El número de incidentes relacionados con mordeduras de animales transmisores de rabia en Bogotá mostró un incremento significativo en comparación con el año anterior, generando preocupación entre las autoridades de salud. Según un informe del Instituto Nacional de Salud (INS), hasta el 25 de enero de 2025 se registraron un total de 1.930 casos en la capital del país, cifra que ya supera los 1.894 reportados en el mismo periodo del 2024. En promedio, se están notificando aproximadamente 70 ataques al día, lo que reflejaba una tendencia creciente en este tipo de agresiones.
El fenómeno no solo se limita a Bogotá, también se observa a nivel nacional. En lo que va del año, el INS documentó cerca de 14.000 ataques por parte de animales potencialmente transmisores del virus de la rabia, lo que representa un aumento cercano al 5% en comparación con el mismo periodo del año anterior, cuando se contabilizaron 13.348 casos. Las cifras indican que, después de Bogotá, los departamentos con mayor número de reportes eran Antioquia, con 1.618 casos; Cundinamarca, con 1.186; Valle del Cauca, con 723; y Santander, con 638.
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Frente a esta situación, los expertos reiteraron la importancia de identificar a los principales reservorios del virus de la rabia, entre los que se encontraban los perros y los murciélagos hematófagos e insectívoros. Sin embargo, también existía el riesgo de transmisión a través de otros mamíferos, como los gatos, así como de animales de producción primaria, como las vacas y los cerdos, y especies silvestres, entre ellas los zorros y grandes roedores.
“Se han identificado, principalmente, como reservorios del virus de la rabia, el perro, el murciélago hematófago y el murciélago insectívoro. Sin embargo, también pueden actuar como reservorio los animales mamíferos (como los gatos), animales de producción primaria (como vacas o cerdos) o animales silvestres (como zorros y grandes roedores)”, explicó Andrea Cortés, microbióloga de la Universidad Manuela Beltrán a Blu Radio.
Debido al preocupante aumento de casos, las autoridades de salud hicieron un llamado urgente a la prevención, destacando la necesidad de fortalecer las estrategias de vacunación en animales domésticos y de evitar el contacto con especies silvestres que pudieran estar infectadas.
¿Qué hacer en caso de una mordedura de animal transmisor de rabia?
En caso de una mordedura de un animal transmisor de rabia, es fundamental seguir los siguientes pasos de inmediato para reducir el riesgo de infección:
- Lavar la herida de inmediato: es importante lavar la mordedura con abundante agua y jabón durante al menos 15 minutos para reducir la posibilidad de que el virus entre en el cuerpo.
- Desinfectar la herida: luego de lavar la herida, aplica un antiséptico, como yodo o alcohol, para desinfectarla. Esto ayudará a prevenir infecciones adicionales.
- Buscar atención médica inmediatamente: incluso si la mordedura parece leve, es necesario acudir a un centro de salud lo más rápido posible para recibir atención médica. En algunos casos, pueden ser necesarios tratamientos adicionales, como la aplicación de la vacuna contra la rabia.
- Consultar sobre la vacunación post exposición: si el animal que mordió a la persona es un posible transmisor de rabia o no se puede identificar, el médico puede recomendar la administración de la vacuna contra la rabia. Este tratamiento es esencial para evitar que el virus se desarrolle en el organismo.
- Observar al animal mordedor: si es posible, asegúrese de que el animal mordedor esté en observación durante al menos 10 días. Si el animal muestra signos de rabia, se debe informar inmediatamente a las autoridades de salud. Si el animal es un perro o un gato y está disponible para su observación, esta puede ser una alternativa a la vacunación post exposición.