El caso de Sarita Michel Vargas, la niña de 11 años cuyo cuerpo fue hallado sin vida en una zona rural de Sogamoso, Boyacá, continúa bajo la mira de las autoridades que, en las últimas horas, entregaron nuevos avances en la investigación.
De hecho, las autoridades han identificado a un segundo presunto implicado en el asesinato de la menor, que le daría un giro inesperado a las primeras hipótesis que manejan los investigadores.
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El coronel Fredy Barbosa, comandante del Departamento de Policía de Boyacá, confirmó que las pesquisas han permitido establecer que el primer capturado no actuó solo.
“Sabemos que no actuó solo. Hay más personas involucradas”, declaró Barbosa en diálogo con Caracol Radio. Además, el oficial también señaló que se espera la captura de este nuevo sospechoso en los próximos días.
De acuerdo con el coronel Barbosa, los avances en la investigación han sido posibles gracias a los resultados de Medicina Legal y a los elementos probatorios recopilados, los cuales podrían derivar en la imputación de los delitos de homicidio y feminicidio contra otros responsables.
“Con los resultados de Medicina Legal y las investigaciones realizadas, podremos señalar el delito de homicidio y feminicidio contra otros responsables”, comentó el oficial al medio radial.
El caso de Sarita Michel Vargas comenzó el pasado 25 de diciembre de 2024, cuando la menor desapareció en medio de las celebraciones navideñas en el municipio de Sogamoso.
Según reconstruyó la Fiscalía, la niña salió de su casa tras una discusión familiar. Pilar Vega, tía de la menor, relató al medio El Tiempo que su hermana, madre de Sarita, vio cuando la niña salió por el portón de la vivienda. “Mi hermana, más o menos 10 minutos después, se percató de que la niña salió y se fue a buscarla”, explicó Vega.
Sin embargo, el 12 de enero, 18 días después de su desaparición, las autoridades encontraron un cuerpo en avanzado estado de descomposición en la vereda El Ciral, una zona rural de Sogamoso.
La confirmación de que se trataba de Sarita llegó días después, el 19 de enero, cuando el alcalde de la ciudad, Mauricio Barón, informó que el Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) había identificado los restos como los de la menor. “Lamentablemente, el cuerpo encontrado días pasados en la vereda El Ciral corresponde a los restos de la menor”, declaró Barón.
El hallazgo conmocionó a la comunidad y a la familia de Sarita. Su hermana mayor, Mayerly, expresó su dolor a través de redes sociales, mientras que su abuela, Blanca Sierra, señaló que los tenis encontrados junto al cuerpo coincidían con los que llevaba la niña al momento de su desaparición. “Era ella, no había duda. Fue un golpe muy duro para nuestra familia”, afirmó Sierra.
Asimismo, las investigaciones realizadas por el CTI y la Policía Nacional han permitido reconstruir parte de lo ocurrido. Según los informes, Sarita fue abordada tras salir de su casa y trasladada en motocicleta hasta la vereda donde posteriormente fue hallada sin vida.
Un testigo, cuya identidad permanece bajo reserva por motivos de seguridad, aseguró haber visto a la menor en compañía de un hombre en una motocicleta durante la madrugada del 25 de diciembre.
Días después del hallazgo del cuerpo, las autoridades capturaron a Juan Carlos Rodríguez Vargas, primo de Sarita, quien se convirtió en el principal sospechoso del crimen. Según la Fiscalía, Rodríguez Vargas se encontró con la menor en un sector conocido como Vanegas y, a bordo de una motocicleta, la llevó hasta la vereda El Ciral.
Durante los allanamientos realizados en su vivienda y en la de otros familiares, las autoridades encontraron pruebas clave, como rastros en la motocicleta que confirmaban que la niña había sido transportada en ese vehículo.
A pesar de las evidencias, Rodríguez Vargas negó en repetidas ocasiones haber tenido contacto con Sarita el día de los hechos. Sin embargo, la Fiscalía aseguró que los elementos materiales probatorios recopilados por el CTI y la Policía Nacional demostraban lo contrario.
El joven de 23 años, residente de la vereda Cartagena, en el municipio de Firavitoba, fue detenido y enviado a prisión bajo el cargo de desaparición forzada. No obstante, la Fiscalía dejó abierta la posibilidad de imputarle también el delito de feminicidio a medida que avanzaran las investigaciones.