Con el paso del tiempo, los colchones acumulan ácaros, polvo y otros alérgenos que pueden afectar la calidad del aire en el hogar y causar problemas respiratorios o alergias.
De acuerdo con un informe de CuidatePlus, este es solo uno de los factores que indican que podría ser hora de reemplazar este elemento esencial para el descanso. Aunque la vida útil promedio de un colchón oscila entre 7 y 10 años, existen señales claras que pueden ayudar a determinar si es necesario un cambio antes de ese periodo.
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Señales de desgaste que no debes ignorar
De acuerdo con el portal especializado en salud, algunos de los indicadores más evidentes de que un colchón necesita ser reemplazado son los siguientes:
- El desgaste visible: esto incluye zonas hundidas, bultos o superficies desiguales que pueden comprometer la postura y la comodidad al dormir. Además, si al despertar se experimentan dolores en la espalda, el cuello o las articulaciones, es probable que el colchón haya perdido su capacidad de soporte.
- Interrupción del sueño: si resulta difícil encontrar una posición cómoda o si el descanso se ve interrumpido con frecuencia debido a la incomodidad, esto podría ser una señal de que el colchón ya no cumple con su función principal.
Aunque algunos colchones pueden superar los 7 años de uso, con el tiempo tienden a perder sus propiedades de soporte y confort, según expone el informe. Por ello, se recomienda evaluar su estado después de este periodo, especialmente si se han producido cambios en las necesidades de firmeza o soporte debido a modificaciones en los hábitos de sueño o en la salud física.
Cómo limpiar y prolongar la vida útil de su colchón
Además de identificar cuándo es necesario reemplazar un colchón, el portal citado detalla pasos clave para mantenerlo limpio y en buen estado:
- Una limpieza adecuada: esto no solo mejora la higiene, también puede extender la vida útil del colchón.
- Aspirar el colchón: podrá emplear un accesorio de cepillo para eliminar polvo, cabellos y suciedad acumulada. Es importante prestar especial atención a las costuras y esquinas, donde tiende a concentrarse más suciedad.
- Eliminar manchas: para esto se recomienda mezclar agua tibia con detergente suave y frotar la mancha con un paño limpio. En el caso de manchas más difíciles, como las de sangre, sudor o orina, CuídatePlus sugiere utilizar una mezcla de bicarbonato de sodio y agua oxigenada al 3%. Esta solución debe aplicarse directamente sobre la mancha, dejarse actuar unos minutos y retirarse con un paño húmedo.
- La desinfección: una mezcla de partes iguales de vinagre blanco y agua puede ser rociada sobre el colchón para eliminar bacterias y ácaros. Después de dejar actuar esta solución durante 10 minutos, se debe retirar la humedad con un paño limpio.
- Combatir olores: el bicarbonato de sodio es un aliado eficaz. Espolvorear una capa sobre toda la superficie del colchón y dejarla actuar durante al menos 30 minutos (o más tiempo, si es posible) ayuda a absorber olores y humedad. Posteriormente, se debe aspirar el bicarbonato para retirar los residuos.
La importancia de ventilar y proteger el colchón
De acuerdo con el portal especializado, es fundamental asegurarse de que el colchón esté completamente seco antes de colocarle las sábanas. Además, se sugiere dejarlo en una zona bien ventilada o cerca de una ventana abierta para acelerar el proceso de secado.
Finalmente, para proteger el colchón de futuras manchas, polvo y ácaros, se recomienda utilizar un protector de colchón. Este accesorio no solo facilita la limpieza periódica, sino que también actúa como una barrera adicional para prolongar la vida útil del colchón.
Evaluar el estado del colchón periódicamente y seguir las recomendaciones de limpieza puede marcar una gran diferencia en la salud y el bienestar general. Aunque cada colchón tiene una vida útil estimada, factores como el uso, el cuidado y las necesidades individuales pueden influir en el momento ideal para reemplazarlo.