El jueves 30 de enero, el exministro de Relaciones Exteriores de Colombia Álvaro Leyva Durán expresó su frustración y enojo por las declaraciones del presidente Gustavo Petro tras la decisión de impedir el aterrizaje de dos aeronaves estadounidenses que transportaban migrantes colombianos deportados.
Leyva cuestionó la postura del Gobierno, señalando las posibles repercusiones diplomáticas de la medida, luego de que el presidente de Estados Unidos Donald Trump ordenara sanciones económicas y restricciones diplomáticas contra Colombia en respuesta a lo que consideró un acto de obstaculización.
Sin embargo, dicha publicación por parte del exfuncionario del gobierno de Gustavo Petro no se quedó como un hecho anecdótico, porque en la mañana del 3 de febrero realizó otro post por medio de su cuenta de X. En esta, comentó que una persona de la actual administración del país ha “ascendido a las máximas alturas del Estado”. Pero no se quedó allí, ya que aseguró que se acercó “al abismo de su alma” y afirmó que “allí asustan”.
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“¿Domingo 26 de enero (de 2025) día fatídico para Colombia? ¿Se trató de una comedia? ¿Tragedia más bien? ¿Atinado el jefe del Estado? ¿Desatinado? Lo manifestado por él, los momentos escogidos para hacerlo y la forma, pareció impropio de su elevada condición”, cuestionó Leyva el 30 de enero.
Posteriormente, el exministro de Relaciones Exteriores volvió a manifestar su descontento con el rumbo político del país a través de una publicación del 3 de febrero en la que evocó sus advertencias previas sobre un hecho que calificó como una “tragedia” para Colombia. En su mensaje, recordó que el 30 de enero había cuestionado si el domingo 26 había sido un día fatídico para la nación y planteó, en tono crítico, si se trataba de una tragedia o una comedia con un elenco de segunda o tercera categoría. E incluso criticó el ascenso de alguien del Gobierno del cual no reveló su identidad.
“El jueves 30 de enero pregunté por este medio si el domingo 26 del mismo mes había sido un día fatídico para Colombia. Agregué mediante preguntas si se trataba de una tragedia o una comedia con elenco de segunda o de tercera. Recuérdenlo. Terminó siendo una tragedia. Cuál sería mi sorpresa cuando apenas unos días después, alguien del elenco fue ascendido a las máximas alturas del Estado. Alguien a quien por mala suerte conocí. En un momento dado me acerqué al abismo de su alma. Allí asustan”, comentó el excanciller colombiano.
Álvaro Leyva Durán continuó con sus cuestionamientos a recientes nombramientos en el Gobierno, sugiriendo que el ascenso de una persona en la administración estatal podría estar relacionado con el conocimiento de secretos comprometedores. A través de una publicación, el exministro evitó hacer afirmaciones directas, pero señaló que esta versión circula ampliamente y es “vox populi”.
“¿Ascendió porque conoce demasiados secretos non santos de hechos de los cuales hizo parte y lo está cobrando? ¿Lo afirmo yo? No. Lo dice la calle. Mejor dicho, es vox populi. ¿El dicho completo? Vox populi, vox dei. Y para qué decirnos mentiras, afuera lo saben. Todo esto explica la pregunta que hiciera en el mensaje del 30 de enero : ¿Será el anticipo de algo más de fondo para lo cual los colombianos nos debemos preparar?”, comentó.
En su publicación varios usuarios de la red social contestaron preguntando a Leyva a quien se refería. De hecho varios de los internautas apuntaron a dos nombres en particular, Laura Sarabia y Armando Benedetti.
En ese sentido, el usuario @Rincon001A comentó en su respuesta a la publicación de Álvaro Leyva que “ya era grosería su cancillería imagínese se puede ser peor Laura Sarabia o Armando Benedetti ?”.
Igualmente, el internauta @achury_alberto, en esa misma línea argumentativa dijo lo siguiente: “Petro sacrificando el legado de su gobierno por tener contentos a Benedetti y Sarabia. Confirmación absoluta de que sus secretos tienen la capacidad de manipular y arrodillar al hombre más poderoso del país”.
Y es que, Armando Benedetti asumirá un rol clave en la Casa de Nariño con funciones similares a las de un jefe de gabinete, aunque sin ostentar formalmente ese título. Su labor se centrará en coordinar asuntos dentro del despacho presidencial. Este nombramiento se da en medio de otros recientes cambios en el alto gobierno, como la designación de Laura Sarabia como nueva canciller, posición que anteriormente ocupaba Álvaro Leyva Durán.