Menor de edad que había sido reportada como desaparecida tras salir a ver un partido de fútbol fue encontrada muerta: su cuerpo estaba semienterrado en una zona rural

El caso de Liz Camila Berrío Toledo, una joven de 17 años cuyo cuerpo fue encontrado semienterrado en una zona rural de la vereda Las Cruces, en el corregimiento de Santa Lucía, ha conmocionado a la comunidad de Montería, en el departamento de Córdoba

El hallazgo se produjo el martes 11 de febrero, cuando vecinos de la zona alertaron a las autoridades tras descubrir el cadáver en un área enmontada, a unos 20 minutos del casco urbano de la ciudad.

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De acuerdo con los reportes iniciales, el cuerpo de la adolescente presentaba signos evidentes de violencia y se encontraba desnudo, con prendas de vestir esparcidas en los alrededores.

Junto a ella, las autoridades encontraron un pilón de madera que, según las primeras hipótesis, habría sido utilizado como arma para golpearla y causarle la muerte.

Familiares de la joven identificaron su cuerpo en el lugar del hallazgo, reconociendo las prendas que llevaba al momento de su desaparición. Según detallaron, Liz Camila había salido de su hogar en el barrio Juan XXIII, en Montería, para apoyar a un equipo de fútbol del que era seguidora.

Era habitual que la adolescente acompañara a otros jóvenes de la zona en estas actividades antes de regresar a casa. Sin embargo, en esta ocasión, no volvió, y los jóvenes que aparentemente estaban con ella tampoco han sido localizados, lo que ha generado interrogantes sobre su paradero y posible implicación en los hechos.

Durante la inspección de la escena, las autoridades encontraron rastros de sangre en una vivienda cercana al lugar donde fue hallado el cuerpo. Estos indicios, junto con otros elementos recolectados, están siendo analizados por los peritos del CTI de la Fiscalía, quienes lideran las investigaciones para esclarecer lo sucedido.

El cuerpo de Liz Camila fue trasladado a la sede del Instituto de Medicina Legal en Montería, donde se realizarán los exámenes forenses correspondientes.

El miércoles 13 de febrero, el alcalde de Montería, Hugo Kerguelén, condenó el crimen y solicitó a la Policía Metropolitana de Montería que actúe con celeridad para identificar y capturar a los responsables.

“El feminicidio de Liz Camila Berrio Toledo enluta a la sociedad monteriana. Este acto de violencia, que incluye abuso y agresión, nos indigna profundamente. Es inaceptable que una menor de edad haya sido víctima de tales atrocidades. Exijo a la Policía de Montería y la Fiscalía que actúen con celeridad y determinación para esclarecer este caso y llevar a los responsables ante la justicia. No vamos a quedarnos de brazos cruzados ante este tipo de hechos. ¡Vamos por los culpables!”, publicó el alcalde en su cuenta de X.

En sus declaraciones, el mandatario calificó el asesinato de Liz Camila como un feminicidio, subrayando la gravedad del caso y la necesidad de justicia.

La comunidad de Montería, consternada por el brutal asesinato, ha expresado su indignación y preocupación por la seguridad de las mujeres en la región. Este caso se suma a una serie de hechos violentos que han encendido las alarmas sobre la necesidad de reforzar las medidas de protección y prevención en el departamento de Córdoba.

Por su parte, Dary Garnautt Pestana, líder social y defensora de los derechos de las mujeres, expresó su profunda preocupación por este nuevo caso de violencia contra una mujer en Montería.

“Lamentamos este nuevo caso contra otra mujer monteriana. Esto no debería suceder en ningún lugar del mundo contra ninguna mujer. Hacemos un enérgico llamado a las autoridades para que revisen sus acciones, identifiquen dónde se está fallando y replanteen estrategias para corregir lo que se está haciendo mal”, detalló.