Condenan al mayor traficante de armas de Colombia: era cercano al líder de las AUC, Carlos Castaño

Declaraciones detalladas de reuniones, contratos y la gestión de documentos falsos usados para trasladar armamento que fue usado en el conflicto armado colombiano

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Humberto Agredo Espitia fue condenado
Humberto Agredo Espitia fue condenado a cuatro años y medio por gestionar el tráfico de armas búlgaras hacia las Autodefensas Unidas de Colombia - crédito Carlos Villalon/Europa Press

Un juzgado de Bogotá sentenció a Humberto Agredo Espitia a cuatro años y medio de prisión por su participación en una operación de tráfico internacional de armas que abasteció a las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) entre 1999 y 2001.

Según informó El Espectador, el condenado fue hallado culpable del delito de concierto para delinquir agravado, tras comprobarse que gestionó la importación de más de 7.000 fusiles AK47, municiones y explosivos desde Bulgaria, los cuales terminaron en manos de los grupos paramilitares liderados por los hermanos Carlos y Vicente Castaño.

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De acuerdo con la Fiscalía General de la Nación, el arsenal ingresó a Colombia a través de los puertos de Buenaventura y Turbo, camuflado en cargamentos de maquinaria y sacos de fertilizante. La investigación reveló que Agredo Espitia utilizó documentos falsificados para alterar las autorizaciones de importación y los certificados de destino final, lo que permitió que las armas ingresaran al país bajo la fachada de repuestos industriales.

Este material bélico, que inicialmente estaba destinado a las Fuerzas Armadas, fue desviado para fortalecer el poder militar de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), según se reveló en la investigación.

Las armas traficadas por Agredo
Las armas traficadas por Agredo Espitia fortalecieron militarmente a las AUC, utilizadas para masacres y desplazamientos forzados - crédito Colprensa

El fallo judicial se basó en un extenso conjunto de pruebas recopiladas por la Fiscalía, que incluyó testimonios de exlíderes paramilitares y análisis de armas incautadas.

“Para llevar a cabo esas actividades, Agredo Espitia alteró las autorizaciones de importación y cambió los certificados de destino final expedidos por las autoridades militares, lo que permitió que ingresaran al país bajo la fachada de repuestos de maquinaria”, dice el fallo.

Entre las declaraciones más relevantes se encuentra a Salvatore Mancuso, excomandante del Bloque Norte de las AUC, que aseguró que Agredo Espitia fue el principal responsable de introducir ilegalmente los fusiles AK47 fabricados por la empresa búlgara Arsenal C.O.

Mancuso detalló que estas armas fueron utilizadas para cometer homicidios, masacres y desplazamientos forzados, lo que generó un impacto devastador en la población civil.

Otro testimonio crucial fue el de Raúl Emilio Hasbún, alias Pedro Bonito, excomandante del bloque Bananero de las AUC. Según su relato, en 1999 celebró una reunión con Agredo Espitia en el Hotel Cosmos de Bogotá para coordinar la compra de 2.400 fusiles AK47. Este plan, conocido como la “Operación Agredo”, fue financiado por los hermanos Castaño y representó un esfuerzo sistemático para consolidar el poder militar de las autodefensas.

La Fiscalía gestiona la extradición
La Fiscalía gestiona la extradición de Agredo Espitia desde Estados Unidos para ampliar información sobre la red de tráfico de armas - crédito Fiscalía General de la Nación

Además de los testimonios, la Fiscalía presentó contratos firmados entre la empresa de Agredo Espitia, Equipos y Repuestos Ltda., y Arsenal Co., en los que se especificaba la venta de armas.

“La venta de una variedad de armas (...) a la empresa Equipos y Repuestos Ltda., controlada por los Agredo”. También presentó el ente acusador informes del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) que documentaron la incautación de 124 fusiles provenientes de Bulgaria en poder de las AUC en el año 2000″, dice uno de los documentos presentados por la Fiscalía.

También se incluyeron informes del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) que documentaron la incautación de 124 fusiles búlgaros en poder de las AUC en el año 2000.

Aunque el proceso judicial también involucró a Hans Agredo Caballero, hijo de Humberto Agredo Espitia, el juzgado determinó que no existían pruebas suficientes para condenarlo por concierto para delinquir agravado. Según el fallo, las declaraciones de exlíderes paramilitares como Mancuso y Pedro Bonito no mencionaron de manera directa al hijo como participante clave en la operación de tráfico de armas.

La red utilizó documentos falsificados
La red utilizó documentos falsificados para camuflar más de 7.000 fusiles AK47, municiones y explosivos entre maquinaria y fertilizantes - crédito AFP

El vínculo de Hans Agredo con el caso generó interés debido a su relación familiar con la hija del presidente de Arsenal Co., lo que, según la Fiscalía, pudo facilitar los acuerdos comerciales entre la empresa búlgara y Equipos y Repuestos Ltda. Sin embargo, esta conexión no fue suficiente para establecer su responsabilidad penal.

La llegada de este arsenal desde Bulgaria marcó un capítulo oscuro en la historia del conflicto armado en Colombia. Según la Fiscalía, las armas suministradas por Agredo Espitia permitieron a las AUC ejecutar masacres, desapariciones forzadas y desplazamientos masivos, consolidando su control territorial y su capacidad de intimidación. Este tráfico de armas no solo fortaleció a los grupos paramilitares, sino que también profundizó la violencia contra la población civil, según informó El Espectador .

El caso también expone las complejidades del comercio internacional de armas y su impacto en conflictos internos. Bulgaria, un país con una de las industrias armamentísticas más grandes del mundo, se convirtió en el origen de un arsenal que cruzó el Atlántico para alimentar la guerra en Colombia.

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