En lo que podría considerarse una de las jornadas más tensas de la política colombiana reciente, los ciudadanos fueron testigos de un Consejo de Ministros televisado que puso al descubierto las profundas divisiones dentro del Gobierno.
La decisión del presidente Gustavo Petro de transmitir en vivo este evento, con el objetivo de dar muestras de transparencia y rendir cuentas sobre el cumplimiento de las promesas de su gobierno, acabó revelando un panorama sombrío. Durante la reunión, los funcionarios no se limitaron a exponer sus puntos de vista, sino que se involucraron en fuertes disputas personales que incluyeron acusaciones de corrupción y desacuerdos sobre la manera en que se manejan los asuntos de Estado.
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El punto álgido del encuentro llegó cuando la vicepresidenta Francia Márquez expresó su descontento por la forma en que la canciller Laura Sarabia, y el nuevo jefe de Gabinete, Armando Benedetti, estaban manejando sus funciones.
“Le digo a usted de frente (a Petro) las cosas que no me parecen en este Gobierno y las cosas que comparto en este Gobierno. Y no me parece en este Gobierno las actitudes de Laura Sarabia con nosotros, conmigo, que me ha tocado decirle respéteme que soy la vicepresidenta y no me parece, y respeto, a Benedetti, pero no comparto presidente su decisión, la respeto porque usted es el jefe de Estado, pero no comparto su decisión de traer a este Gobierno a esas personas que sabemos tienen gran parte de responsabilidad con lo que aquí está pasando”, dijo la vicepresidenta en su intervención.
Este enfrentamiento, sumado al de otros altos funcionarios, no solo evidenció las fracturas dentro del Gobierno, sino también la creciente sensación de caos en el Palacio de Nariño. El propio Petro, al intentar justificar la transmisión pública de la reunión, mencionó que su intención era promover la transparencia. Sin embargo, lo que muchos vieron como una oportunidad de dar cuentas a la ciudadanía terminó por dejar una imagen de un Ejecutivo desarticulado.
La propuesta de consulta popular
En medio de este ambiente de caos, el exsenador Horacio José Serpa, del Partido Liberal, aprovechó la atención mediática generada para proponer una consulta popular. En un video difundido en las redes sociales, Serpa cuestionó abiertamente la permanencia de Petro en el cargo, sugiriendo que los colombianos deberían tener la última palabra. “¿Quiere usted sí o no que el presidente de la República Gustavo Petro Urrego renuncie a su cargo antes del 7 de agosto de 2026?”, planteó en su publicación.
Y es que Serpa calificó la situación como “un gobierno fracturado, sin rumbo, sin liderazgo” y agregó que la situación era tan grave que “más allá de los chistes, de las burlas, de los memes, lo preocupante es que el gabinete tiene en sus manos el destino de Colombia”. Criticó duramente las decisiones del presidente, especialmente la incorporación de personajes como Laura Sarabia y Armando Benedetti al gobierno, personas que, según él y en sintonía con lo dicho por Francia Márquez, tienen una “gran parte de responsabilidad con lo que está pasando” en el país.
La propuesta de Serpa no solo está dirigida a expresar su desacuerdo con la gestión de Petro, sino también a instar a un mecanismo democrático directo como la consulta popular, con la intención de ofrecer a los ciudadanos una voz más fuerte sobre el futuro político del presidente: “Un verdadero líder no expone a su equipo así”, concluyó Serpa, refiriéndose a la transmisión del Consejo de Ministros.
Cabe destacar que, una consulta popular es el mecanismo de participación mediante el cual se eleva una pregunta de carácter general sobre un tema de trascendencia nacional, departamental, distrital, municipal o local es sometida por los ciudadanos o por el presidente de la república, gobernador o alcalde (según sea el caso) a consideración del pueblo para que este se pronuncie en las urnas.
Renuncias en cadena
El impacto del Consejo de Ministros se hizo sentir de inmediato en la estructura del gobierno. El director del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), Jorge Rojas, presentó su renuncia irrevocable tras el caótico encuentro. En una entrevista con W Radio, Rojas explicó que los eventos del día anterior habían dejado en evidencia “nuestras debilidades, nuestras angustias”, pero también destacaron la necesidad de un gobierno fuerte. “Yo presenté mi renuncia irrevocable ayer”, expresó el exvicecanciller, que apenas llevaba una semana en el cargo.
A su renuncia se unió la del ministro de Cultura, Juan David Correa, quien no ofreció detalles en su carta, pero todo apunta a que la llegada de Benedetti al gobierno y la creciente crisis interna fueron factores determinantes. Además, la secretaria jurídica de la Presidencia, Aula Robledo, presentó su renuncia y está a la espera de que sea aceptada por el Dapre. Con estas dimisiones, el gabinete se ve aún más golpeado, lo que genera incertidumbre sobre la viabilidad de su mandato en los próximos meses.