Después de que una ópera de inclusión financiada por el Departamento de Estado de EE. UU. generara controversia, otro proyecto respaldado por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) también está bajo revisión.
Este contrato, valuado en 10.000 dólares (aproximadamente 41 millones de pesos colombianos), buscaba fomentar el desarrollo económico inclusivo y contribuir a la estabilidad social mediante oportunidades laborales para la población trans.
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Actualmente, la administración de Donald Trump ha intensificado su ofensiva contra programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) financiados en el extranjero. Esta situación ha generado preocupación entre organizaciones y beneficiarios de estos proyectos, ya que el gobierno estadounidense ha ordenado recortes presupuestarios y una comprobación detallada de los fondos asignados.
En este contexto, varios contratos que apoyaban iniciativas de inclusión social y económica están bajo amenaza, lo que podría limitar el alcance de los programas en Colombia y otros países. El contrato fue otorgado a una fundación con sede en Bogotá, ubicada en la dirección donde opera el Grupo de Acción y Apoyo a Personas Trans.
De acuerdo con documentos revisados por El Tiempo, el propósito del programa era alinearse con los objetivos de la política exterior estadounidense, promoviendo la inclusión y los derechos humanos en la región. Su vigencia estaba contemplada entre octubre de 2022 y enero de 2024, periodo en el que se desarrollaron actividades orientadas a mejorar el acceso al empleo formal para esta comunidad.
La revisión de este contrato se produce en un contexto de recortes presupuestarios y cuestionamientos políticos por parte de la administración de Donald Trump, quien ha tomado medidas para limitar la financiación de iniciativas de diversidad, equidad e inclusión en el extranjero.
Además de la financiación para la inclusión laboral de personas trans, Estados Unidos tiene comprometidos 114,5 millones de dólares en diferentes proyectos en Colombia durante 2025. Entre estos, hay iniciativas en sectores como el desarrollo rural, la conservación ambiental y el empoderamiento femenino, que también podrían verse afectados por las recientes decisiones de Washington.
En particular, el contrato financiado por Usaid para la población trans reflejaba una estrategia de diplomacia blanda enfocada en la promoción de derechos humanos y estabilidad social a través del empleo digno.
No obstante, con el cambio de enfoque de la administración estadounidense, las organizaciones beneficiarias en Colombia podrían enfrentar dificultades para acceder a nuevos recursos y continuar con sus programas de apoyo a poblaciones vulnerables.
La ópera que inició el debate sobre los recursos de la Usaid
La ópera As One, que narra el proceso de autodescubrimiento de una mujer transgénero, se convirtió en el centro de una polémica internacional luego de que la Casa Blanca la calificara como un “gasto innecesario” de fondos públicos.
La obra, creada por la compositora estadounidense Laura Kaminsky, se presentó en Bogotá en marzo de 2022 con financiamiento parcial de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), además del respaldo de la Embajada de EE. UU., la Alcaldía de Bogotá y la Universidad de los Andes.
El proyecto recibió 25.000 dólares a través del programa Small Grants de la embajada estadounidense, junto con 20 millones de pesos de la Orquesta Filarmónica de Bogotá y apoyo en especie de la Universidad de los Andes.
Sin embargo, la controversia surgió cuando Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca, criticó el uso de estos recursos, asegurando que Usaid había destinado 47.000 dólares para la producción. Esta cifra fue desmentida por Juana Monsalve, protagonista y productora de la versión colombiana, quien sugirió que el monto mencionado podría corresponder al total de fondos asignados a varios proyectos.
Leavitt también citó otros ejemplos de lo que calificó como “prioridades absurdas” en el uso de fondos de Usaid, mencionando 1,5 millones de dólares para promover diversidad en Serbia, 70.000 dólares para un musical con enfoque de género en Irlanda y 32.000 dólares para un cómic transgénero en Perú.
Monsalve defendió la naturaleza artística de As One, enfatizando que la obra no busca promover ninguna agenda, sino contar una historia humana que invite a la reflexión y genere empatía en la audiencia.