Sobre las 4:59 p. m., el Servicio Geológico Colombiano reportó un movimiento telúrico de 2.7 en Villavieja, Huila. Dicho fenómeno fue superficial y alcanzó a generar cierto temor en la población
En un país como Colombia, donde los sismos son frecuentes debido a su ubicación en el Cinturón de Fuego del Pacífico, los centros educativos han desarrollado protocolos de seguridad para minimizar riesgos durante estos eventos, por lo que estas medidas buscan proteger a estudiantes, docentes y personal administrativo, además de fomentar una cultura de prevención.
El protocolo básico en colegios y universidades incluye simulacros regulares que enseñan a la comunidad educativa cómo actuar antes, durante y después de un sismo.
Durante los simulacros, se evalúan aspectos como la evacuación ordenada hacia zonas seguras previamente identificadas, el uso adecuado de salidas de emergencia y la respuesta ante posibles réplicas.
En instituciones con infraestructura más moderna, se han implementado tecnologías como alarmas sísmicas y sistemas de construcción antisísmica; sin embargo, muchos colegios en zonas rurales aún enfrentan desafíos relacionados con edificaciones vulnerables y la falta de recursos para garantizar la seguridad.
El Ministerio de Educación y la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) han promovido guías y talleres dirigidos a docentes, quienes juegan un papel crucial como líderes en situaciones de emergencia.
Estas capacitaciones incluyen pautas para mantener la calma y asistir a estudiantes en caso de lesiones o crisis emocionales.
Sobre las 3:08 p. m., se reportó un movimiento telúrico de 5.4 en George Town, en las Islas Caimanes. Dicho fenómeno fue superficial y alcanzó a generar temor en Centroamérica
Colombia es uno de los países más propensos a sismos debido a su ubicación en el cinturón de deformación Andino, donde confluyen las placas tectónicas de Nazca, Suramericana y Caribe.
Algunas regiones son particularmente vulnerables por su cercanía a fallas geológicas activas y la interacción entre las placas.
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Entre las zonas con mayor actividad sísmica destaca el Eje Cafetero, atravesado por la falla de Romeral, que ha causado importantes movimientos telúricos, como el terremoto de Armenia de 1999.
El suroccidente del país, incluyendo Nariño y Cauca, es otro punto crítico, ya que allí convergen las placas de Nazca y Suramérica, provocando sismos como el de Popayán en 1983.
La región Caribe también es vulnerable, especialmente cerca del golfo de Urabá y la Sierra Nevada de Santa Marta, donde existen fallas locales que generan sismos de baja y mediana intensidad.
En el centro del país, la falla de Bucaramanga se encuentra en un punto conocido como el “nido sísmico de Bucaramanga”, uno de los más activos del mundo.
Estas zonas, identificadas a través de monitoreos históricos y estudios geológicos, son prioridad para las políticas de prevención y mitigación de riesgos sísmicos en Colombia.
Si desea conocer más información sobre lo que fueron los movimientos telúricos que se registraron en el país durante la jornada del domingo 23 de febrero de 2025, visite este enlace