Petro reconoció que no pudo hacer una revolución gobernando: “He fallado en creer mucho en la gente que me rodea”

El presidente colombiano admitió que su mayor error fue confiar en que una revolución podría llevarse a cabo gobernando e insistió en que se debe hacer desde “las movilizaciones populares”

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ARCHIVO - El presidente de
ARCHIVO - El presidente de Colombia, Gustavo Petro, da un discurso tras firmar una reforma legal al sistema de pensiones, en respuesta a una promesa de campaña para que los adultos mayores en situación de pobreza reciban un ingreso básico del Estado, en Bogotá, Colombia, el 16 de julio de 2024. (AP Foto/Fernando Vergara, Archivo)

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, reconoció que uno de los mayores aprendizajes de su mandato ha sido la decepción que ha experimentado por confiar en las personas que lo rodean y por tratar de llevar a cabo una revolución mientras se encuentra en la presidencia.

Petro expuso las tensiones internas de su gobierno, sus frustraciones con la oposición y su visión sobre el futuro de Colombia, en un periodo presidencial marcado por desafíos políticos y sociales. Dichas declaraciones se hicieron en una entrevista con El País América, en el Salón de los Gobelinos de la Casa de Nariño.

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El mandatario colombiano reveló que uno de los aspectos más difíciles de su presidencia ha sido lidiar con la desilusión de las personas que lo acompañan en su gestión.

He fallado en creer mucho en la gente que me rodea, en creer que puedo hacer una revolución gobernando”, señaló Petro, reconociendo que confió en que el cambio podría llevarse a cabo desde el poder ejecutivo.

Petro reflexionó sobre las dificultades
Petro reflexionó sobre las dificultades que enfrenta en su mandato, admitiendo que la confianza en su entorno y la idea de una revolución liderada desde la presidencia fueron, quizás, sus mayores fallos en el camino hacia el cambio social - crédito Presidencia

Sin embargo, rápidamente se dio cuenta de que la verdadera transformación depende de la movilización popular, más que de las decisiones dentro de su administración.

Según él, el pueblo debe ser quien impulse la revolución, no el presidente ni el gobierno central. “Eso lo hace el pueblo”, afirmó.

A lo largo de la entrevista, el presidente no ocultó las tensiones dentro de su gabinete. Varios de sus ministros y colaboradores más cercanos han sido críticos de la forma en que Petro maneja ciertas relaciones de poder dentro del gobierno.

En particular, Petro fue cuestionado sobre su defensa de Armando Benedetti, ex jefe de su despacho, y ahora ministro de Interior, que ha estado envuelto en escándalos políticos y judiciales.

Armando Benedetti, appointed as Colombian
Armando Benedetti, appointed as Colombian Interior Minister by President Gustavo Petro, attends a plenary session of congress members at the Colombian Congress in Bogota, Colombia February 25, 2025. REUTERS/Luisa Gonzalez

Sin embargo, el presidente reconoció que las acusaciones contra Benedetti, como las de violencia de género y tráfico de influencias, son parte de un “sistema” político corrupto.

“Todos hacen tráfico de influencias. Todos intentan influenciarme”, sostuvo.

En cuanto a la relación con su vicepresidenta, Francia Márquez, Petro fue claro, pero con cautela. “Hemos estado hablando y fue bien, digamos”, mencionó, dejando entrever que la relación todavía está en proceso de consolidación. Sin embargo, reconoció que el fortalecimiento de Márquez en su rol es crucial para el futuro del gobierno. “Fortaleciéndose en la vicepresidencia, puede volver a recobrar liderazgos que necesitamos”, afirmó el presidente.

Petro también se refirió a las reformas de salud y laboral, que se encuentran en medio de un proceso legislativo complicado. “Me he sentido engañado”, reconoció sobre los acuerdos previos con algunos partidos políticos, los cuales, según él, han incumplido sus compromisos. “Me ha engañado como siete veces”, apuntó, refiriéndose particularmente a la exalcaldesa de Bogotá, Claudia López.

Uno de los temas más controvertidos en la entrevista fue la relación entre Petro y la oposición. El presidente señaló que su gobierno ha sido constantemente atacado por los medios de comunicación, que, según él, han actuado de manera hostil. “La única manera de liberarse es con un pueblo movilizado”, expresó, dejando claro que su administración siente que está atrapada entre los poderes económicos y mediáticos que dificultan sus objetivos.

 Su administración, marcada por
Su administración, marcada por conflictos internos y una creciente polarización, se encuentra ante la difícil tarea de cumplir las promesas de cambio social - crédito Ovidio González/Presidencia

Petro no dudó en criticar a sus detractores, especialmente a la prensa que, en su opinión, está alineada con intereses políticos contrarios a su gobierno.

Otro tema importante fue la influencia de su vida personal en su presidencia. Petro confesó que su familia ha sido uno de los blancos más duros de la oposición. En sus palabras, lo primero que intentaron destruir fue “a mi familia”.

El mandatario también habló sobre su hijo, quien se encuentra involucrado en una investigación judicial por enriquecimiento ilícito. “Es fruto de un problema familiar profundo”, indicó Petro, agregando que el castigo hacia su hijo ha sido exacerbado con el objetivo de atacarlo a él como presidente.

En este sentido, Petro expresó que su rol como padre y jefe de Estado ha sido especialmente conflictivo. “Cuando fui presidente, lo primero que tenía que hacer es reunir a la familia”, dijo, citando el consejo de su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva. Sin embargo, Petro admitió que no prestó atención a ese consejo en su momento, lo que generó un entorno de vulnerabilidad en su familia. “Mi hijo fue débil y por ahí lo destruyeron”, concluyó, mostrando su dolor personal ante la situación.

Finalmente, el presidente Petro reflexionó sobre el futuro de su mandato. A pesar de las dificultades internas y externas, Petro reafirmó su compromiso con la revolución social que prometió en campaña. “Hay que hacer una revolución en Colombia”, afirmó, pero advirtió que esta revolución no se logrará “gobernando”, sino con la acción directa del pueblo. Al mismo tiempo, reconoció que el camino es complejo y que su gobierno está enfrentando obstáculos dentro del sistema político y social del país.