En los barrios del suroriente de Barranquilla, la presencia de grupos armados ilegales ha generado preocupación entre la comunidad debido al creciente reclutamiento de menores de edad.
En sectores como Rebolo, La Luz y La Chinita, las familias enfrentan el temor de que sus hijos sean alistados por estructuras criminales como ‘Los Costeños’, también conocidos como ‘Los Leones’, y ‘Los Pepes’, quienes los utilizan para cometer delitos, de acuerdo a información recopilada por la emisora colombiana Caracol Radio.
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El conflicto entre estos dos grupos ha impactado directamente a jóvenes de entre 12 y 20 años, quienes, ante la falta de oportunidades educativas y laborales, son captados para actividades ilícitas como el tráfico de drogas, la extorsión y la violencia armada.
Un habitante de la zona relató a Caracol Radio la manera en que operan estas organizaciones: “Estas bandas cogen a los muchachos menores para delinquir. Trabajan con los jóvenes para meterlos en los mundos del microtráfico, extorsión y los llamados ‘gota a gota’. Son ‘pelaitos’ de 12, 13 años. Tú te metes a estos barrios temprano por la noche y ya la gente está acostada, no hay nadie en la calle, porque la gente está viviendo con miedo y con terror. Además, estos menores se amenazan en redes sociales con que se van a matar y lo hacen”.
El proceso de reclutamiento no solo se basa en promesas de dinero o poder dentro de la estructura criminal, sino también en amenazas. Algunos jóvenes deben demostrar su lealtad cumpliendo tareas específicas, como vigilar y seguir a posibles víctimas antes de asesinarlas.
El uso de símbolos también hace parte de la identificación dentro de estas bandas. Los jóvenes que pertenecen a ‘Los Costeños’ visten ropa con imágenes de leones, mientras que los de ‘Los Pepes’ utilizan prendas con dibujos de cocodrilos. Estas señales permiten que los miembros de los grupos reconozcan a sus aliados en las calles.
El nivel de coerción es extremo. Si un menor se niega a cumplir órdenes, las amenazas se dirigen hacia su familia. “No les interesa si la víctima es conocida o amiga, ellos se están asesinando, y luego de esto, las bandas lo activan en el grupo. En muchos casos, si no hacen lo que les exigen, intimidan con matarle a los papás y los jóvenes con ese miedo cumplen”, detalló otro vecino del sector a esa emisora.
La creciente violencia y el reclutamiento forzado han llevado a que muchas familias vivan con temor constante. La inseguridad ha cambiado la dinámica de los barrios, donde, al caer la noche, las calles quedan desiertas. L
a comunidad espera respuestas de las autoridades para frenar el avance de estas estructuras criminales y proteger a los menores de edad de un destino marcado por la violencia.