Uno de los componentes más importantes del kit de emergencias son los medicamentos. Según detalló el Idiger, es indispensable incluir analgésicos, antiinflamatorios y cualquier medicamento recetado por un médico en caso de padecer enfermedades crónicas.
Estos fármacos pueden ser vitales para atender problemas de salud inmediatos mientras se espera la llegada de ayuda profesional.
Además, el instituto recomienda contar con un botiquín tipo A, que debe contener insumos médicos básicos como vendas, gasas y desinfectantes. Estos elementos permiten atender lesiones menores de manera inmediata, reduciendo el riesgo de complicaciones
El Idiger también enfatiza la necesidad de incluir elementos de protección personal en el kit. Entre estos, destacan los tapabocas y las gafas de seguridad, que pueden ser esenciales para protegerse de contaminantes en el ambiente, especialmente en situaciones donde la calidad del aire se vea comprometida, como incendios o derrumbes.
Estos artículos no solo protegen la salud respiratoria, sino que también contribuyen a minimizar la exposición a partículas peligrosas, lo que resulta especialmente relevante en escenarios de emergencia.
Durante el 7 de febrero, El SGC registró varios sismos de baja magnitud en diferentes regiones, sin reportes de daños ni víctimas.
El evento más fuerte ocurrió en La Dorada, Caldas, con una magnitud de 3,1 grados el 8 de febrero a las 7:35 a. m., con una profundidad menor a 30 km y perceptible en algunas zonas.
Otros movimientos sísmicos se registraron en Montecristo, Bolívar (2,6 grados, 4:47 a. m., profundidad menor a 30 km), San Vicente de Chucurí, Santander (2,0 grados, 6:56 a. m., profundidad menor a 70 km) y Planadas, Tolima (2,0 grados, 8:27 a. m., profundidad menor a 70 km). A pesar de ocurrir en un corto lapso de tiempo, los expertos no han indicado riesgos significativos.
El Nido Sísmico de Bucaramanga es una zona de alta concentración de eventos sísmicos que ha captado la atención de expertos nacionales e internacionales.
Los sismos con magnitudes superiores a 4.5 suelen sentirse en amplias áreas debido a su profundidad, pero los daños suelen ser moderados. Como ejemplo, recordó el sismo del 10 de marzo de 2015, que alcanzó una magnitud de 6.4 con epicentro en Los Santos.
A pesar de su intensidad, este evento no dejó víctimas mortales y solo causó afectaciones en edificaciones con baja resistencia sísmica.
Sin embargo, Lozano advirtió que la actividad del nido sísmico no es el único factor de riesgo en la región. Las fallas geológicas cercanas, como la falla Bucaramanga-Santa Marta y la falla Suárez, también representan una amenaza.
En estas fallas, es posible la ocurrencia de sismos superficiales, con profundidades menores a 30 kilómetros (18,6 millas) y magnitudes superiores a 6.0, los cuales podrían generar daños significativos en edificaciones que no cumplen con estándares de sismo resistencia.
El Servicio Geológico Colombiano (SGC) reportó una madrugada tranquila en Colombia durante las primeras horas del 8 de febrero de 2025.
El evento sísmico más reciente fue un temblor de magnitud 2.2 en la escala de Richter, registrado a las 1:05 a. m. en Girón, Santander. Según el SGC, el movimiento telúrico fue perceptible para los habitantes de la zona.