Los recientes cambios en las políticas migratorias de la administración de Donald Trump en 2025 han generado un ambiente de incertidumbre para los viajeros colombianos que ingresan a Estados Unidos.
Esto se ha visto reflejado en múltiples testimonios, entre ellos el de Caro Cappelli, una colombiana que compartió en redes sociales su angustiosa experiencia en el aeropuerto de Newark, New Jersey, tras regresar de un viaje a su país de origen.
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Un control migratorio más riguroso
Caro Cappelli relató en un video publicado en TikTok que al llegar al aeropuerto de Newark y pasar por el control migratorio fue sometida a una serie de preguntas minuciosas por parte de los oficiales de inmigración.
De acuerdo con su testimonio, el agente a cargo de su caso le hizo preguntas detalladas sobre la duración de su estancia en Colombia, la cantidad de dinero que llevaba consigo al entrar y salir del país, así como los motivos por los cuales había viajado sola, sin la compañía de su esposo.
“El oficial me preguntó cuántos días exactos me había quedado en Colombia, yo le dije que aproximadamente 18, pero él me corrigió y me dijo que en realidad eran 22. Me insistió en que le diera la cifra exacta y no una aproximación”.
Además, el oficial le cuestionó si transportaba frutas, verduras u otros productos de su país de origen, por lo que tras responder negativamente, el agente llamó a un compañero y le solicitó a la colombiana que esperara en una zona específica del aeropuerto mientras revisaban su caso.
La retención y la interrogación intensiva
Después de ser ubicada junto con otros viajeros en una fila especial, Cappelli fue llevada a una oficina donde los agentes continuaron con el proceso de control.
En esta instancia, algunos de los retenidos fueron interrogados sobre sus documentos, mientras que a otros les inspeccionaron el equipaje de inmediato.
Cuando fue su turno, la colombiana fue trasladada a un cuarto privado, donde otro oficial le pidió que describiera su equipaje, pero por su nerviosismo olvidó la clave de su maleta, lo que generó más sospechas en los oficiales.
“Intenté recordar la clave de mi maleta, pero de los nervios no podía hacerlo. Pedí permiso para hacer una llamada y preguntar a mi esposo, quien tampoco la recordaba en ese momento. Fue muy estresante porque el oficial me interrogaba cada vez con más insistencia”, relató.
Al ver su dificultad para abrir la maleta, Cappelli sugirió a los agentes que utilizaran la llave especial que tienen para estos casos, pero su comentario no fue bien recibido: “El agente me miró con cara de sorpresa y me dijo que ellos no tenían ninguna autorización para abrir la maleta de esa manera”, recordó.
Finalmente, al no poder abrirla por cuenta propia, el oficial procedió a romperla para realizar la inspección y durante la revisión los agentes encontraron que solo llevaba snacks, bebidas alcohólicas y ropa, pero la manera en la que los oficiales la presionaban la hizo dudar de sus respuestas.
El impacto psicológico del interrogatorio
Más allá de la inspección del equipaje, Cappelli aseguró que lo más difícil de la experiencia fue la presión psicológica a la que fue sometida.
En el video relató que el agente la bombardeaba con preguntas, algunas relacionadas con viajes anteriores, el tiempo de estadía en otros países y las razones específicas de cada uno de sus viajes.
“La noche anterior había organizado mi maleta perfectamente, pero en ese momento no podía recordar exactamente qué había puesto en cada compartimento. Me preguntaban qué más llevaba, cuántos tipos de bebidas alcohólicas tenía, cuántas prendas de ropa, y no me daban tiempo de pensar. Me sentía completamente bloqueada”, expresó.
Además, el constante sonar de su teléfono celular, debido a las llamadas de su esposo preocupado, hizo que el oficial le preguntara quién la llamaba y por qué recibía tantas llamadas en ese momento. Ante la presión, Cappelli tuvo que poner el teléfono en modo avión.
Finalmente, tras verificar minuciosamente el contenido de su equipaje y comprobar que no llevaba nada ilegal, el oficial le permitió retirarse; sin embargo, la experiencia la dejó con una sensación de angustia y frustración, ya que sentía que, pese a tener toda la documentación en regla, había sido tratada con una desconfianza excesiva.
Una advertencia para futuros viajeros
Por último, la colombiana recomendó a los viajeros asegurarse de conocer cada detalle de su viaje y llevar toda la documentación en orden para evitar inconvenientes en migración.
También sugirió empacar de manera organizada y recordar exactamente qué se lleva en el equipaje, ya que la inspección puede ser meticulosa.