Daniel Sancho reveló cómo lleva su vida en la prisión tailandesa de alta seguridad: “El buen comportamiento reduce las penas”

Daniel Sancho, ciudadano español de 30 años, cumple seis meses en la prisión de máxima seguridad de Surat Thani, en el sur de Tailandia, tras ser condenado a cadena perpetua en agosto de 2023 por el asesinato del cirujano colombiano Edwin Arrieta.

Según informó la Agencia EFE, Sancho ha calificado el ambiente del centro penitenciario como “sano” y “seguro”, a pesar de las condiciones de masificación que caracterizan a esta cárcel, donde conviven más de 5.000 reclusos.

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El traslado de Sancho a Surat Thani se produjo el 30 de agosto de 2023, un día después de que un tribunal de la isla de Samui lo declarara culpable de asesinato premeditado y descuartizamiento. Antes de su ingreso en esta prisión, el español había permanecido más de un año en la cárcel de Samui, donde describió las condiciones como menos organizadas y menos favorables en comparación con su situación actual.

La prisión de Surat Thani, ubicada a unos 600 kilómetros al sur de Bangkok, fue inaugurada en 2023. Según detalló la agencia mencionada, el centro alberga a 4.618 hombres y 616 mujeres, todos con condenas que oscilan entre los 15 años y la pena de muerte. Sancho comparte celda con 16 reclusos y duerme en el suelo sobre mantas, en un entorno que describe como “opresivo” debido al constante ruido de gritos, megafonía y televisores en los pasillos.

A pesar de estas condiciones, Sancho destacó que el ambiente es “sano”, sin presencia de drogas, tabaco ni violencia. Según sus declaraciones, nunca se ha sentido amenazado dentro del centro penitenciario, donde asegura que el buen comportamiento es clave para reducir las penas. “No hay una mafia en la cárcel. Hay muchos guardias y los presos saben que el buen comportamiento es lo que les va a ayudar a reducir las penas”, afirmó.

La masificación es uno de los principales problemas de las cárceles en Tailandia, en el que afecta a casi el 80% de las 143 prisiones del país, según datos de la Federación Internacional por los Derechos Humanos. Surat Thani no es una excepción, y en la sección donde se encuentra Sancho conviven más de 500 reclusos con penas superiores a los 25 años. Entre ellos, solo tres no son asiáticos: un austriaco, un australiano condenado a pena de muerte por tráfico de drogas y el propio Sancho.

El español señaló que, como extranjero, enfrenta un trato diferente dentro del sistema penitenciario. Según explicó a EFE, los reclusos extranjeros tienen menos posibilidades de comunicación con otros presos debido a las barreras lingüísticas y culturales. Además, no pueden participar en actividades laborales dentro de la prisión, lo que limita aún más su integración. Sin embargo, las autoridades permiten a los extranjeros realizar videollamadas con mayor frecuencia y extender las visitas presenciales.

Sancho señaló que mantiene contacto semanal con sus padres, el actor Rodolfo Sancho y la analista de inversiones Silvia Bronchalo, así como con su equipo legal. Actualmente, su defensa trabaja en un recurso contra la sentencia de cadena perpetua.

Según contó Sancho a la agencia citada, el día en Surat Thani comienza a las 6:50 a. m., cuando los presos deben abandonar sus celdas. A las 8:00 a.m., se realiza un conteo en el patio, acompañado del canto del himno nacional y el himno del rey, un rezo budista y la lectura de 20 normas del centro. No hay actividades programadas hasta el rezo de las 4:00 p. m., tras el cual los reclusos son contados nuevamente y regresan a sus celdas.

El acceso a información externa está estrictamente controlado, y los presos no tienen conexión a internet. En este contexto, Sancho ha mantenido sus hábitos de ejercicio y lectura, aunque lamenta la ausencia de programas de reinserción, especialmente para extranjeros.

Los presos en Surat Thani reciben tres comidas diarias, pero también tienen la opción de adquirir otros platos preparados en el módulo de mujeres, con precios que oscilan entre 30 y 60 bat (0,85 y 1,70 euros). Según Sancho, estos platos son de excelente calidad.

Además, los reclusos pueden gastar hasta 500 bat diarios (unos 14 euros) en el economato de la prisión, donde se venden productos como helados, pasta de dientes y café. Este último se ha convertido en una especie de moneda de cambio dentro del centro penitenciario, utilizado para pagar servicios como masajes o lavado de ropa, según detalló el español a EFE.

Cabe recordar que, el asesinato de Edwin Arrieta ocurrió el 2 de agosto de 2023 en la isla de Phangan, donde Sancho y el cirujano colombiano se habían citado tras haberse encontrado previamente en España. Según la versión de Sancho, Arrieta murió durante una pelea, pero la sentencia concluyó que el crimen fue premeditado.

El caso ha generado gran atención mediática, no solo por la gravedad de los hechos, sino también por la notoriedad de Sancho como hijo del actor Rodolfo Sancho. Mientras se espera la resolución de los recursos presentados por ambas partes, el español continúa adaptándose a la vida en una de las cárceles más grandes y masificadas de Tailandia.