El sistema de pensiones en Colombia experimentará una transformación muy importante a partir de julio de 2025 con la implementación de una medida que busca reconocer las desigualdades de género en el ámbito laboral y doméstico. A partir de ese mes las mujeres podrán acceder a su pensión con un menor número de semanas cotizadas, un cambio que responde a una orden de la Corte Constitucional y que tiene como objetivo compensar el tiempo dedicado al cuidado del hogar, una labor que históricamente cayó, en mayoría, sobre ellas.
De acuerdo con la nueva normativa, las mujeres podrán jubilarse con 1.000 semanas cotizadas, en lugar de las 1.300 semanas que exige la legislación vigente. El ajuste se aplicará de manera gradual, con la reducción del requisito de semanas año tras año hasta alcanzar el nuevo umbral en 2036.
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El enfoque busca equilibrar las condiciones de acceso a la pensión, teniendo en cuenta las responsabilidades de cuidado que limitan la participación de las mujeres en el mercado laboral formal.
Un cambio progresivo hasta 2036
La reducción de semanas cotizadas para las mujeres se aplica de forma escalonada. El cronograma establece que, a partir de 2025, el requisito disminuirá de manera progresiva en 25 semanas cada año. De esta manera, las mujeres necesitarán 1.275 semanas en 2025, 1.250 en 2026, y así de manera sucesiva, hasta llegar a las 1.000 semanas en 2036.
Exactamente se hará así:
- 2025: 1.275.
- 2026: 1.250.
- 2027: 1.225.
- 2028: 1.200.
- 2029: 1.175.
- 2030: 1.150.
- 2031: 1.125.
- 2032: 1.100.
- 2033: 1.075.
- 2034: 1.050.
- 2035: 1.025.
- 2036: 1.000.
El esquema gradual permitirá una transición ordenada hacia el nuevo sistema, al tiempo que se adapta a las condiciones del mercado laboral actual.
La medida responde a un mandato de la Corte Constitucional, que resaltó la necesidad de incorporar un enfoque de género en las políticas de seguridad social. La decisión se fundamenta en el reconocimiento de que las mujeres enfrentan mayores obstáculos para acumular semanas de cotización debido a su rol predominante en las tareas de cuidado no remuneradas, lo que limita la capacidad para hacer aportes al sistema de pensiones.
Reconocimiento adicional para las madres
Otro aspecto clave de la reforma es el beneficio dirigido a las madres, quienes podrán sumar 50 semanas adicionales por cada hijo que hayan tenido, con un tope de 150 semanas. El reconocimiento busca compensar el tiempo que las mujeres dedican a la crianza, una labor que, aunque esencial para la sociedad, no ha sido valorada en términos económicos ni en el sistema de seguridad social.
Según explicó Colpensiones, la medida representa un avance importante en el reconocimiento de los derechos de jubilación de las mujeres. Además, se alinea con los esfuerzos por modernizar el sistema de pensiones para adaptarlo a las realidades del mercado laboral, con lo que se busca promover una mayor equidad de género.
Impacto y desafíos de la reforma
La implementación de esta reforma no está exenta de desafíos. La medida comenzará a regir en julio de este año, pero su aplicación dependerá de las decisiones que tome la Corte Constitucional frente a las demandas presentadas contra la iniciativa. Estas demandas podrían retrasar o modificar algunos aspectos de la normativa, lo que genera incertidumbre sobre su impacto final.
No obstante, el cambio ya fue calificado como un paso importante hacia la equidad de género en el sistema de pensiones. Al reducir las semanas necesarias para acceder a la jubilación y otorgar beneficios adicionales a las madres, la reforma busca nivelar las condiciones para las mujeres, quienes históricamente han enfrentado desventajas en el ámbito laboral y en el acceso a la seguridad social.
Un sistema más inclusivo y equitativo
La reforma del sistema de pensiones en Colombia tiene como objetivo reconocer las desigualdades de género y la búsqueda de soluciones que promuevan la equidad. Al reducir las semanas de cotización para las mujeres y otorgar beneficios específicos a las madres, el país avanza hacia un modelo más inclusivo, que valora el trabajo no remunerado y las contribuciones invisibles que sostienen a la sociedad.