La comunidad latina en Estados Unidos se encuentra conmocionada tras la muerte de Yurany Isabella Motta Rodríguez, una joven colombiana de 24 años que había emigrado al país norteamericano en busca de mejores oportunidades. Según informó la prensa local, el suceso ocurrió el 2 de febrero en la ciudad de Portland, en circunstancias que aún no han sido esclarecidas. Las autoridades centraron su atención en el esposo de la víctima, James Bellar, un militar estadounidense, que habría sido la última persona en verla con vida.
De acuerdo con los reportes, la noche previa al fallecimiento de Motta, la pareja asistió a una reunión familiar en la casa de la hermana de la joven. El motivo del encuentro era despedir a Bellar, que debía reincorporarse a sus labores en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos. Durante la velada, testigos aseguran que la pareja sostuvo una discusión, y que Bellar habría consumido una cantidad significativa de alcohol, lo que podría haber afectado su comportamiento. Tras el altercado, ambos abandonaron la reunión y se dirigieron a su vivienda. Horas después, la familia de Motta recibió la devastadora noticia de su muerte.
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Al momento en que las autoridades encontraron el cuerpo sin vida de Yurany Motta, su esposo no se encontraba en el lugar. Este hecho generó múltiples interrogantes y especulaciones sobre lo que pudo haber ocurrido en las horas previas al fallecimiento de la colombiana. Las autoridades de Portland iniciaron una investigación exhaustiva para determinar las causas de la muerte y esclarecer el papel de Bellar en los hechos. Hasta el momento, no se han revelado detalles oficiales sobre el estado del caso ni sobre posibles avances en las pesquisas.
La muerte de Motta causó gran consternación entre la comunidad latina en Estados Unidos, especialmente entre los colombianos residentes en el país, que expresaron su solidaridad con la familia de la víctima. Este caso puso nuevamente en el foco la vulnerabilidad de las mujeres migrantes y los desafíos que enfrentan en contextos de violencia doméstica o de pareja.
En medio del dolor, la familia de Yurany Motta inició una campaña para recaudar fondos que permitan trasladar su cuerpo a Colombia, donde esperan darle el último adiós. Según informaron, el proceso ha sido complicado debido a los altos costos asociados con la repatriación y los trámites legales necesarios. El Consulado de Colombia en Estados Unidos ya está al tanto de la situación y se espera que colabore en la agilización de los procedimientos.
El padre de la joven también enfrenta dificultades para viajar a Estados Unidos y acompañar el proceso judicial. Según se conoció, ha tenido problemas para obtener la visa debido a los retrasos en la Embajada de Estados Unidos en Bogotá, una situación que se ha agravado tras las tensiones diplomáticas entre los gobiernos de Gustavo Petro y Donald Trump recientemente. La familia expresó su frustración ante los obstáculos burocráticos que han complicado aún más este difícil momento.
Otro caso de violencia contra mujeres colombianas en Estados Unidos
El caso de Yurany Motta no es el único que ha generado preocupación en la comunidad colombiana en el extranjero. En enero, otra mujer colombiana, identificada como Luisa Burbano Díaz, fue asesinada en Estados Unidos. Según las autoridades, la joven, originaria de Popayán, murió tras recibir múltiples puñaladas, presuntamente a manos de su pareja sentimental. Este hecho, al igual que el de Motta, está siendo investigado por las autoridades locales.
Ambos casos ponen en evidencia la necesidad de abordar con urgencia la violencia de género y los riesgos que enfrentan las mujeres migrantes en contextos de vulnerabilidad. La comunidad latina hizo un llamado a las autoridades para que se garantice justicia en estos casos y se implementen medidas que protejan a las mujeres en situaciones de riesgo.