Sobre las 8:37 p. m., las autoridades reportaron un movimiento telúrico de 2.7 en el Gigante, Huila. El sismo fue superficial con una latitud de 2.45° y una longitud de -75.46° y fue localizado a 12 kilómetros de Gigante.
Sobre las 7:55 p. m., las autoridades reportaron un movimiento telúrico de 2.7 en el Océano Pacífico. El sismo fue superficial con una latitud de 2.81° y una longitud de -79.24° y fue localizado a 94 kilómetros de Mosquera, Nariño.
En un país como Colombia, donde los sismos son frecuentes debido a su ubicación en el Cinturón de Fuego del Pacífico, los centros educativos han desarrollado protocolos de seguridad para minimizar riesgos durante estos eventos, por lo que estas medidas buscan proteger a estudiantes, docentes y personal administrativo, además de fomentar una cultura de prevención.
El protocolo básico en colegios y universidades incluye simulacros regulares que enseñan a la comunidad educativa cómo actuar antes, durante y después de un sismo.
Durante los simulacros, se evalúan aspectos como la evacuación ordenada hacia zonas seguras previamente identificadas, el uso adecuado de salidas de emergencia y la respuesta ante posibles réplicas.
En instituciones con infraestructura más moderna, se han implementado tecnologías como alarmas sísmicas y sistemas de construcción antisísmica; sin embargo, muchos colegios en zonas rurales aún enfrentan desafíos relacionados con edificaciones vulnerables y la falta de recursos para garantizar la seguridad.
El Ministerio de Educación y la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) han promovido guías y talleres dirigidos a docentes, quienes juegan un papel crucial como líderes en situaciones de emergencia.
Estas capacitaciones incluyen pautas para mantener la calma y asistir a estudiantes en caso de lesiones o crisis emocionales.
Colombia es uno de los países más propensos a sismos debido a su ubicación en el cinturón de deformación Andino, donde confluyen las placas tectónicas de Nazca, Suramericana y Caribe.
Algunas regiones son particularmente vulnerables por su cercanía a fallas geológicas activas y la interacción entre las placas.
Entre las zonas con mayor actividad sísmica destaca el Eje Cafetero, atravesado por la falla de Romeral, que ha causado importantes movimientos telúricos, como el terremoto de Armenia de 1999.
El suroccidente del país, incluyendo Nariño y Cauca, es otro punto crítico, ya que allí convergen las placas de Nazca y Suramérica, provocando sismos como el de Popayán en 1983.
La región Caribe también es vulnerable, especialmente cerca del golfo de Urabá y la Sierra Nevada de Santa Marta, donde existen fallas locales que generan sismos de baja y mediana intensidad.
En el centro del país, la falla de Bucaramanga se encuentra en un punto conocido como el “nido sísmico de Bucaramanga”, uno de los más activos del mundo.
Estas zonas, identificadas a través de monitoreos históricos y estudios geológicos, son prioridad para las políticas de prevención y mitigación de riesgos sísmicos en Colombia.
Sobre las 4:07 p. m., las autoridades reportaron un movimiento telúrico de 3.1 en el Océano Pacífico. El sismo fue superficial con una latitud de 2.88° y una longitud de -79.30° y fue localizado a 130 kilómetros de Mosquera, Nariño.
Es crucial tener un botiquín de emergencia bien equipado. Este debe incluir elementos básicos de primeros auxilios como vendas, gasas estériles, cinta adhesiva médica, alcohol, antiséptico, tijeras, pinzas, guantes desechables, analgésicos, antiinflamatorios y medicamentos personales. Además, es esencial contar con una linterna con baterías de repuesto, un radio portátil a pilas, baterías adicionales, un silbato, agua embotellada, alimentos no perecederos, una cobija térmica, un kit de higiene personal, una lista de contactos de emergencia, copias de documentos importantes, una multiherramienta o navaja suiza, cuerda resistente, máscaras de polvo y dinero en efectivo.
Estos elementos asegurarán que se puedan proporcionar cuidados médicos básicos y mantener la supervivencia mientras se espera la llegada de ayuda.
En el municipio de Los Santos, en Santander, se registran entre 12 y 20 sismos diariamente, convirtiéndolo en uno de los puntos con mayor actividad sísmica a nivel global. A pesar de que estos movimientos telúricos suelen ser imperceptibles, un sismo de magnitud 6.6 el 10 de marzo de 2023 alteró la cotidianidad de esta comunidad, causando daños menores en estructuras y recordando a sus 12.000 habitantes su vulnerabilidad ante estas catástrofes naturales.
Los Santos se ubica al sur de Bucaramanga y es parte del cañón del Chicamocha, región que solo es superada por el área del Hindu Kush en Afganistán por su alta frecuencia de actividad sísmica. Las autoridades locales y entidades como la Casa de la Cultura y la Secretaría de Educación de Santander han resaltado la importancia de adaptar la infraestructura del área para soportar estos eventos geológicos, buscando minimizar el impacto en la población y en los edificios. Esta frecuencia de temblores ha llevado a que la comunidad de Los Santos desarrolle una peculiar adaptación a la constante actividad telúrica, los habitantes han incorporado medidas de seguridad y protocolos de emergencia en su vida diaria.