Uno de los temas más coyunturales y controversiales en el Gobierno del presidente Gustavo Petro ha sido la adjudicación y construcción del metro elevado en Bogotá.
Las obras avanzan de manera significativa en el primer año de mandato del alcalde Carlos Fernando Galán, según un informe entregado por la administración. La ejecución de la megaobra aumentó en un 17,26 % con respecto al avance del 28,98 %, al 31 de diciembre de 2023, cuando fue recibido, ya alcanzó un 46,24 % al cierre del 2024, las actividades ya superaron los 1.885 metros de viaducto construido con corte al 16 de enero de 2025.
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No obstante, este ha sido un tema que genera inconformidad al mandatario nacional. Durante el Consejo de Ministros realizado en la tarde-noche del martes 4 de febrero, transmitido por televisión, se discutió ampliamente la viabilidad del proyecto.
El presidente Petro afirmó que la implementación del sistema de transporte en su modalidad elevada aumentará el tiempo de desplazamiento de los usuarios en lugar de optimizar los recorridos.
“Los estudios que hizo el mismo Ministerio de Transporte con profesionales internacionales […] encontraron que el metro elevado no disminuye el tiempo de transporte en la ciudad, sino que lo aumenta, mientras que el metro subterráneo sí lo reduce”, declaró el jefe de Estado en la reunión.
No solo afectará a quienes deseen acogerse a este nuevo sistema de transporte, sino que también incrementará el tiempo total de los viajes en toda la ciudad, comentó el presidente.
De inmediato, Petro se dirigió a la ministra de Transporte, María Fernanda Rojas, le recordó los cargos que ha ocupado, algunos durante su mandato como alcalde, y le pidió que asumiera el liderazgo de la situación: “Ministra, usted tiene que pararse. Usted fue concejal de Bogotá, directora del IDU en mi Gobierno y estuvo atenta al tema del metro (...) El Ministerio de Transporte debe decir la verdad”, expresó.
Este pronunciamiento causó la respuesta del alcalde Galán. En entrevista con Olímpica Estero el miércoles 5 de febrero, explicó que el planteamiento que realizó el mandatario en el consejo es equivocado: “No coinciden para nada con los estudios que han soportado ese proyecto, también el estudio que mencionaba el Gobierno nacional de la Sociedad Colombiana de Ingenieros, el presidente lo ha presentado de manera parcial, no lo ha presentado completo, porque el estudio también planteaba unas dudas muy grandes sobre el proyecto subterráneo”.
Y aprovecho el espacio para hacerle una invitación contundente para que rectifique el estadio de las obras: “Invito al presidente Petro a visitar la obra del metro (...) la gente está viendo en la obra del metro una obra que sí avanza y eso genera esperanza muy grande”.
La instalación de los primeros rieles que conformarán la infraestructura de la Línea 1, un proyecto clave para la movilidad sostenible en la capital colombiana. Según informó el alcalde mayor, Carlos Fernando Galán, durante una visita a las obras el pasado sábado 18 de enero, este avance marca un hito en el desarrollo del sistema de transporte masivo.
De acuerdo con los detalles proporcionados, el tramo inicial instalado comprende 50 metros de vía férrea que servirán como pista de prueba para los trenes del sistema. Este segmento se encuentra en el costado oriental del patio taller de Bosa, una ubicación estratégica que corre paralela al Canal Cundinamarca, donde comienza el viaducto de la Línea 1. Este viaducto será una de las principales arterias del metro, conectando diversos puntos de la ciudad.
Por otro lado, se refirió a los proyectos férreos que se están desarrollando en el departamento de Cundinamarca y la obstaculización, que según el han estado haciendo desde el sector público y privado por parte de funcionarios que apoyaron las ejecuciones de Enrique Peñaloza mientras su periodo de gobierno.
“El sabotaje del interior de mi gobierno, de los funcionarios peñalosistas, que son los mismos de Bogotá porque cambian de puesto, les sirven a unos empresarios privados que son los dueños de las concesiones y de los buses”, afirmó.
Desgloso los problemas que varios de ellos han enfrentado al momento de continuar con sus actividades. Se refirió al Tranvía de occidente que se vio afectado por un oleoducto que atraviesa la línea férrea. El Tranvía de Zipaquirá ha sido otro de los proyectos afectados, este desea conectar a la capital del país con los demás municipios del departamento y que planea extenderse hasta Alcará. Finalmente, el Cable de Soacha es otro de los proyectos que aseguran han retrasado sus operaciones.