La “guerra mediática” del catatumbo que estaría desatando más desplazamientos forzados

En el Catatumbo, una región marcada por el conflicto armado, una nueva forma de violencia está afectando a sus habitantes. Más allá de los enfrentamientos entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias de las Farc, que se intensificaron desde el 16 de enero, la población enfrenta una “guerra mediática” que desató una ola de señalamientos en redes sociales. Según informó La Opinión, fotografías de hombres y mujeres, acusados de ser miembros o simpatizantes de estos grupos armados, circulan en plataformas como WhatsApp y Facebook, generando miedo, desplazamientos y daños irreparables en la vida de las víctimas.

De acuerdo con el medio, las imágenes, que suelen agruparse en paquetes de entre 25 y 30 fotografías, incluyen a líderes sociales, funcionarios públicos y ciudadanos comunes. Aunque algunos afectados han intentado limpiar su nombre a través de las mismas redes sociales, otros optaron por abandonar sus hogares, temiendo por su seguridad. Esta situación añade una nueva capa de sufrimiento a una región ya golpeada por la violencia armada.

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La Policía de Norte de Santander inició investigaciones para determinar el origen de estas publicaciones y verificar la veracidad de las acusaciones. El coronel Néstor Arévalo, comandante del Departamento de Policía de Norte de Santander (Denor), explicó que las imágenes están siendo sometidas a análisis para identificar si las acusaciones tienen fundamento o si se trata de información falsa. Según el medio citado, algunas de las fotografías coinciden con investigaciones en curso sobre personas presuntamente vinculadas a los grupos armados, pero otras corresponden a ciudadanos sin ninguna relación con estas organizaciones.

Arévalo subrayó que esta situación es grave, ya que muchas personas inocentes han sido afectadas y, en algunos casos, obligadas a abandonar el territorio. Además, instó a las víctimas a presentar denuncias por injuria para dejar constancia de lo sucedido, aunque reconoció que estas acciones legales no eliminan el impacto de las acusaciones ni detienen los desplazamientos forzados.

Entre las víctimas de esta “guerra mediática” se encuentra Alexis Marimón, concejal del municipio de Tibú, que fue señalado como colaborador de uno de los grupos armados. Según publicó La Opinión, Marimón se vio obligado a abandonar su hogar y trasladarse a Cúcuta junto a su familia para proteger su vida.

El concejal relató que vive en constante temor, especialmente cuando se encuentra en espacios públicos. Además, su parcela de palma en la vereda La Selva permanece abandonada, ya que considera demasiado peligroso regresar. Marimón también denunció que su familia es blanco de amenazas, lo que incrementa su preocupación. De acuerdo con sus declaraciones al medio, atribuye estos ataques a la envidia de algunos líderes locales, que, según él, buscan obstaculizar su carrera política y su liderazgo social.

El concejal afirmó que nunca ha pertenecido a ninguna organización armada y que las acusaciones carecen de fundamento. Sin embargo, lamentó que esta situación haya afectado a otros líderes comunales, señalando que alrededor de 230 personas han sido desplazadas por amenazas similares. Según La Opinión, ni el ELN ni las disidencias de las Farc han asumido responsabilidad por la difusión de estas imágenes.

El impacto de los señalamientos también alcanzó a una familia de comerciantes, que decidieron dejar el país tras ser acusados injustamente. Según informó el medio, una fotografía de la pareja junto a sus dos hijos fue difundida en redes sociales, lo que desató una serie de eventos que alteraron por completo su vida. Durante tres años, trabajaron para establecer un mini supermercado en la zona rural, pero se vieron obligados a abandonar todo por temor a represalias.

La madre de la familia, cuya identidad fue reservada por motivos de seguridad, expresó su tristeza y frustración por la situación. A pesar de haber intentado desmentir las acusaciones en redes sociales, el daño emocional y psicológico fue devastador. Sus hijos tuvieron dificultades para concentrarse en la escuela, y la familia cambió por completo su rutina diaria. Finalmente, tomaron la decisión de buscar refugio fuera del país, aunque mantienen la esperanza de regresar algún día.

Los jóvenes de la región tampoco escapan de esta problemática. Según reportó La Opinión, un líder juvenil, cuya identidad también se mantiene en reserva, relató cómo su vida cambió tras ser señalado en redes sociales. Aunque asegura no tener vínculos con grupos armados, el temor lo llevó a permanecer encerrado en su casa, sin poder continuar con sus actividades cotidianas.

El joven hizo un llamado a quienes difunden estas acusaciones, pidiéndoles que reflexionen sobre el daño que causan. Destacó que detrás de cada señalamiento hay personas con familias y vidas construidas con esfuerzo, que pueden quedar destruidas por información falsa.