El nuevo secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, concedió una entrevista para hablar sobre los desafíos que enfrentará el recién posesionado presidente Donald Trump, que comenzó su administración con mensajes contundentes y acciones concretas que había prometido en campaña.
En medio de sus declaraciones, en las que se refirió a las intenciones del mandatario estadounidense de comprar Groenlandia durante su mandato, así como a las tensiones diplomáticas por la disputa sobre el control del Ártico, también habló sobre Colombia y el escándalo protagonizado por el presidente Gustavo Petro al no recibir un vuelo militar estadounidense que transportaba al primer grupo de deportados.
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De hecho, aseguró que su país no ejerció presión indebida sobre Colombia y expuso la manera en la que el gobierno de Gustavo Petro le dio manejo a la situación, así como la forma en la que el mandatario colombiano habría percibido las solicitudes de Trump.
En la entrevista con la periodista Megyn Kelly, en su programa The Megyn Kelly Show en SiriusXM, Rubio afirmó que “no sentimos que hayamos hecho bullying a Colombia” y justificó la postura de la administración de Donald Trump, alegando que el país sudamericano incumplió un acuerdo previo. “Sentimos que teníamos un trato. No es ‘bullying’, es que rompieron un contrato que habíamos hecho con ellos”, enfatizó.
También habló sobre Gustavo Petro: “no lo elegirían”
Entonces el secretario de Estado, más o menos a los 20 minutos de la entrevista, mientras hablaba sobre las estrategias de relaciones exteriores, explicó lo que había sucedido con el mandatario colombiano y el controvertido episodio diplomático que protagonizó el domingo 26 de enero de 2025.
El funcionario estadounidense explicó que Colombia había firmado un compromiso para recibir los vuelos con deportados, pero en pleno traslado decidió desconocer el acuerdo.
“Colombia firmó un acuerdo, firmaron un papel que decía: «Sí, envíennos estos aviones», y luego, a mitad del vuelo, lo rompieron”, argumentó Rubio. Dijo también que, ante esta situación, Washington optó por devolver las aeronaves con los migrantes a EE.UU. y exigir a Bogotá que asumiera la responsabilidad del traslado.
“Nuestra respuesta fue”, dijo Rubio, “bueno, ahora, volamos estos aviones, debimos traerlos de vuelta a los Estados Unidos, ahora ustedes van a venir a recogerlos. ¿Por qué vamos a pagar por esos vuelos? Porque ustedes (Colombia) los cancelaron. No es bullying“.
Ahí ofreció afirmaciones sobre las “interacciones” con otros países, como Rusia y China, incluso Colombia, que serán asuntos o “dinámicas” entre mandatarios, como “Trump-Putin”, por ejemplo.
Entonces dijo: “La manera en la que tratas, o en la que te acercas a un país tiene que estar basada en este balance estratégico. Creo que la abrumadora mayoría de gente en Colombia, país que conozco muy bien, ni siquiera quieren a su presidente. Es decir, si este hombre tuviera una elección hoy, perdería. Bien, él perdería”, dijo.
“Quiero decir, es impopular en Colombia. Eso no depende de nosotros, la gente allá puede votar y ellos decidirán a quién quieren que los lidere, pero creo que mucha gente de su clase ejecutiva (bussiness class) se preguntan: «¿qué es lo que este hombre está haciendo? Es absurdo»“, agregó.
Tras esas declaraciones, sugirió que la respuesta y actitud del presidente de Colombia no era correspondiente con las peticiones de Estados Unidos. Dijo, sobre las deportaciones que “es normal. Estábamos deportando gente a Colombia así como deportamos gente a cualquier país del mundo y, a propósito, si hay inmigrantes norteamericanos en otro país, tendríamos que aceptar sus llegadas de esta manera”, concluyó.
El conflicto del perdón entre Donald Trump y Gustavo Petro
Por su parte, las declaraciones de Rubio siguen a las de Donald Trump, quien un día antes aseguró que “Colombia se disculpó profusamente” en cuestión de una hora tras negarse a recibir los aviones con ciudadanos deportados, algunos de los cuales iban esposados.
Sin embargo, el presidente Gustavo Petro, desmintió esta versión y sostuvo que no tenía motivos para pedir disculpas. “Estimado presidente de los EE.UU., pediría perdón si hubiera sido cómplice del genocidio en Gaza”, respondió Petro.
El mandatario colombiano también reiteró su exigencia de garantizar un trato digno a los ciudadanos repatriados desde Estados Unidos.
“Los retornados se traen en vuelos comerciales y sin esposamiento. Iniciamos diálogos para un protocolo de tratamiento digno que aún no se ha concretado”, afirmó.