Bogotá enfrenta crisis hospitalaria: deudas de las EPS alcanzan los $371.000 millones

La red hospitalaria de Bogotá atraviesa una de sus peores crisis financieras y operativas en años. Según informó la Administración distrital, las deudas acumuladas por las Entidades Promotoras de Salud (EPS) con las subredes hospitalarias del distrito ascienden a 371.000 millones de pesos, lo que pone en riesgo la prestación de servicios médicos en la capital. Además, la ocupación de camas hospitalarias alcanzó un preocupante 98%, agravada por el aumento de pacientes provenientes de otras ciudades como Medellín y Cali.

El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, reveló que tres EPS concentran la mayor parte de las deudas: Famisanar, Sanitas y la Nueva EPS. Estas entidades, junto con otras que operan en la ciudad, han generado un panorama de incertidumbre que amenaza con colapsar el sistema de salud local.

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De acuerdo con el balance presentado por el alcalde Galán, las deudas de las EPS con las subredes hospitalarias de Bogotá representan un obstáculo crítico para la operación del sistema de salud. Entre las entidades con mayores obligaciones financieras se encuentran Famisanar, que lidera la lista, seguida por Sanitas y la Nueva EPS.

El secretario de Salud de Bogotá, Gerson Bermont, confirmó que Famisanar es la EPS que más recursos adeuda, lo que ha afectado directamente la capacidad operativa de varios hospitales en la ciudad. Bermont aseguró que la deuda acumulada por estas entidades compromete la prestación de servicios médicos, al tiempo que dificulta la adquisición de insumos esenciales, como medicamentos. Además, Bermont señaló que cuatro de las nueve EPS que operan en Bogotá, lo que equivale al 46% del total, se encuentran actualmente intervenidas por la Superintendencia de Salud.

Otro factor que agrava la crisis financiera del sistema de salud en Bogotá es la deuda que mantiene la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (Adres) con Capital Salud, la EPS pública del Distrito. Según informó la administración distrital, Adres aún no ha transferido $67.000 millones correspondientes a presupuestos máximos, lo que obligó al Distrito a realizar esfuerzos adicionales para mantener la operatividad de la red hospitalaria.

El Distrito, en un intento por mitigar el impacto de esta crisis, destinó $92.350 millones para capitalizar Capital Salud. Sin embargo, esta medida no ha sido suficiente para contrarrestar los efectos de las deudas acumuladas y la alta demanda de servicios médicos.

La situación en los hospitales de Bogotá se ha visto agravada por un aumento significativo en la llegada de pacientes de otras ciudades, como Medellín y Cali, lo que llevó a una ocupación del 98% en las camas disponibles. De acuerdo con el alcalde Galán, esta presión adicional pone al sistema al borde del colapso, ya que la ciudad no estaba preparada para recibir un volumen tan alto de pacientes externos.

Aunque Galán aclaró que no hay un desabastecimiento total de medicamentos, sí reconoció que las EPS no cuentan con los recursos necesarios para adquirirlos. Esto obligó a que más de mil pacientes sean atendidos desde sus hogares, como una medida para aliviar la saturación en los hospitales.

El secretario de Salud también destacó que la crisis financiera de las EPS generó un aumento en las quejas y tutelas por parte de los usuarios, lo que refleja un deterioro en la calidad del servicio. Según Bermont, la insuficiencia de la Unidad de Pago por Capitación (UPC), el monto que el Gobierno Nacional entrega a las EPS para financiar los servicios, es una de las principales causas de esta problemática.

Ante este panorama, Galán hizo un llamado urgente al Gobierno nacional para que tome medidas inmediatas que garanticen los recursos necesarios para el sistema de salud. “Cumpla las expectativas y tenga en cuenta a quienes somos responsables”, expresó el alcalde, insistiendo en la necesidad de incluir a los prestadores de servicios de salud y al Distrito en las discusiones sobre la reforma al sistema de salud.

La Administración distrital advirtió que, de no tomarse acciones concretas, el sistema de salud de Bogotá podría enfrentar un colapso inminente. Según Bermont, todas las EPS que operan en la ciudad están en riesgo de intervención debido a la reducción de sus reservas financieras y al aumento de las demandas legales por parte de los usuarios.