La comunidad de Santa Marta y Medellín se encuentra conmocionada tras el hallazgo del cuerpo sin vida de Carlos Arturo Marulanda Pinto, un comerciante de 52 años originario de la capital del Magdalena.
Su cadáver fue encontrado en una trocha del sector de El Curval, en las afueras de Santa Marta, con signos de violencia y un disparo en la cabeza. Las autoridades han iniciado una investigación para esclarecer las circunstancias de su muerte.
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El hallazgo tuvo lugar en la mañana del domingo 2 de febrero, luego de que habitantes de la zona alertaran a la Policía Metropolitana sobre la presencia de un cuerpo en un área boscosa.
La víctima se encontraba semidesnuda, sin documentos de identificación y presentaba evidentes signos de violencia, lo que hace sospechar que pudo haber sido sometida a torturas antes de ser asesinada.
El coronel Jorge Bernal, comandante de la Policía Metropolitana de Santa Marta, indicó que la investigación se centra en determinar el lugar exacto donde ocurrió el crimen, ya que los primeros indicios apuntan a que el comerciante fue asesinado en otro sitio y posteriormente su cuerpo fue abandonado en la trocha de El Curval.
Un viaje de negocios que terminó en tragedia
Carlos Arturo Marulanda residía en Medellín por motivos laborales, pero visitaba con frecuencia su ciudad natal. En esta ocasión, había viajado a Santa Marta con el propósito de cerrar un negocio, cuya naturaleza aún no ha sido esclarecida. Su familia perdió contacto con él desde la noche del sábado 1 de febrero, lo que generó preocupación y una búsqueda desesperada que terminó con el trágico hallazgo de su cuerpo.
Uno de los aspectos clave en la investigación es la transacción que Marulanda planeaba concretar en la ciudad. Las autoridades buscan identificar con quién se reunió en sus últimas horas de vida y si su muerte está relacionada con dicho acuerdo comercial. Además, se ha reportado la desaparición de la camioneta en la que se movilizaba, lo que añade incertidumbre al caso.
Según testimonios de sus allegados, Marulanda era un hombre trabajador y reconocido en el gremio comercial. No se tienen indicios de que estuviera involucrado en actividades ilícitas o conflictos que pudieran haber derivado en su asesinato. Su familia y conocidos exigen justicia y respuestas claras sobre lo ocurrido.
“No entendemos qué pudo haber pasado. Era una persona muy conocida en el gremio comercial, siempre enfocado en sus negocios. Pedimos que se esclarezca quiénes fueron los responsables”, expresó un pariente cercano al medio El Tiempo.
“Estamos verificando con quién se encontró la víctima en Santa Marta y rastreando sus últimas llamadas y desplazamientos para entender qué ocurrió”, señaló un investigador del caso al medio citado.
La familia de Marulanda ha solicitado celeridad en las investigaciones y la captura de los responsables. Mientras tanto, la incertidumbre y el temor crecen en la comunidad, que espera respuestas sobre este violento hecho que ha estremecido a la región.
Joven auxiliar de Policía muere por disparo accidental en Santa Marta
No han sido unos días pacíficos en Santa Marta. Talel Daza, un joven de 19 años en formación como auxiliar de Policía, falleció el 27 de enero tras un disparo accidental ocurrido en las casas fiscales de la institución.
Según las versiones preliminares, uno de sus compañeros manipuló indebidamente un arma de dotación, lo que resultó en un disparo que impactó el abdomen de Talel. A pesar de ser trasladado urgentemente a la clínica Mar Caribe, el joven no sobrevivió a la cirugía.
El incidente ha conmocionado a la familia de Talel, especialmente a su madre, quien dependía económicamente de él. Su padre, Marcos Daza, exige una investigación clara y pruebas como grabaciones de cámaras de seguridad y testimonios de los presentes.
La Policía Metropolitana de Santa Marta lamentó la tragedia y señaló que, según las evidencias preliminares, el disparo fue accidental debido a la mala manipulación del arma. El comandante de la institución expresó condolencias a la familia y aseguró que se realizará una investigación interna para esclarecer los hechos.