca como herencia ancestral y rechazó su estigmatización - crédito Comisión de la Verdad

Por otro lado, pero igual de profundo en la cosmogonía de los pueblos originarios; en la Sierra Nevada de Santa Marta, la hoja de coca, conocida como hayo, también ocupa un lugar central en la vida de los pueblos indígenas como los kankuamos, arhuacos, koguis y wiwas.

Según explicó Evelio de Jesús Rodríguez, líder indígena kankuamo, esta planta es sagrada y se utiliza en ceremonias tradicionales que simbolizan la conexión con la naturaleza y la extracción de palabras dulces y sabias. Rodríguez detalló el proceso tradicional de cultivo y preparación del hayo, que se realiza con profundo respeto por la madre tierra. “No es la mata que mata, porque si lo fuera, ya no existiríamos como comunidades indígenas”, afirmó, subrayando la importancia de preservar el uso cultural de la planta frente a las políticas de erradicación.

Rodríguez destacó además una práctica común y respetuosa que se construye alrededor de la hoja de hayo, que además hace parte de la forma de relacionarse y comunicarse con los miembros de los otros pueblos de la Sierra Nevada.

"Para los pueblos de la
"Para los pueblos de la Sierra Nevada de Santa Marta, la hoja de coca es sagrada y central en ceremonias tradicionales de conexión con la naturaleza." - crédito Unesco

“Eso tiene un significado más que profundo para nosotros. Cuando nos encontramos en la sierra con un paisano, llámese un arhuaco, llámese un kogui o llámese un wiwa, un kankuamo, nosotros no nos damos la mano para saludarnos, lo primero que hacemos es esto: - Mira este poquito de hayo, yo se lo echo en la mochila a mi compañero, al que encontré y él, por supuesto, saca de su mochila y me saluda -. Ese es el principal saludo. Ya después, si viene la mano y a conversar, se dijo, y hablar, se dijo, a poporear la palabra, a escribir en el poporo y de pronto en el pensamiento extraer la palabra. Por eso para nosotros la planta de hayo es tan sagrada que es símbolo de extraer la palabra dulce, de extraer la palabra sabia”.

Un llamado a la resignificación y regulación

La discusión sobre la hoja de coca no solo se centra en su uso cultural, sino también en su potencial para aplicaciones legales e industriales. Según destacó el Gobierno nacional, esta resignificación podría ser clave para debilitar las finanzas del narcotráfico y ofrecer alternativas económicas a las comunidades que dependen de los cultivos ilícitos. Sin embargo, líderes indígenas como Piñacué y Rodríguez insisten en que cualquier política debe respetar la cultura y los derechos de las comunidades que han convivido con esta planta durante siglos.

"El pueblo kankuamo utiliza la
"El pueblo kankuamo utiliza la hoja de coca en ceremonias que simbolizan conexión con la naturaleza y construcción de palabras sabias." - crédito Unesco

El Pacto Social Catatumbo representa un esfuerzo por abordar estas complejidades, combinando estrategias de desarrollo económico, inclusión social y respeto por las tradiciones culturales. A medida que Colombia avanza en este camino, el debate sobre la hoja de coca continúa siendo un tema central, no solo para el país, sino también para la comunidad internacional.

Finalmente, los capítulos difundidos por la Unidad para las Víctimas pueden ser escuchados en la página de la entidad, haciendo clic en el siguiente enlace: www.unidadvictimas.gov.co/la-coca-no-es-cocaina-asi-como-las-uvas-no-son-vino/ o a través de la plataforma de Spotify.