En la mañana del martes 4 de febrero el presidente Gustavo Petro redactó un post en X mediante el cual reaccionó a la inesperada reunión que en Uruguay tuvieron José ‘Pepe’ Mujica y Gabriel Boric, presidente de Chile. El presidente colombiano volvió a referirse a un tema que ya había abordado en ocasiones anteriores: el M19 y su relación con los Tupamaros, grupo insurgente uruguayo con alta incidencia política en el Siglo XX y al que perteneció Mujica.
“Leo a Mujica, el viejo combatiente subversivo tupamaro, y además expresidente del Uruguay y se me refleja también el viejo M19, el cual fue hijo directo de los tupamaros en Colombia del que hice parte y que planteaba una revolución democrática para Colombia, fueron los Tupamaros los que fundaron el M19 con Bateman y otros revolucionarios colombianos, y veo, reflejado también mi propio pensamiento y mi propio sueño”, se lee en la primera parte del texto del presidente de la República.
Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Facebook.
A través de una reflexión sobre la libertad de expresión y sobre el arte en sociedades izquierdistas y derechistas, elaboró una crítica contra el Ejército de Liberación Nacional (ELN), al que acusó de estar cometiendo acciones violentas equiparables a masacres perpetradas por bloques paramilitares. Señaló que, como lo hizo en otros contextos “la izquierda decadente”, el ELN ha terminado por violentar los derechos de los colombianos más vulnerables.
“Pero cuando se observa el arte socialista siempre aparece algo que va mas allá: el hombre y la mujer alcanzando las estrellas, como lo vemos en la escultura de Betancur en Medellín en su propio centro universitario. Dicen que el ELN secuestró al maestro Betancur y no me extrañaría”, señaló.
Habló de las diferencias que en Europa han tenido marxistas y anarquistas y cómo muchos de estos irreconciliables resolvieron recurrir a la violencia y a la exterminación del contrario:
“La bandera roja de los marxistas o la rojinegra de los anarquistas qué gritaban libertad o muerte, terminó matándose entre sí en Barcelona, o más antes, una mato a la otra con los marineros de Kronstadt qué habían disparado contra el palacio del Zar, o aquí en Colombia la rojinegra, terminó sucia asesinando a los aurelianos en el cuerpo del campesinado como cualquier chulavita o paramilitar de la extrema derecha”.
Petro lanzó otra crítica contra quienes dicen enarbolar las banderas del progresismo, pero se resisten a acelerar la transición energética, tema clave en el mundo, según Petro, que determinará el futuro de las sociedades y de la sostenibilidad de la vida misma y la existencia de la especie humana.
“Es por eso, por lo cual la izquierda tradicional ya no entiende del porqué de la crisis climática y de su lucha decidida contra quienes desde el capital quieren irradiar, aún más, el uso generalizado del carbón y del petroleo, o sea, lo que hoy llamamos capital fósil, el progresismo latinoamericano se quedó en el petroleo, lo discutí con Mujica”, añadió el mandatario colombiano.
Petro, además, se refirió a uno de los factores más importantes en la concepción ideológica del socialismo de corte marxista: la internacionalidad. Criticó que ideólogos contemporáneos de la izquierda reduzcan sus discusiones a lo concerniente exclusivamente a sus países, adoptando, según él, un espíritu parroquial y reaccionario que desconoce las repercusiones mundiales de los acontecimientos ocurridos en cualquier locación.
“Se quedó con un grupo, una clase social que dijo representar y cambió el concepto de revolución mundial por nacional, perdió universalidad. Cambio la libertad por la cárcel. Lo que supera la universalidad, no es retroceder al grupo, sino es el avanzar a la humanidad; lo que defenderá la vida planetaria es la humanidad, el nuevo sujeto revolucionario de la historia, porque las revoluciones de hoy son las revoluciones que luchan por la vida y no solo por una clase o un pueblo. Por eso el arte que alcanza las estrellas”, concluyó.