En la tarde del viernes 31 de enero, un atentado sicarial acabó con la vida de Jonathan Acevedo García, un hombre de 42 años de origen colombo-canadiense, en el exclusivo sector de El Poblado, en Medellín. El hecho ocurrió en el restaurante Mi Arepa, dentro del Mall El Indio, a plena luz del día, cuando Acevedo se encontraba acompañado de dos personas.
El ataque ocurrió alrededor de las 2:30 p. m., cuando los sicarios se acercaron a la mesa de la víctima y dispararon varios tiros a quemarropa, dejando a Acevedo sin vida en el acto. Después del asesinato, los agresores huyeron rápidamente del lugar en una motocicleta de alto cilindraje, lo que coincidió con una de las primeras pistas en la investigación.
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La motocicleta fue hallada horas después abandonada en el barrio Buenos Aires, lo que podría ser un indicio importante para los investigadores. Por ahora, la hipótesis principal sugiere que el ataque, que generó un gran revuelo en la zona, se da en el marco de un presunto ajuste de cuentas.
Según las primeras investigaciones, Acevedo García tenía antecedentes penales relacionados con el tráfico de estupefacientes; de hecho, el hombre había cumplido una condena por tráfico de fentanilo en Canadá antes de regresar a Colombia, según conoció El Colombiano. Este hecho llevó a las autoridades a considerar que el asesinato podría estar relacionado con sus vínculos con el narcotráfico.
La empresa y los negocios internacionales
Jonathan Acevedo García, además de su vinculación con el mundo del narcotráfico, tenía una faceta como empresario.
Según pudo establecer El Tiempo, en septiembre de 2024, el hombre constituyó la empresa AP Rentals COL S. A. S., dedicada a la renta de alojamiento en Medellín. Esta compañía, que tiene su base en la ciudad, fue registrada con un capital inicial de 100 millones de pesos y generaba ingresos mensuales aproximados de 10 millones de pesos. Acevedo era el socio mayoritario, aunque también aparecía como socia Natalia Andrea Posada Cortés.
La empresa, que presta servicios de alquiler de apartamentos de corto plazo, tiene vinculación con un edificio de lujo en el sector de La Florida, en El Poblado, donde Acevedo era propietario de un apartamento. Este inmueble se encuentra en el edificio 5G Loft, un complejo multiusos que forma parte de su portafolio de bienes.
Además de su negocio inmobiliario, Acevedo estaba involucrado en exportaciones internacionales. En documentos obtenidos por el medio citado, se descubrió que el colombo-canadiense había exportado una lujosa motocicleta Harley-Davidson VRSCF, valorada en aproximadamente 75 millones de pesos. La moto fue enviada desde su residencia en Canadá, en Rue Des Souverains, en Terrebonne, hacia los Estados Unidos, con destino final a Nueva Jersey.
Finalmente, se estableció que Acevedo estaba vinculado a una empresa de exportaciones agrícolas en Centroamérica, específicamente en Guatemala, lo que sugiere que su red de negocios tenía una expansión internacional. Esta información refuerza la teoría de que su asesinato podría estar relacionado con actividades ilícitas, ya que la conexión entre su empresa y exportaciones podría haber sido un frente para otras actividades más turbias.
El impacto del crimen y las investigaciones en curso
El asesinato de Acevedo García ha captado la atención de las autoridades locales, quienes rápidamente se hicieron cargo de la investigación. La Fiscalía General de la Nación ya asumió el caso, y el CTI estuvo presente en la escena del crimen poco después del atentado, por el cual se cerró el Mall El Indio durante varias horas mientras se realizaban las diligencias de recolección de pruebas.
Las autoridades están trabajando para determinar los movimientos de la víctima en el país antes de su asesinato, y se están analizando sus contactos y conexiones para dar con los responsables del atentado.
Aunque aún no hay detenidos en el caso, las investigaciones avanzan rápidamente y se siguen analizando las pruebas encontradas en la escena del crimen. La presencia de la motocicleta de alto cilindraje y la relación con actividades comerciales que trascienden las fronteras de Colombia podrían ser clave para esclarecer los motivos del asesinato y los posibles nexos del colombo-canadiense con el crimen organizado.