A primera hora del jueves, 30 de enero, Daneidy Barrera Rojas, conocida como “Epa Colombia”, llegó a la cárcel de El Buen Pastor para cumplir con la sentencia de cinco años, tres meses y 15 días que la Corte Constitucional ratificó en su contra, luego de que el equipo legal de la creadora de contenido apelara la decisión tomada por el Tribunal Superior de Bogotá, sobre el caso iniciado en 2019.
Al tomar la decisión, el alto tribunal informó que el centro penitenciario evaluaría medidas de seguridad especiales para protegerla durante su estadía, entendiendo que se trata de una figura pública, que ha despertado amores y odios –por igual– en Internet. Sin embargo, su primera foto en prisión no tardó en filtrarse a través de las redes.
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En ella, a pesar de haber de los eventos de los últimos días, entre ellos la captura en una de las sedes de su empresa, se le ve sonriente y con la cabeza en alto para afrontar la condena que la Corte mantuvo, argumentando que:
“La influencer y youtuber Daneidy Barrera Rojas conocía todas las situaciones que tornaban obligatorio autorregular sus expresiones en las redes sociales y, a pesar de todo su conocimiento específico, dio rienda suelta a su comportamiento violento, y avanzó hasta la instigación a otros a que replicaran su designio destructivo”.
Tras la toma de la foto policial o foto de prontuario, Epa Colombia fue sometida a una serie de estudios físicos y psicológicos con los que se determinará el pabellón y la celda en la que pasara el tiempo que dure en prisión, que es el mismo en el que, por orden de la Corte, deberá alejarse de redes sociales y plataformas como YouTube.
Barrera intentó quedar en casa por cárcel, pero el alto tribunal descartó su solicitud, debido a que el argumento presentado por la defensa para explicar lo sucedido en el estallido social del 2019 fue diferente al que se utilizó frente al Tribunal Superior.
La empresaria sostuvo que se habría grabado haciendo destrozos en la estación Molinos, únicamente para ganar seguidores y lograr una mayor monetización en redes. Pero la Corte insiste en que:
“Es claro, entonces, que Daneidy Barrera Rojas actuó por fuera del marco normativo que permite la protesta social, dado que el actuar de ninguna manera fue pacífico, sino que, por el contrario, fue violento y destructivo: utilizó como arma contundente un martillo para arruinar la estación Molinos de Transmilenio y ocasionó severos daños, que obstaculizaron seriamente el transporte público, y, en similar forma, arremetió contra la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de Tunjuelito”.
Culpable por los delitos de daño en bien ajeno, perturbación en el servicio público e instigación a delinquir con fines terroristas a Epa Colombia le quedarían solo dos salidas de prisión: 1. Presentar una tutela en la que señale que, al ser madre de una bebé, nacida en abril del 2024, “existen intereses internacionales y constitucionales que deben prevalecer, como lo establecen los artículos 43 y 44 de la Constitución Política de Colombia” por encima de su condena o 2. Solicitar al Gobierno Nacional, en cabeza de Gustavo Petro, que la nombre como gestora de paz.
La primera es una alternativa que su abogado, Ómar Ocampo Hoyos, puso en marcha al conocer la decisión de la Corte y la segunda es una opción que, desde ya, estaría barajándose, debido a que Epa fue acusada de vandalismo tras el estallido social del que el actual presidente fue protagonista.
De acuerdo con Ocampo y quienes siguen de cerca el trabajo de Daneidy, ella es un “ejemplo de superación y resocialización” con el que podría reenfocarse la protesta, que por cuenta de algunos desadaptados termina en deudas millonarias para las ciduades principales.