La Policía Metropolitana de Neiva confirmó que los uniformados involucrados en el caso de abuso de autoridad contra una parrillera de motocicleta fueron apartados de sus cargos mientras avanza el proceso de investigación.
El coronel Alexánder Castillo Marín, comandante de la institución en la capital del Huila, se refirió a los hechos y aseguró que se tomaron las medidas correspondientes ante este caso.
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“Una vez conocida la denuncia, se dio inicio a un proceso disciplinario para determinar con claridad las circunstancias que enmarcaron los hechos. El comando de la Policía dispuso la separación del cargo de los uniformados”, afirmó Castillo.
Esta medida se tomó luego de que se difundieran videos en los que se observa a dos uniformados golpeando y arrastrando a una pareja de jóvenes que evadieron un control de la Secretaría de Movilidad sobre las 12:30 a. m. del 7 de febrero. Según la denuncia, los agentes los habrían confundido con delincuentes.
En las imágenes se ve cómo, tras una persecución, los policías interceptan a la pareja y bajan de la moto a la joven de 18 años, sometiéndola con agresiones físicas. También se observa cómo el conductor es derribado, llevado a una esquina y golpeado en repetidas ocasiones.
Karol Lucía Narváez, la joven agredida, habló con Blu Radio y relató su versión de los hechos: “Íbamos por la glorieta cerca de la Terminal de Transportes cuando nos encontramos con una motorizada. Entonces, mi compañero se asustó y dijo: ‘Yo no voy a parar, no me voy a dejar quitar la moto’. Seguimos y, cuando miramos, vimos un montón de patrullas siguiéndonos y tratándonos mal. A mí me gritaban groserías. En el momento en que paramos, yo me quedé sentada en la moto, quieta, y de una empezaron a golpear a mi compañero. Yo solo decía: ‘No me vayan a hacer nada, por favor’, y cuando veo, ese policía se me viene encima, me golpea, me coge del pelo y me arrastra”.
De acuerdo con La Nación, la arremetida de los oficiales se habría dado por una confusión de identidades. Sobre las 11:30 p. m. del 6 de febrero, se reportó un hurto en el centro de la ciudad, por lo que las autoridades fueron alertadas para estar atentas a cualquier movimiento o desplazamiento sospechoso. Según el informe, los presuntos responsables se movilizaban en dos motocicletas, una de ellas de modelo NKD, y tomaron rutas diferentes para despistar a las autoridades.
Al parecer, una de las órdenes era revisar con mayor rigurosidad este tipo de vehículos. Por ello, la negativa de los jóvenes a detenerse en el retén generó una alerta y dio inicio a la persecución.
Miguel Ángel Paredes Pinilla, el otro joven afectado por la conducta irregular de los policías, habló con el medio de comunicación y aseguró que su único delito fue no tener los espejos de la moto ni la licencia de conducción:
“Esto me ocurrió entre la noche del jueves y la madrugada del viernes, precisamente sobre la medianoche. Venía de tomarme unos granizados con Karol Lucía y, cuando íbamos llegando al intercambiador del centro comercial Unicentro, me di cuenta de que unos policías me venían siguiendo. Más adelante, vi a otro grupo de policías que se me atravesaron como si yo estuviera haciendo algo malo. Me asusté porque no tenía espejos, no tenía licencia, nada. Así que arranqué para no perder la motocicleta, porque tenía que trabajar al día siguiente”, señaló Paredes. De igual manera, narró que de no haber sido porque tenía puesto su casco, los golpes hubieran pasado a mayores, teniendo en cuenta que fue impactado varias veces en su cabeza con el bolillo de los uniformados.
El joven relató que, durante la persecución, los agentes los amenazaron con dispararles. Finalmente, la pareja fue trasladada al Centro de Atención Inmediata (CAI) de Timanco, donde se verificó su identidad y antecedentes. Cerca de las 2:30 a. m. fueron dejados en libertad.