En pleno Carnaval de Barranquilla, como en una batalla campal se enfrentaron con botellas

En medio de la celebración del Carnaval de Barranquilla, en el que debía ser sinónimo de alegría y tradición, terminó en caos en el barrio Lipaya, ubicado en la localidad suroccidente de la ciudad.

El hecho se registró en la madrugada del lunes 3 de marzo, cuando se presentó una pelea masiva que interrumpió una fiesta carnavalera en plena vía pública, dejando escenas de pánico entre los asistentes.

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El incidente que involucró a dos grupos de jóvenes, incluyó el uso de armas cortopunzantes, piedras y botellas de vidrio como proyectiles, lo que generó un ambiente de peligro y descontrol.

El enfrentamiento se habría originado por un altercado entre un hombre en estado de embriaguez y la pareja sentimental de una mujer.

Testigos relataron que el sujeto, visiblemente alicorado, habría faltado al respeto a la mujer, lo que provocó una confrontación con su compañero. Este enfrentamiento inicial escaló rápidamente hasta convertirse en una batalla campal que involucró a más personas en el lugar.

Un ciudadano logró capturar en video los momentos más tensos de la pelea, imágenes que posteriormente fueron difundidas en redes sociales. En la grabación se observa cómo los asistentes, que inicialmente disfrutaban de la música y el baile, se vieron obligados a buscar refugio para protegerse de los objetos lanzados.

Algunos utilizaron sillas plásticas para cubrirse la cabeza, mientras otros intentaron resguardarse en las viviendas cercanas.

El animador del evento, quien operaba un equipo de sonido tipo picó, intentó calmar los ánimos a través del micrófono, pero sus esfuerzos resultaron insuficientes para detener la violencia.

El Carnaval de Barranquilla, reconocido por su riqueza cultural y declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, es uno de los eventos más esperados en Colombia. Durante los cuatro días oficiales de celebración, la ciudad se llena de desfiles, conciertos y actividades que atraen tanto a locales como a turistas.

Durante los tres primeros días del Carnaval de Barranquilla, las autoridades han reportado una disminución notable en los homicidios, con una reducción superior al 75%.

Este dato representa un balance positivo para una de las festividades más importantes de Colombia, que atrae a miles de personas cada año. Sin embargo, los problemas relacionados con la intolerancia y el desorden público han empañado parcialmente el desarrollo de la celebración, según informó la Policía Metropolitana de Barranquilla.

De acuerdo con el general Edwin Urrego, comandante de la Policía Metropolitana, se han atendido un total de 1.925 riñas durante los primeros días del evento. Además, de las 19.315 llamadas recibidas en la línea de emergencias, 1.059 estuvieron relacionadas con quejas ciudadanas por alteraciones al orden público.

Estas cifras reflejan que, aunque los homicidios han disminuido, los conflictos entre los asistentes siguen siendo un desafío para las autoridades.

Uno de los principales focos de intervención de las autoridades ha sido el control del ruido en las calles. Según detalló el general Urrego, se desmontaron 90 equipos de sonido conocidos como “picós”, que se encontraban instalados en espacios públicos sin autorización.

Además, se impusieron 730 comparendos por infracciones al código de seguridad y convivencia ciudadana. Estas sanciones abarcan desde el incumplimiento de normas relacionadas con el ruido hasta otras conductas que alteran el orden público. En algunos casos, las autoridades tuvieron que trasladar a 321 personas a la Unidad de Convivencia y Justicia (UCJ) para restablecer la calma en las áreas afectadas.

En el desarrollo de los operativos de seguridad desplegados durante el carnaval, la Policía Metropolitana ha logrado realizar 95 capturas en los primeros tres días de la festividad. Estas detenciones están relacionadas con diversos delitos, lo que evidencia el esfuerzo de las autoridades por mantener el control en un evento de gran magnitud.

Asimismo, se incautaron 21 armas de fuego y 226 armas blancas, lo que contribuye a reducir los riesgos de violencia durante las celebraciones. En cuanto a la recuperación de bienes, las autoridades informaron que se han recuperado siete vehículos y nueve motocicletas, lo que representa un avance en la lucha contra el hurto en la ciudad.