Revelan las identidades y los rostros de los señalados asesinos de la familia del pastor Lora en Aguachica: el encargado de marcar a las víctimas, el sicario y el conductor de la moto

La Fiscalía General de la Nación identificó y capturó a cuatro hombres señalados de participar en la planificación y ejecución de la trágica masacre ocurrida el pasado 29 de diciembre en un restaurante de Aguachica, Cesar, que cobró las vidas del pastor Marlon Lora, su esposa Yurlay Rincón y sus dos hijos, Ángela y Santiago Lora Rincón.

Las investigaciones apuntan a una confusión en los objetivos de los sicarios, quienes habrían planeado asesinar a Zaida Andrea Sánchez, conocida como alias La Diabla, y no a la familia del líder religioso.

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De acuerdo con Noticias Caracol, según lo revelado por las autoridades, Jairo Andrés Miranda y José Miguel Leal lideraron la logística de la operación. El día previo al crimen, Miranda habría gestionado la adquisición de las motocicletas utilizadas como vehículos para la fuga. Paralelamente, dos sujetos provenientes de Barranquilla, Jorge Valderrama y Leonardo Barraza, se trasladaron al municipio con el propósito de apoyar la ejecución del asesinato.

El 29 de diciembre, entre las 10 y 11 de la mañana, Valderrama y Leal reclamaron las motocicletas en un parqueadero, de donde partieron hacia el restaurante “El Establo”, ubicado en Aguachica. Allí se encontraron con sus cómplices para acordar detalles de la operación. Entre las labores asignadas, se decidió quiénes actuarían como sicarios, marcadores y conductores.

Zaida Andrea Sánchez, alias La Diabla, señalada narcotraficante, se encontraba en Aguachica para asistir al velorio de su pareja, Alexander González Pérez, alias El Calvo, quien dos días antes había sido asesinado en Banco, Magdalena.

De acuerdo con las investigaciones, el asesinato de González Pérez fue ordenado por un narcotraficante barranquillero como represalia por un cargamento de drogas perdido, y Sánchez se convirtió en un blanco debido a su cercanía con “El Calvo” y su manejo de presuntos negocios ilegales.

Los sicarios, quienes por encargo habían sido instruidos para eliminar a alias La Diabla, intentaron ubicarla en la funeraria Los Olivos, pero fallaron en identificar a su objetivo inicial.

Posteriormente, Sánchez acudió al restaurante El Establo, junto a un grupo de acompañantes. Fue allí donde alias El Logístico, uno de los capturados, informó a sus cómplices sobre la supuesta ubicación de Sánchez, describiendo su vestimenta como un pantalón negro y una camisa blanca.

Alrededor del mediodía, José Miguel Leal descendió de una motocicleta frente al restaurante e ingresó al establecimiento para perpetrar el asesinato. Sin embargo, confundió a Ángela Lora, hija del pastor, con alias La Diabla debido a sus características físicas y la vestimenta similar. Acto seguido, Leal disparó contra los cuatro integrantes de la familia, tal como era la orden inicial.

El ataque fue presenciado por todos los comensales, incluido alias “La Diabla”, quien logró escapar del lugar en medio del caos. Sin embargo, uno de los sicarios intentó dispararle antes de darse cuenta del grave error cometido. Mientras tanto, los autores del crimen emprendieron la huida en sus motocicletas.

Minutos después, los sicarios regresaron al restaurante para verificar el resultado y confirmar que habían asesinado a las personas equivocadas. Ante la evidencia del error, decidieron abandonar Aguachica para no dejar rastros que los vincularan al asesinato. Según el reporte oficial, fue necesario analizar más de 2 millones de registros de llamadas y revisar 900 horas de grabaciones de seguridad, lo que permitió el seguimiento y la posterior captura de los implicados el 27 de febrero.

Los detenidos fueron identificados como José Leal Rodríguez, señalado como el sicario que disparó; Jorge Luis Valderrama, quien condujo una de las motocicletas; Jairo Andrés Miranda, alias El Logístico, y Leonardo Barraza Castillo, encargado de marcar los movimientos de las víctimas. Las autoridades los acusan de haber planeado el asesinato de Sánchez y, por error, ultimado a la familia Lora.

De acuerdo con Semana, las investigaciones también desmintieron cualquier vínculo entre el pastor Marlon Lora y el mundo del narcotráfico. Se había especulado que alias “El Calvo” y Lora podrían estar relacionados, pero no se encontraron pruebas de llamadas o contactos entre ambos. El pastor y su familia eran reconocidos por su labor en la iglesia cristiana que lideraban y llevaban una vida sencilla, lejos de actividades ilícitas.

El caso ha causado conmoción en la comunidad de Aguachica, mientras las autoridades continúan las investigaciones para esclarecer todos los detalles alrededor de este fatídico hecho que terminó con la vida de cuatro personas inocentes debido a una confusión por parte de los sicarios.