Comerciante fingió su propio secuestro porque su mujer lo descubrió en una infidelidad: no le quería dar la cara

Una semana después de haber sido “secuestrado”, Janer Albeiro Rivera reapareció en Cali para recuperar su camioneta de ochocientos millones dce pesos, que había sido abandonada

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Las autoridades siguen investigando lo
Las autoridades siguen investigando lo ocurrido - crédito VisualesIA

“Todo vale por amor”, la frase que popularizó Napoleón Bonaparte, no aplicaría en el montaje que el comerciante pastuso Janer Albeiro Rivera realizó junto a su grupo de amigos para escapar de una conversación incómoda con su esposa.

Según sugieren las autoridades, Rivera fingió su secuestro la semana anterior, luego de que su esposa lo pillara “poniéndole los cachos”, pero nadie sospechó de lo ocurrido hasta que el miércoles, 26 de febrero, reapareció en Cali para reclamar su camioneta de ochocientos millones de pesos, que fue abandonada en medio del “crimen”.

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Antes del secuestro, Rivera habríaa
Antes del secuestro, Rivera habríaa sido descubierto engañando a su pareja - crédito VisualesIA

Su secuestro dejó en blanco a las autoridades judiciales y el Gaula del Área Metropolitana de Pereira; ya que, la banda que lo habría organizado, no realizó exigencias económicas ni llegó a pronunciarse.

La investigación parecía en ceros y, con ayuda de la ciudadanía y las cámaras de seguridad instaladas en la capital risaraldense, tan solo establecieron que Rivera fue interceptado en su taller por tres hombres armados, que se desplazaban en una camioneta Nissan y luego cambiaron de vehículo.

Sin embargo, la aparición del comerciante, en total tranquilidad, generó nuevas líneas de investigación que, aunque no han sido confirmadas, generan sospechas que recaen sobre el empresario y su grupo de amigos, según medios locales.

Colombia: el segundo país con más infidelidad en Latinoamérica según estudios

Un fenómeno que no discrimina edad, género ni condición social parece estar marcando una tendencia preocupante en Colombia. Según datos recopilados por las plataformas Gleeden y Ashley Madison, el país ocupa el segundo lugar en Latinoamérica con el mayor número de personas casadas que son infieles, solo superado por Brasil. Este dato resulta significativo si se considera que la población colombiana, de aproximadamente 51 millones de habitantes, es cuatro veces menor que la de Brasil, que cuenta con 214 millones.

México, con una población cercana a los 127 millones, se posiciona en el tercer lugar de esta lista. Sin embargo, el análisis sugiere que, proporcionalmente, un mayor porcentaje de colombianos podría estar involucrado en actos de infidelidad en comparación con estos países de mayor densidad poblacional.

De acuerdo con el psicólogo clínico y experto en fenómenos sociales Andrés Gutiérrez, en declaraciones entregadas a Blu Radio, la infidelidad puede surgir a partir de contactos digitales o encuentros físicos. Entre las principales causas que llevan a las personas a engañar a sus parejas, Gutiérrez destacó factores como la rutina, la monotonía en las relaciones, la tentación y la seducción.

Colombia es el segundo país
Colombia es el segundo país más infiel de la región - crédito VisualesIA

El especialista también señaló que este comportamiento tiene un impacto significativo en la salud mental de quienes lo experimentan, especialmente en las víctimas. “En ese momento del evento el nivel de estrés es demasiado alto y es allí cuando se hace mucho más difícil tomar decisiones”. Este nivel de estrés puede afectar no solo la vida personal, sino también el desempeño laboral y las relaciones interpersonales de quienes atraviesan esta situación.

El fenómeno de la infidelidad no se distribuye de manera uniforme en el país. Según los estudios citados, las ciudades donde este comportamiento parece ser más frecuente son Rionegro, que ocupa el primer lugar, seguida de Medellín y Bucaramanga. Otras localidades que también figuran en la lista incluyen Tunja, Tuluá, Bogotá, Pereira, Villavicencio, Ibagué y Popayán.

Este patrón sugiere que la infidelidad no está limitada a las grandes urbes, sino que también afecta a ciudades intermedias y pequeñas, lo que refuerza la idea de que este comportamiento no discrimina por ubicación geográfica.

Seis de cada diez colombianos
Seis de cada diez colombianos admitieron haber sido infieles en algún punto de sus vidas - crédito VisualesIA

Más allá de las implicaciones sociales, la infidelidad se ha convertido en un problema que afecta profundamente la salud mental de quienes la experimentan. Según lo explicado por Andrés Gutiérrez, el estrés generado por este tipo de situaciones puede ser tan alto que dificulta la toma de decisiones racionales.

Este impacto emocional no solo afecta a las víctimas, sino también a los infieles, quienes pueden enfrentar sentimientos de culpa, ansiedad y conflictos internos.