El término ‘mamerto’, ampliamente utilizado en Colombia para referirse de manera despectiva a personas con ideología de izquierda, fue uno de los temas que la senadora y precandidata presidencial María Fernanda Cabal abordó en una reciente entrevista en la emisora La Kalle. Durante su participación en el programa El Klub, Cabal no solo compartió su perspectiva sobre el gobierno del presidente Gustavo Petro, también opinó sobre la burocracia estatal y participó en una dinámica humorística que generó comentarios en redes sociales.
De acuerdo con el medio, Cabal aseguró que su rechazo hacia Petro no es personal, sino que está relacionado con las consecuencias de su gestión. “Yo compartí con él en el Senado, no era puntual, ni allá ni nunca. Tampoco intervenía mucho y cuando lo hacía, mentía bastante”, afirmó la senadora, que además expresó su desconfianza hacia el mandatario al declarar: “A Petro no le creo nada”.
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En la entrevista, Cabal también expuso su visión sobre la estructura gubernamental en Colombia. La senadora criticó la proliferación de leyes y la expansión del aparato estatal, argumentando que esto limita las libertades individuales. “Las personas creen que uno es más eficiente promoviendo más leyes, pero no se dan cuenta de que entre más leyes tengamos, menos libres somos. Más leyes significan más control, más regulación, más Estado, más impuestos”, explicó en el medio citado. En este contexto, Cabal señaló que, de llegar a la presidencia, eliminaría “todo lo que ha sido creado sin base legal”. En particular, mencionó las 16 altas consejerías, las cuales calificó como “pura burocracia”. .
Humor y controversia: ¿cómo identificar a un ‘mamerto’?
Uno de los momentos más comentados de la entrevista ocurrió durante el segmento humorístico Cien colombianos ríen, dirigido por el comediante Jhovanoty. En esta dinámica, Cabal respondió a preguntas que buscaban identificar características de un “buen uribista” y de un “mamerto”.
Al ser consultada sobre cómo reconocer a un “buen uribista”, se le presentaron opciones como “porque tiene un cuadro del Sagrado Corazón de Uberrimo” o “porque sabe cuántos Crocs tiene Uribe”. Entre risas, la senadora eligió la opción que decía “porque no escucha música de Residente ni de Doctor Krápula”, añadiendo que “eso no es música”. Además, expresó su preferencia por la música de Marbelle, calificándola como “mucho más agradable”.
En cuanto a los “mamertos”, las opciones incluían características como “porque tiene una camiseta del Che Guevara” o “porque lleva 25 años estudiando filosofía en la Universidad Nacional”. Cabal respondió que todas las opciones eran correctas y añadió: “Y le sumo una: tienen una mochila sucia que no han lavado en 15 años”. Estas declaraciones, aunque realizadas en un tono humorístico, generaron reacciones en redes sociales debido a la carga ideológica del término.
El origen y evolución del término ‘mamerto’
El término ‘mamerto’ tiene una larga historia en Colombia. Su origen se remonta a los años sesenta, cuando se utilizaba para referirse a los militantes del Partido Comunista Colombiano (PCC). Durante ese periodo, marcado por la polarización entre ideologías capitalistas y comunistas, el término se convirtió en un estigma dirigido hacia quienes defendían posturas de izquierda.
El profesor Jorge Hernán Arbeláez Pareja, de la Universidad Nacional, explica que el vocablo ha evolucionado con el tiempo y, en diferentes países de América Latina, puede significar desde “bobo” hasta “cínico” o “conchudo”. En Colombia, sin embargo, su uso sigue asociado a la descalificación de personas con ideologías progresistas o de izquierda.
Según un análisis del académico Agustín Rendón, publicado en el sitio web de la Universidad EAFIT, el término ‘mamerto’ ha sido empleado históricamente para deslegitimar a quienes defienden posturas políticas contrarias a los gobiernos dominantes. Rendón señala que, en el contexto actual, esta palabra se utiliza para agrupar y estigmatizar a la disidencia política, especialmente a quienes apoyan los acuerdos de paz o políticas sociales.